España busca posición en el turismo de compras
España, el tercer país más visitado del mundo, quiere también posicionarse en el segmento del turismo de compras, actualmente en pleno boom, y atraer así más visitantes a sus ciudades.
Las compras son una actividad esencial para un número cada vez mayor de turistas, según un informe de la Organización Mundial de Turismo (OMT) publicado el pasado año.
Los turistas procedentes de países emergentes como China o Rusia explican esta tendencia, según esa agencia de la ONU con sede en Madrid. Y, en el caso de España, también hay que tener muy en cuenta los turistas procedentes de América Latina.
En España, "el gasto medio de un turista está en 400 euros" en compras, pero para "un turista chino, el gasto medio es de 900 euros", explicó Luciano Ochoa, presidente de Innova taxfree, una empresa que permite a los residentes fuera de la Unión Europea recuperar el IVA de sus compras en la UE.
Los gastos globales de turistas no dejan de aumentar. En 2013, según los últimos datos suministrados por la OMT, ascendieron a 1,187 billones de dólares, es decir, 230.000 millones más que antes de la crisis en 2008.
Decidida a aprovechar esta tendencia, España ha puesto en marcha un plan para promover el turismo de compras. En 2013, fue el tercer país más visitado del mundo, por detrás de Francia y Estados Unidos y el segundo en términos de ingresos, según la OMT.
Pero esta contabilización incluye el conjunto de los gastos realizados en el país, incluidos los relacionados únicamente con la estancia -alquiler de coches, hotel- y no sólo las compras.
España volvió a recibir un número récord de viajeros extranjeros en 2014 con cerca de 65 millones. Sin embargo este flujo se concentra en verano y el turismo de playa no es el más rentable.
Además, el país sufre "un importante déficit de imagen como destino de compras", reconoció Angela Castaño de Turespaña, la agencia nacional encargada de promover la marca "España" fuera de sus fronteras, en ocasión de la Feria Internacional del Turismo (Fitur), que se celebró en Madrid recientemente.
París con las marcas de lujo francesas y grandes almacenes como las galerías Lafayette, Londres con Harrods o Milán con la moda italiana, están mejor posicionadas que Madrid o Barcelona, explicaron los expertos. A título de ejemplo, un turista chino se gasta de media 1.500 euros durante una visita en París.
España está en desventaja por sus malas conexiones aéreas con Asia, el menor peso de la industria del lujo y sufrió el pasado año la caída del rublo, cuando los rusos constituyen su clientela más importante procedente de los países emergentes.
Pero, tiene numerosas marcas de moda de gama media conocidas, como Zara o Mango, más baratas que en otros países, numerosas tiendas abren los domingos y hasta tarde los otros días, mientras que Madrid y Barcelona cuentan con zonas comerciales importantes y cada comercio es libre de hacer rebajas cuando quiera, destacó Castaño.
Numerosas empresas se han concienciado de que tienen que acoger mejor a los turistas extranjeros, aseguró Pedro Vargas, director de proyectos internacionales del Foro de Marcas Renombradas españolas.
Citó el caso de los grandes almacenes El Corte Inglés, que han multiplicado la información y las pancartas en inglés, donde antes todo estaba en español, facilitando la devolución del IVA o destacando su oferta de delicatessen, explicó.
El objetivo de las empresas es "fidelizar los turistas con las marcas españolas" y que se conviertan "en prescriptores cuando vuelven" a sus casas, concluyó Pedro Vargas. (Con informacón de AFP)




