Oficina de Turismo de Cataluña en Rusia celebró 25 años coincidiendo con MITT 2018
Entrevista en MITT 2018 a Josep María Perramón, director de la Oficina de Turismo de Cataluña en Rusia
Rusia se convirtió en el mercado emisor de turismo hacia España que más creció en 2017 –casi un 14 por ciento- y según pronósticos, esa tendencia se mantendrá este año entre un 10 y un 20 por ciento, consolidando a ese país ibérico como el destino europeo preferido por los rusos.
Detrás de ese significativo crecimiento está el trabajo de personas como Josep María Perramón, director de la Oficina de Turismo de Cataluña en Rusia, quien dialogó con el Caribbean News Digital en el contexto de la feria The Moscow International Travel & Tourism (MITT 2018), efectuada del 13 al 15 de marzo en Moscú con la asistencia de más de mil 800 expositores procedentes de 190 destinos.
Vuestra oficina es la primera de toda España que se estableció en Rusia, ¿hace cuántos años?
En MITT 2018 celebramos, como gran novedad, el aniversario 25 del establecimiento de la Oficina de Turismo de Cataluña en territorio ruso, coincidiendo con los 25 años que también cumple la feria. Durante este cuarto de siglo hemos participado en todas las ediciones de MITT.
La feria Leisure, que se celebra en el mes de septiembre, ¿qué resultados está dando en este momento?
Ha bajado mucho. La MITT lo que tiene es que agrupa a todos los países que integraban la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), y te los pone a tiro. Nosotros, que desde la oficina de Cataluña en Moscú administramos 14 exrepúblicas soviéticas, excepto Estonia, encontramos que es muy fácil trabajar en el contexto de MITT, porque los tenemos a todos concentrados, cuando normalmente tenemos que trasladarnos a esos territorios a ejecutar nuestras acciones.
Si tuvieses que diferenciar entre MITT y Leisure, ¿lo más significativo sería la reunión de los países de la ex Unión Soviética?
Claro. Aquí hay una concentración de las exrepúblicas soviéticas que es muy importante para Cataluña, en consonancia con la estrategia de promoción que establecimos desde 1993 en relación con todos los países de la órbita de la desaparecida URSS, con Moscú como punto de operaciones.
¿Tenéis alguna sede o representante en alguna república del norte?
Ahora no. En 1993 abrimos tres delegaciones: una en Kiev; la segunda en Moscú y la tercera en Riga, la capital de Letonia. A través de esos tres puntos diseñamos la política estratégica de promoción. Todo lo que era bálticos y países del norte lo hacíamos directamente desde la delegación báltica; Europa del Este (que antes la llevábamos también) se hacía desde Kiev.
Ahora ya no, estamos exclusivamente centrados en los países de la ex Unión Soviética.
Emisores como Kazajistán, tan importantes, ¿cómo se trabajan?
Desde Moscú. Solamente tenemos una oficina con cinco personas, dos de ellas llevan 25 años de trabajo, otra 13 y una tercera con ocho años de labor.
Vuestra oficina, para ser operativa, mantiene una plantilla reducida, ¡sois cinco personas!
Sí, somos cinco personas -tres de origen ruso y dos de origen catalán- viajando permanentemente por todos los países de la ex-URSS. Por ejemplo, recientemente conseguimos, después de mucho trabajo y de muchos años, inaugurar el primer vuelo regular desde Taskent (capital de Uzbekistán), a Barcelona. Tú sabes que cuesta picar piedra mucho tiempo hasta que consigues el vuelo. Hemos picado mucha piedra y este año se inaugura el vuelo con un Dreamliner, con la compañía Airusbeko.
Vamos abriendo, es muy importante abrir vuelos para hacer frente al problema que representan los países que están a más de cuatro horas de vuelo (Uzbekistán, Kazajistán, Georgia). Te sales de la órbita de las cuatro horas con relación a Cataluña y necesitas un vuelo que es mucho más largo y por tanto el billete es más caro.
