Titicaca, un lago cerca del cielo
El lago Titicaca, ubicado en el departamento de Puno, está a 3.800 metros sobre el nivel del mar y cuenta con una superficie cercana a los 8.200 kilómetros cuadrados, de los cuales 4.700 están en Perú y el resto en territorio boliviano.
Aproximadamente a cuatro horas y media desde Arequipa, el internacionalmente reconocido destino destaca por ofrecer un turismo vivencial, es un lugar donde el viajero convive con los pobladores y sus usos y costumbres, en medio de una gran biodiversidad.
Destacan los totorales, una especie de junco acuático con los cuales se hacen islas artificiales, barcos y casas. Sus habitantes son los uros, un pueblo ancestral que actualmente habita en la meseta del Collao. La construcción de estas islas se hace tejiendo las totoras en las zonas en donde crece con mayor densidad, formando una capa sobre la cual construyen sus viviendas.
El tour más recomendado parte del puerto principal de Puno, donde se aborda una embarcación a motor con destino a Uros (30minutos viaje). Al llegar a las islas, el viajero se encuentra con las comunidades indígenas quienes comparten sus vivencias ancestrales. También está la oportunidad de dar un paseo sobre las balsas de totora que surcan las cristalinas aguas del Titicaca. Después de esta breve visita, se continúa el viaje a la isla Amantani (2 horas y 50 minutos de viaje en bote).
En Amantani hay un encuentro con las familias quechuas que ofrecen sus acogedoras viviendas y preparan un almuerzo típico. Más tarde se realiza una caminata por la isla para visitar el Pachatata (Templo Pre-inca). Por la noche, después de la cena, se participa en una fiesta local organizada por los pobladores.
Al día siguiente, después del desayuno, se parte en bote hacia la isla Taquile (una hora de viaje). Ahí se hace una caminata por los senderos de piedra, ascendiendo hasta el pueblo en donde se encuentran los nativos que muestran su artesanía, como hilados de llama y cerámica.
Cabe resaltar que, además de las experiencias vivenciales y de aventura, el Lago Titicaca ofrece opciones de lujo en hospedaje y cuenta con hoteles como el Libertador y el Titilaka.
Historias del sol y sirenas
Cuenta le leyenda que el dios Inti (el Sol) hizo salir a sus hijos Manco Cápac y Mama Ocllo de las espumas del Lago Titicaca para fundar una civilización. A cada uno le dio una vara de oro y les dijo que donde se hundieran suavemente, era el sitio indicado para fundar el gran imperio. Después de caminar varios días, la varita se hundió al pie de cerro Huanacaure. Obedeciendo el encargo de su padre, Manco Cápac y Mama Ocllo fundaron la ciudad del Cusco. De inmediato, convocaron a los pobladores para enseñarles el culto al dios Inti y a vivir en civilización.
Otra historia popular cuenta que los hombres vivían felices en su valle, donde las tierras eran extremadamente fértiles. No les faltaba nada, y el sufrimiento no habitaba sus dominios. Los dioses de las montañas, los Apus, protegían a los humanos y sólo les estaba prohibida una cosa: no podían subir a la cima de las montañas, donde ardía el Fuego Sagrado.
Pero el diablo también habitaba por aquellas tierras y le era insoportable ver toda esa felicidad. Por eso incitó una y otra vez a los hombres para que subieran hasta la cima de aquellas montañas. Los Apus sorprendieron a los habitantes escalando la ladera y fue tal su furia que soltaron a los pumas, que devoraron a toda la población, salvo a una pareja.
El Dios Sol lloró durante 40 días y 40 noches, formando así el lago Titicaca. Cuando el sol volvió, la pareja, refugiada en una barca, vio como todos los pumas se habían convertido en piedra. Curiosamente la forma del lago vista desde el espacio recuerda precisamente a un puma cazando.
También se cuenta que el lago Titicaca esconde ciudades con abundante oro y plata, y que en sus aguas viven sirenas que atraen a la muerte con su canto.




