Varios países exigirán pruebas negativas de Covid-19 a los viajeros chinos
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Estados Unidos anunció el miércoles nuevos requisitos de pruebas de COVID-19 para todos los viajeros procedentes de China, uniéndose así a otras naciones que imponen restricciones debido a un aumento de las infecciones.
Otros países han tomado medidas similares en un esfuerzo por evitar que las infecciones se propaguen más allá de las fronteras de China. Japón exigirá una prueba COVID-19 negativa a la llegada de los viajeros procedentes de China, y Malasia anunció nuevas medidas de seguimiento y vigilancia. India, Italia, Corea del Sur y Taiwán exigen pruebas del virus a los visitantes procedentes de China.
El aumento de los casos en China se produce tras el desmantelamiento de los estrictos controles antivirus del país. Las políticas chinas de "cero COVID" habían mantenido baja la tasa de infección del país, pero alimentaron la frustración pública y aplastaron el crecimiento económico.
Los nuevos requisitos estadounidenses, que comienzan el 5 de enero, se aplican a los viajeros independientemente de su nacionalidad y estado de vacunación.
En un comunicado en el que explican las pruebas, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. citan el aumento de las infecciones y lo que consideran una falta de información adecuada y transparente por parte de China, incluida la secuenciación genómica de las cepas víricas que circulan en el país.
"Estos datos son fundamentales para controlar eficazmente el aumento de casos y reducir la posibilidad de que se introduzca una nueva variante preocupante", señalaron los CDC.
A algunos científicos les preocupa que el aumento de casos de COVID-19 en China pueda desencadenar una nueva variante de coronavirus en el mundo, que puede o no ser similar a las que circulan actualmente. Esto se debe a que cada infección es una nueva oportunidad para que el virus mute.
Según las nuevas normas estadounidenses, los viajeros procedentes de China, Hong Kong y Macao que se dirijan a Estados Unidos deberán someterse a la prueba COVID-19 como máximo dos días antes del viaje y dar negativo antes de embarcar en el vuelo. La prueba se aplica a cualquier persona de 2 años o más, incluidos los ciudadanos estadounidenses.
Se aplicará a las personas que viajen desde China a través de un tercer país y a las que hagan escala en Estados Unidos para dirigirse a otros destinos. Cualquier persona que dé positivo más de 10 días antes del vuelo podrá presentar documentación que demuestre que se ha recuperado de COVID-19 en lugar de un resultado negativo.
Corresponderá a las compañías aéreas confirmar los resultados negativos y la documentación de recuperación antes de que los pasajeros embarquen.