¿Prácticamente son los mismos aviones que entrarían en competencia con el Caribe?
Sí, prácticamente los mismos. Necesitamos ahora un rango de entre siete y nueve horas de vuelo, por eso escogimos el Dreamliner, lo último que ha salido: un avión cómodo, apetitoso para el turista; es fenomenal, fantástico, con capacidad de combustible, o sea, que va muy bien.
¿Qué frecuencia tendrá esa operación?
Lo haremos con dos frecuencias semanales desde Taskent. Piensa que en 2017 cerramos el año con un total de cinco mil 497 vuelos, solamente desde Rusia a Cataluña. No cuento los del resto de los países de la ex-URSS.
¿Todos vuelan a Barcelona?
El 90 por ciento va al aeropuerto de Barcelona, pero tenemos también Girona -que está desatascando mucho la concentración que tenemos en la capital catalana- y Reus, que funciona mucho con turoperadores rusos.
Dentro del tipo de turismo que está yendo hacia Cataluña, ¿seguís manteniendo ese porcentaje de casi el 70 %?
Exactamente el 61 % este año.
Con respecto a la situación política que ha generado el tema de la independencia de Cataluña, ¿ha tenido alguna señal negativa en el mercado ruso?
La señal ha sido muy, muy flojita. Tuvimos una incidencia tremenda con el atentado en Las Ramblas de Barcelona (agosto, 2017). Eso sí supuso una influencia. Para el mercado ruso, uno de los valores más importantes es la seguridad física, y esta se vio comprometida con el atentado.
Pero el proceso político en torno a la independencia catalana no les afecta. Rusia acepta los cambios políticos porque ha tenido muchos y está teniéndolos. Los rusos no les temen al cambio político, pero sí les preocupa la seguridad.
A raíz del atentado en Las Ramblas tuvimos una bajada de casi un cuatro por ciento del turismo ruso hacia Cataluña. Por contraste, tengo que decir que en 2017 llegaron solo desde la Federación de Rusia a Cataluña 700 mil turistas, lo cual representa un 24 % de incremento con respecto a 2016.
¿Qué porcentaje representa esa cifra, comparada con el flujo de turistas rusos a España?
El 61% de cuota. En 2017, al no existir Egipto como competencia turística, quedamos en la segunda posición de países de la competencia desde Rusia. Detrás de Turquía vamos nosotros.
La previsión para 2018, de acuerdo con los turoperadores, será de un crecimiento de un 20 a un 25 % respecto al año 2017. Se trata de un incremento potente.
¿Recuerdas las cifras de cuando Cataluña tenía un millón de turistas? Yo creo que volveremos a tener un millón de turistas no solamente de Rusia. Yo hago un poco de trampa y añado “Rusia y países de la ex-URSS ya estamos en un millón”. El millón de 2013 en Cataluña fue solamente de rusos.
Vosotros, precursores del turismo español en Rusia, trajeron a MITT 2018 un stand grande, con casi más expositores que el del Estado español
Sí, pero esto no es un tema de proporciones por estrategia, solo es necesidad de espacio para todos los expositores que tenemos, lo cual nos obliga a incrementar los metros. Esa es la excusa, no es que lo hagamos grande por un tema de imagen.
En MITT 2018 se sumaron a nuestro estand 30 expositores, entre agencias de viaje, proveedores y hoteleros de toda Cataluña.
Trabajar en ruso y con rusos, ¿pensáis que es la forma de desarrollarse en Rusia?
Por supuesto. Nosotros fuimos la primera oficina oficial de todos los países europeos en Rusia.
Recuerdo que en 1993 no había ningún antecedente de nuestro trabajo. Estuvimos muy solos durante muchos años, abriendo camino para establecernos como un organismo de promoción turística de la marca Cataluña.
