Brasil: Azul quiere convertirse en la tercera compañía más importante del mercado doméstico de este país

Brasil. Azul, la más joven aerolínea de este país, espera en su primer año de operaciones alcanzar el equilibrio financiero y convertirse en el tercer jugador del mercado doméstico, dijo su presidente y fundador, David Neeleman.

La empresa comenzó a funcionar hace un mes, en un contexto de fuerte desaceleración económica que amenaza el crecimiento del sector, lo que para Neeleman podría dar ventaja a Azul, que funciona con el concepto "bajo costo, baja tarifa", el mismo que introdujo en Estados Unidos al crear Jet Blue JBLU.O, se explica en un reporte de Reuters.

Neeleman confía en esa arma para la batalla con las gigantes TAM TAMM4.SA y Gol GOLL4.SA , que dominan el 92 por ciento del mercado aerocomercial de Brasil.

"Ahora estamos en una posición mejor que antes de la crisis, porque el menor precio del combustible compensa el perjuicio por la pérdida de pasajeros", dijo Neeleman.

"Prefiero tener el precio del petróleo y la tasa bajos, incluso con recesión, porque se baja el precio de los pasajes para incentivar a las personas a viajar", agregó.

Ofreciendo bajas tarifas y vuelos directos para ciudades con escasas conexiones, Neeleman busca destrabar una reprimida demanda de viajes por avión a precios razonables en un país de dimensiones continentales, donde apenas 5 por ciento de la población vuela regularmente y donde la mayoría usa buses.

"Estamos creando un mercado", dijo Neeleman en la sede de Azul en Alphaville, un centro de negocios en las afueras de Sao Paulo.

"Algunas personas dicen que la gente no viaja en Brasil. Bueno, por supuesto que no viajan, porque no tienen tarifas para hacer eso posible", dijo, agregando que espera que Azul alcance el equilibrio financiero y gane dinero hacia el fin de este año.

"No estamos en el negocio para perder dinero", dijo.

Neeleman, de 49 años, comenzó a planificar Azul a inicios del año pasado, cuando la economía de Brasil atravesaba un momento de bonanza.

Recaudó 200 millones de dólares para el emprendimiento entre inversores estadounidenses y brasileños y ordenó 36 aeronaves de 118 asientos E-195 al fabricante local Embraer EMBR3.SA por 1.400 millones de dólares.

Luego la crisis global golpeó a la economía del país y las perspectivas de su mercado aerocomercial, que se expandió un 7,4 por ciento en el 2008 tras a hacerlo a un ritmo de dos dígitos durante años. Algunos analistas afirman que se enfriará aún más en el 2009.

Azul inició sus servicios en diciembre con cuatro aviones, dos de ellos alquilados a JetBlue. Actualmente tiene una flota de cinco, y espera tener de 12 a 14 a fin de año, lo que le permitiría atender hasta 14 ciudades.

Con los dos principales aeropuertos de Sao Paulo saturados, Azul fijó su base en Campinas, una ciudad de clase media de más de un millón de habitantes ubicada a unos 45 minutos de la capital financiera e industria de Brasil.

Desde allí vuela actualmente a cuatro ciudades: Curitiba y Porto Alegre en el sur, Vitoria en el sudeste, y Salvador en el noreste.

Neeleman está tratando de convencer a la agencia reguladora del mercado de aviación de otorgarle permiso para operar en el aeropuerto doméstico de Río de Janeiro, Santos Dumont, al que quiere usar como centro de conexiones para vuelos cortos.

"Si podemos lograr eso, seremos capaces de volar a más ciudades", indicó.

Por ahora, Azul se enfoca en rutas que no están siendo atendidas por TAM y Gol.

Esa estrategia, según Neeleman, combinada con los asientos de cuero de la aerolínea en filas de dos, ayudarán a Azul a ganar mercado y afirmarse como tercer jugador del mercado, adelante de otros rivales pequeños como OceanAir y TRIP Linhas Aereas.

"Ser rentables es nuestra primera prioridad, y participación de mercado viene después. Pero esperamos ser la número tres hacia el final del año", concluyó.