Tres leyendas en diferentes épocas de la CDMX

26 de Agosto de 2017 4:21pm
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Tres leyendas en diferentes épocas de la CDMX

Como parte de las experiencias turísticas de la CDMX, podemos recorrer el centro histórico en un tranvía, que nos remonta a diferentes épocas y nos narran diferentes acontecimientos que han sucedido en la capital mexicana.

La leyenda del callejón de la Condesa

A un costado de la Casa de los Azulejos se encuentra el callejón de la Condesa. Por este pasaje entraba y salía la Condesa del Valle de Orizaba, que era la dueña original de esta espectacular casa.

Anteriormente se le conocía también como el Callejón de los Dolores, cuando según una leyenda, dos elegantes caballeros en carruajes se encontraron  frente a frente  y ninguno quiso retroceder para dar el paso al otro. Así tardaron tres días sin moverse, hasta que un virrey intervino y tuvieron que retirarse.

El hombre que permaneció en la cima de la Torre Latino durante el terremoto del 85

 El terremoto del 19 de septiembre de 1985 fue letal para los habitantes de la Ciudad de la México, fue el movimiento telúrico más fatal que ha vivido la ciudad durante dos largos minutos.

El caso de Porfirio Callejas se hizo famoso, ya que ese día, había subido a las 7 de la mañana hasta la antena de la Torre Latinoamericana para pintarla y minutos después sucedió el terremoto. Porfirio resistió, gracias a que estaba sujetado a la antena, por ello, Callejas pudo vivir una de las mayores catástrofes desde otro ángulo y quizá bajo un tipo de movimiento que nadie más sintió.

 El balazo de Pancho Villa

 En el cruce que forman las calles 5 de Mayo y Filomeno Mata, se encuentra el bar La Ópera, establecido en 1875 para servir como un espacio de reunión para aquella población adinerada que durante el porfiriato, construyó una ciudad que buscaba emular el refinamiento estético francés.

En este restaurante se cuenta que el mismísimo Pancho Villa entró a La Ópera junto con Emiliano Zapata y en plena juerga sacó su pistola y soltó un tiro que se incrustó en el techo de la cantina. El hoyo que dejó el disparo persiste ahí, y se ha convertido en uno de los mayores atractivos de este lugar.

Estas son sólo algunas de las historias que podrás escuchar y descubrir en tus recorridos por la CDMX, te invitamos a que vivas una experiencia diferente.

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