No fue fácil, pero sí que decidimos implicarnos. Fíjate que de cinco personas que empezamos, seguimos siendo cinco, básicamente porque tampoco me dan más presupuesto. Pero la verdad es que cada vez vamos creciendo.
¿La oficina pertenece a la Generalitat?
Trabajamos en exclusiva para la Generalitat de Cataluña en la parte técnica, turística. No tenemos competencia política.
Son 25 años, muchos gobiernos, muchas crisis económicas, no solo en Rusia, también en Europa y mundiales. ¿Podrías definir estos 25 años en puntos o periodos de tiempo de crisis y soluciones?
Creo que la pregunta tiene dos sentidos.
El primero: es verdad, hemos trabajado casi con todos los partidos políticos y eso enriquece, porque cada uno te aporta algo en un apartado.
¿Por qué hemos tenido algo de éxito?, ¿por qué la marca más o menos se ha podido consolidar? Porque estamos aquí, porque nos hemos adaptado a Rusia y amamos Rusia. Igual les pedimos a ellos que se sientan en Cataluña como en casa. El criterio de reciprocidad tiene que existir.
Dos: ¿qué nos ha pasado en estos 25 años? Hemos tenido que ir variando la estrategia de promoción. En 1993 llegamos con una mano delante y otra detrás en materia de presupuesto. Poco a poco se ha ido fortaleciendo, por parte de los diferentes partidos y gobiernos que hemos tenido, que han sido muy diversos.
Empezamos con la promoción de sol y playa, de 1993 a 1999; le siguió el tema de difusión de la cultura (Dalí, Gaudi, Picasso, Miró), y después nos propusimos explotar el turismo familiar, de 2010 a 2013.
Establecimos turismo familiar porque el 60% de turistas que tenemos en Cataluña son familias, y de esas familias, el 40 % es repetidor. Les preguntamos por qué repetían y apuntaron a la seguridad, la gastronomía y la cultura que pueden ofrecer a sus hijos.
En 2018 volvemos a potenciar, promocionar y lanzar el turismo cultural. ¿Por qué? Porque para Rusia los términos turismo-cultura van juntos, tanto que para ellos es un mismo ministerio.
Hablando de economía, crisis y período de vacas gordas y flacas; tomando como referencia la pérdida de poder adquisitivo de los rusos. ¿Cómo se ha resuelto desde el punto de vista vuestro, la gestión para que no decayese el turismo?
Si te digo reduciendo precios, miento. Lo que sí hemos hecho es no incrementarlos.
Tomando en cuenta la trayectoria del rublo desde 2012, lo que vemos lógicamente es que afecta muchísimo. La causa está clara: petróleo-sanciones.
Nosotros nos propusimos potenciar la marca Cataluña, que tiene una identidad especial; no es solo sol y playa, sino también cultura.
La estrategia que hemos utilizado durante estos años de vacas flojas o débiles ha sido congelar precios. En 2018 aplicamos la corrección del incremento, porque ya tuvimos un 24 % el año pasado.
¿Qué turismo cayó más y cuál se mantuvo cuando llegó la crisis hace cuatro años?
El turismo que ha mantenido este mercado es el familiar, que con respecto a todo el turismo que viaja desde la Federación de Rusia a Cataluña está en el 70 %.
¿Con dos hijos normalmente?
Viajando dos hijos.
¿Qué ha pasado con los rusos? Ellos han reducido un poco la estancia media. De 15 días de estancia promedio en 2010 han pasado a 9,1 días en 2017.
Curiosamente, el consumo promedio está en mil 550 euros por estancia y persona, lo que nos convierte en uno de los turismos que más gasto tiene en el destino, teniendo en cuenta que esa cifra no corresponde a compras ni ocio, u otro tipo de actividades, sino que se refiere exclusivamente a gasto turístico.
¿En promedio, cuántas excursiones o actividades contratan los rusos en Cataluña?
