Alemania: Lufthansa comienza a probar el uso de biocombustible en vuelos regulares
Alemania. Lufthansa inició el pasado fin de semana un periodo de ensayos, de seis meses de duración, durante el cual utilizará biocombustible en vuelos regulares. La prueba se realiza con un Airbus A321 de la compañía, con el registro D-AIDG, que efectuará la ruta Hamburgo-Frankfurt-Hamburgo cuatro veces al día. Uno de los motores de ese avión contendrá una mezcla al 50% de biocombustible y queroseno tradicional.
Según informó la aerolínea en un comunicado de prensa, el biocombustible empleado ha sido previamente aprobado por la American Society for Testing and Materials (ASTM). “Debido a que el bioqueroseno tiene propiedades similares al queroseno convencional, se puede aplicar en todo tipo de aviones, sin necesidad de modificar los mismos o sus motores”, puntualiza el reporte.
“Lufthansa es la primera aerolínea del mundo en usar biocombustible en vuelos diarios regulares. Confirmamos así que continuamos implementando nuestra ya demostrada y exitosa estrategia de sostenibilidad”, afirmó el Dr. Christoph Franz, Presidente y CEO de Lufthansa Group, al dar a conocer la noticia de estas pruebas.
“Debido a que el transporte aéreo es el único que seguirá dependiendo en un futuro próximo de combustibles líquidos, la industria de la aviación y la comunidad investigadora deben desarrollar y probar vías alternativas. Las materias primas fósiles son limitadas”, advirtió Franz, añadiendo también que las emisiones de CO2 deben reducirse. El principal objetivo de este ensayo a largo plazo será examinar los efectos que el biocombustible tiene en el mantenimiento y vida de los motores de los aviones.
La producción del queroseno biosintético que utiliza Lufthansa procede de la biomasa pura (Biomasa a Líquido- BTL) y está compuesto por jatrofa, camelina y grasas animales. A la hora de adquirir el biocombustible, Lufthansa se asegura de que el suministro y la producción sean sostenibles. Los proveedores deben presentar pruebas de la sostenibilidad de sus procesos y ajustarse a los criterios establecidos por el Parlamento Europeo y la Directiva del Consejo de Energías Renovables. “Lufthansa garantiza que la producción de sus biocombustibles no entra en conflicto con la producción de alimentos y que ningún bosque se deforestará por el uso de su biocombustible”, alegó Franz.
El productor en este caso es Neste Oil, una refinería finlandesa. La empresa tiene años de experiencia en la producción de biocombustible y ha colaborado con Lufthansa durante años.
La aerolínea alemana ha valorado los costes del proyecto en 6,6 millones de euros. El Ministerio Federal Alemán de Economía y Tecnología ha aportado 2,5 millones para los fondos de este plan, que a su vez forma parte de un proyecto más amplio conocido como FAIR (Future Aircraft Research). El mismo está diseñado para examinar otras cuestiones, además de la compatibilidad de los biocombustibles, incluida la nueva propulsión, conceptos de aviación y otros combustibles, como el gas natural líquido (LNG).
“El uso de biocombustible es uno de los elementos dentro de nuestra estrategia de 4 pilares fundamentales centrada en la reducción de las emisiones en el tráfico aéreo. Los objetivos medioambientales ambiciosos sólo podrán conseguirse en un futuro con la combinación de varias medidas, como la renovación de la flota actual, la innovación tecnológica, la toma de medidas operativas como la limpieza de motores o la utilización de materiales ligeros, y la implementación de mejoras en la infraestructura”, indica la nota.
Gracias a las nuevas tecnologías, Lufthansa ha mejorado su eficiencia de combustible en un 30% desde 1991. Hoy en día, la flota de Lufthansa tiene una media de consumo de combustible de 4,2 litros por 100 pasajeros-kilómetros.




