Tema: La legionelosis

29 de Junio de 2007 7:20pm
godking

-La legionelosis es una enfermedad de origen ambiental, que se puede manifestar como una infección pulmonar caracterizada por una neumonía con fiebre alta (o enfermedad del legionario), o como un síndrome febril agudo de pronóstico leve (que se conoce también como "Fiebre de Pontiac").

-Los sistemas de agua caliente (duchas) y las torres de enfriamiento para acondicionamiento de aire, condensadores para evaporación, humificadores, tanques de remolino, dispositivos de inhaloterapia y fuentes decorativas han sido señalados como reservorio desde el punto de vista epidemiológico.

Autores:

Dra. Acela Cruz Trujillo. Master en Gestión Turística. E-mail: lislauri@yahoo.es

Dr. José A. Jorge Valera. Máster en Higiene de los Alimentos. E-mail: valerajo23@yahoo.es

La enfermedad del legionario o legionelosis tiene una historia relativamente joven, pues adquirió su denominación en 1976, cuando apareció un brote de neumonía entre los participantes en una convención de la Legión Americana en Filadelfia (EE.UU.).
El 18 de enero de 1977, los científicos aislaron e identificaron una bacteria previamente desconocida, como la causa de la misteriosa infección de la enfermedad del legionario, que recibió justo la denominación de Legionela o Legionella pneumophila.

La legionelosis es una enfermedad de origen ambiental, que se puede manifestar como una infección pulmonar caracterizada por una neumonía con fiebre alta (o enfermedad del legionario), o como un síndrome febril agudo de pronóstico leve (que se conoce también como "Fiebre de Pontiac").

La bacteria que la provoca, la Legionella, se encuentra principalmente en espacios o ambientes con aguas superficiales no naturales, y en aguas subterráneas (lagos, ríos, estanques, pozos...), formando parte de la flora natural.

Distribución:

La legionelosis no está localizada en ninguna región en específico. El primer caso comprobado tuvo lugar en 1947, y el primer brote verificado, en 1957 en Minnesota, Estados Unidos. Desde esa fecha, la enfermedad ha sido identificada en América del Norte y también en Australia, África, América del Sur y Europa. Los brotes se producen con mayor frecuencia en el verano y en el otoño, aunque pueden ocurrir todo el año.

Dispersión y transmisión:

Es probable que el agua sea el reservorio predominante. El microorganismo sobrevive meses en el agua de grifos, y también en la destilada. Su paso a instalaciones o sistemas que precisan agua para su funcionamiento, como es el caso de los aires acondicionados, también se asocia con frecuencia a la presentación de la enfermedad.

Los sistemas de agua caliente (duchas) y las torres de enfriamiento para acondicionamiento de aire, condensadores para evaporación, humificadores, tanques de remolino, dispositivos de inhaloterapia y fuentes decorativas han sido señalados como reservorio desde el punto de vista epidemiológico.

El microorganismo se ha aislado del agua de las torres de enfriamiento y condensadores de evaporación, de los grifos de agua fría y caliente y de las duchas y tinas con agua caliente, así como de riachuelos y lagunas y del suelo de sus orillas.

Un mantenimiento inadecuado, o un diseño incorrecto de estos dispositivos, con acumulación de nutrientes bacterianos (polvo, suciedad, lodos y otras materias orgánicas) y temperaturas propicias (entre 20ºC y 45ºC), favorece la concentración y multiplicación de la Legionella.

Este hecho y la presencia de un mecanismo dispersor del agua pueden propagar el germen en forma de aerosol (pequeñas gotas de agua suspendidas en el aire) que penetran en las vías respiratorias y provocan la enfermedad.

La legionelosis se transmite por la inhalación de estos aerosoles con altas concentraciones de Legionella. Es probable que también existan otros modos de propagación, pero no hay pruebas concluyentes de ello.

El riesgo de contagio varía en función de la intensidad de la exposición y del estado de salud de las personas.