El promedio es de tres y sabemos cuáles son: PortAventura, Monserrat, y el museo Dalí. Puedo asegurarte que el turista número uno en el museo Dalí es ruso. Tienen obsesión por visitarlo.
Una cifra de 2017 que me sorprende mucho es que en el comparativo entre visitas de turistas a la basílica de la Sagrada Familia y el centro comercial conocido como la Roca Village, ha ganado el segundo.
Es espectacular (ríe). Según fuentes oficiales, 4,6 millones de personas llegaron a la Roca en 2017, y 4,5 millones visitaron la Sagrada Familia. Aclaro que eso es en cuanto a visitas en general, no solo de rusos.
¿Cuántos rusos que contratan Costa Dorada o Barcelona hacen salidas de estancia fuera de la comunidad?
No tengo valores al respecto. Sin embargo, ellos van a destino propio, están los días que contratan, todo el tiempo en la comunidad. Eso sí, corren por toda Cataluña. Por ejemplo, dos o tres días de hotel en Barcelona, ahora en invierno esquí y shopping, y si es a partir de mayo, entonces es sol y playa.
¿Tenéis estadísticas, en invierno, de los rusos que van a Barcelona en aéreo, hacen escala de dos o tres días y se marchan a un destino cálido como el Caribe?
No disponemos de estadísticas. Pero pienso que el turista ruso lo que hace es que va a Cataluña y vuelve a Moscú, y después se va al Caribe. No tengo datos de cómo funciona el tema de esto de hacer la ruta, no lo veo, como sí ocurre en otros destinos.
Son 25 años, hemos hablado de vacas gordas, vacas flacas… el éxito. Josep María, en reconocimiento a tu labor, y visión, nos gustaría considerarte en Fitur 2019 como un embajador de España en Rusia, y que aplicases a los premios Excelencias, que entregamos en ese evento con una fuerza importante.
La verdad es que hemos tenido suerte; la suerte ha acompañado. En (2013 o 2014?) recibí la Cruz a la Orden del Mérito Civil, entregada por Su Majestad el Rey por la apertura de los destinos de España.
Yo dije: se deben haber equivocado, ¿dónde está el truco? (ríe); porque claro, siempre he trabajado para Cataluña.
Cierto que ayudamos a abrir la oficina española de turismo en Moscú, que fue un honor, pero no entendí bien cuando me llamaron desde la Casa Real para ponerme al tanto del reconocimiento. La verdad sea dicha, me hizo muchísima ilusión.
Dentro de la gestión que realiza la Oficina de Turismo, abriendo destinos nuevos, ¿cuántas presentaciones de agencia hacéis al año?
Estamos en este momento en 1,5 acciones por día. ¿Mi manía?, mucha televisión, mucho periodismo.
En 2017 -te lo puedo enseñar porque son cifras oficiales auditadas por la Cámara de Comercio de la Federación de Rusia- hicimos 14 press trips, más de uno por mes. Eso costó, del erario público, exactamente 80 mil euros, y conseguimos un retorno de prensa de 76 millones 372 mil 772. Con eso ya te lo he explicado todo.
No viajan sin nosotros. Yo quiero ser el embajador de ellos; yo o mi equipo, porque viajamos todos a cualquiera de las ex repúblicas soviéticas, en las que afortunadamente tienen al ruso como idioma común.
¿Tenéis un viaje prácticamente al mes a España?
A veces dos, y hasta tres.
En cuanto a la promoción que hacéis hacia el interior de Rusia, ¿tenéis algún destino favorito? ¿Cuántas ciudades visitáis?
Estamos yendo permanentemente a 24 ciudades de la Federación de Rusia, sin excepción, entre las que cuentan Moscú, Ekaterimburgo, San Petersburgo, Novosibirsk, Nizhni Nóvgorod, Omsk, Krasnoyarsk, Kaliningrado y Kazán.
¿La actividad más interesante vuestra sería la formación?
Claro, es nuestra actividad fundamental, la que nos da vida.