Europa: Organización Mundial del Turismo confirma que existe una desaceleración en el sector
Europa. El crecimiento del turismo internacional ha tenido una rápida desaceleración desde mediados de 2208, según revelaron fuentes de la Organización Mundial de Turismo (OMT), que atribuyen esta situación al impacto de los aumentos de precios del petróleo y el deterioro de la situación económica y de la confianza de los consumidores en los últimos meses.
La situación ha provocado que la OMT recortara a la mitad los pronósticos de crecimiento de la actividad turística para este año, que pasaron de 4 por ciento que se preveía en enero, a 2 por ciento para el cierre del año.
Incluso, la previsión inicial para el próximo año aún es más modesta, debido al deterioro económico, la incertidumbre, extrema volatilidad de los mercados y un descenso de la confianza de los consumidores y de las empresas, que pasarán factura a la demanda turística en el corto y mediano plazo.
"Se espera que muchas empresas recorten gastos y esos recortes se dejarán sentir rápidamente en los mercados de consumo. Dado que actualmente los balances de muchas empresas están bajo presión, se prevé que los viajes de negocios sufran más aún que el segmento vacacional", señaló el organismo multinacional en un comunicado.
El Barómetro de la OMT reveló que entre enero y abril el turismo internacional creció 5.7 por ciento, pero esta cifra cayó por debajo del 2 por ciento en junio, julio y agosto.
El aumento del precio del petróleo y de la inflación, unidos al temor de la recesión contrajeron los presupuestos de viajes, según revela el organismo, citado por un despacho del Grupo Reforma.
A diferencia de crisis anteriores, como la del 11 de Septiembre o la del SARS, la actual desaceleración no afecta al deseo de viajar. Ahora la principal preocupación es si uno se puede permitir el viaje o si quiere gastar en él teniendo en cuenta la incierta situación económica, asegura la OMT.
El turismo internacional ha resistido al deterioro de la situación mejor que otros sectores económicos como el de la construcción, el inmobiliario o el de la automoción.
Es probable que los viajes a destinos más cercanos, incluidos los viajes nacionales, se vean favorecidos con respecto a los viajes de largo recorrido.
Segmentos como visitas a amigos y parientes, visitas regulares y viajes de interés especial e independientes resistirán mejor la crisis, y la disminución de la duración media de la estancia y del gasto podría ser más pronunciada que la del volumen global.
Los destinos que ofrecen mejor relación calidad-precio y un cambio de divisas favorable tienen ventaja cuando el precio se convierte en un factor clave, y las empresas se concentrarán en la contención del gasto para mantener su ventaja competitiva.