La enfermedad de los legionarios tiene un período de incubación de 2 a 10 días, y con mayor frecuencia de cinco a seis días, mientras que la Fiebre de Pontiac, de 5 a 66 horas y con mayor frecuencia de 24 a 48 horas,

Principales síntomas:

Las personas con legionelosis tienen normalmente fiebre, enfriamientos y tos, que puede ser seca o con moco. Algunos pacientes sienten también dolores musculares, dolor de cabeza, cansancio, pérdida de apetito y, ocasionalmente, diarrea. Las pruebas de laboratorio enseñan que sus riñones tampoco funcionan correctamente. La radiografía de tórax muestra frecuentemente una neumonía. Es difícil distinguir la enfermedad del legionario de otros tipos de neumonía simplemente por los síntomas; se necesitan otras pruebas para establecer su diagnóstico.

Las personas con fiebre de Pontiac sufren fiebre y dolores musculares y no tienen neumonía. Tardan en recobrarse de 2 a 5 días sin tratamiento.

Ambas enfermedades se caracterizan por malestar general, temperatura entre 39 y 40ºC, tos seca, dolor abdominal y diarrea. La enfermedad de los legionarios produce neumonía y puede conducir a la muerte. La Fiebre de Pontiac no ocasiona neumonía, y no atenta contra la vida del afectado.

El tiempo que transcurre desde la exposición del paciente a la bacteria y el comienzo de la enfermedad del legionario es de 2 a 5 días; para la fiebre de Pontiac, el plazo es menor, generalmente desde horas hasta 2 días.

Diagnóstico:

El diagnóstico de la legionelosis requiere una prueba especial que no se realiza de forma rutinaria en las personas que tienen fiebre o neumonía. Por lo tanto, el médico debe considerar la posibilidad de legionelosis con vistas a obtener las pruebas adecuadas.

Existen diversos tipos de pruebas. Las más útiles detectan la bacteria en el moco, encuentran antígenos de legionela en la orina, o comparan los niveles de anticuerpos con la legionela en dos muestras sanguíneas obtenidas de 3 a 6 semanas.

Tratamiento:

La Eritromicina y el Levofloxacino son los antibióticos actualmente recomendados para tratar a las personas que sufren la enfermedad del legionario. En los casos más severos se puede utilizar asociada como un segundo medicamento, la rifampicina.
Están disponibles otras sustancias medicinales para los pacientes que no toleran la eritromicina.

La enfermedad de Pontiac no requiere un tratamiento específico.

Instalaciones de riesgo:

  • Torres de refrigeración y condensadores evaporativos.
  • Sistemas interiores de agua caliente sanitaria y agua fría de consumo humano en edificios de uso público.
  • Centros termales, piscinas climatizadas con movimientos de agua de uso colectivo y baños de burbujas.
  • Equipos de terapia respiratoria.
  • Dispositivos de enfriamiento evaporativo.
  • Humidificadores y humectadores.
  • Fuentes ornamentales.
  • Sistemas de riego por aspersión.
  • Sistemas de agua contra incendios.
  • Elementos de refrigeración por aerosoles al aire libre.

Medidas preventivas:

Es necesario adoptar medidas higiénicas sanitarias de control de los equipos que emplean agua para su funcionamiento y son capaces de producir aerosoles nocivos con la bacteria:

  • Sanear las instalaciones para prevenir la acumulación de suciedades que sirven de nutriente a las bacterias. Sobre todo cuando no están en actividad las torres de enfriamiento, deben ser drenadas y limpiadas mecánicamente de forma periódica para eliminar las escamas y sedimentos.
  • Utilizar biocidas apropiados para limitar la proliferación de microorganismos que forman el limo.
  • Elaborar y ejecutar programas de mantenimiento.
  • Mantener la desinfección continúa del agua y evitar su estancamiento.
  • Controlar la calidad microbiológica y físico-química del agua.
  • Mantener, en lo posible, una temperatura que evite la colonización de la Legionella. En el caso del agua caliente a 50ºC en grifos y duchas y superior a60ºC en acumuladores o más puede aminorar el peligro de transmisión de la bacteria.
  • Mantener el agua fría a la temperatura más baja posible (por debajo de 20ºC).
  • Si se trata de torres de refrigeración y condensadores evaporativos se deben ubicar los aerosoles en zonas de mínimo riesgo de exposición de las personas y evitar empleo de materiales que favorezcan aparición de bacterias y hongos

Programas de mantenimiento:

Se hará el programa de mantenimiento para todos los equipamientos y mecanismos catalogados como de riesgo. Incluirán:

  • Elaboración de un plano de la instalación.
  • Revisión y examen de los sistemas.
  • Ejecución de un programa de tratamiento del agua que asegure su calidad.
  • Desarrollo de un plan de limpieza y desinfección preventiva.
  • Creación de un registro de mantenimiento de cada instalación, con fechas de limpiezas, protocolo seguido, productos utilizados, incidencias y medidas adoptadas y resultados analíticos dela calidad del agua

Momentos en que debe realizarse el mantenimiento de:

Torres de refrigeración y dispositivos análogos:

  • Limpieza y desinfección: dos veces al año.
  • Revisión del separador de gotas: una vez al año.
  • Revisión del relleno y el condensador: dos veces al año.
  • Revisión de la bandeja: mensual.
  • Determinación de calidad del agua del sistema: mensual.
  • Medida diaria del cloro o biocida.

Sistemas de agua sanitaria:

  • Limpieza y desinfección: una vez al año.
  • Revisión general: una vez al año.
  • Revisión del estado de conservación y limpieza de la instalación

Productos de limpieza y desinfección a emplear:

  • Para las instalaciones de agua de consumo humano, los productos a utilizar deberán cumplir lo dispuesto en la legislación de aguas de consumo.
  • Para el resto de las instalaciones, cloro o desinfectantes autorizados para tal fin y que cumplan todos los requisitos contemplados en las normas vigentes.

En los elementos terminales de la red (grifos, duchas...):

  • Evite el uso de filtros y accesorios innecesarios. Si ya existen, extreme su limpieza, eliminando sedimentos y sumergiendo los filtros y rociadores de las duchas en una solución de agua y vinagre (1/1) durante 15 minutos. Enjuáguelos y móntelos en sus respectivos lugares.
  • Emplee difusores de gota gruesa.
  • Proceda, una vez al año, a la desinfección de los difusores y/o filtros (sumergiéndolos, por ejemplo, en un litro de agua con 10 gotas de lejía durante 30 minutos).
  • Desincruste semanalmente los grifos con baja utilización.

Bibliografía:

1- Benson A. S."Manual para el control de las enfermedades transmisibles" Publicación Científica No. 564. Organización Panamericana de la Salud. Decimosexta edición, Washington, 1997. 577 pag

2- Cruz Trujillo, A. "La Legionella y la importancia de su control". Conferencia ofrecida a trabajadores del área de alojamiento y servicios técnicos. Hotel Plaza. La Habana, 2006.

3- Dirección General de Salud Pública. Servicio de Sanidad Ambiental."Campaña para el control y la prevención de la legionelosis" (INTERNET) actualizado 7/12/2005m. URL disponible en: http://www.wikipedia/69298-folleto%20legionelosis9620web.pdf (Acceso 24 de mayo 2007)

4- Legioneliosis. (INTERNET) 2006 Disponible en:
http://wikimediafoundation.org/wiki/Portada. (Acceso 24 de mayo de 2007)

5- MINISTERIO DE TURISMO Y MINISTERIO DE SALUD PÚBLICA. "Programa de prevención y control de la legionella" La Habana, agosto de 2004.

6- .Ryan KJ; Ray CG (editors) (2004). Sherris Medical Microbiology, 4th ed., McGraw Hill. ISBN 0838585299.

Back to top