Si vas a Uruguay no dejes de visitar estos sitios
Por su amplia variedad de atractivos turísticos y su cercanía con Buenos Aires, Uruguay fue, es y será uno de los destinos turísticos predilectos de los argentinos. Si se elige la vía marítima, en sólo tres horas es posible llegar en ferry desde Puerto Madero hasta la ciudad de Montevideo. En avión, el tiempo se reduce a unos 40 minutos; mientras que en auto el trayecto escala a unas seis horas.
La capital uruguaya simplemente lo tiene todo. Allí conviven en armonía amplias playas y parques con edificios inteligentes y construcciones que datan de más de dos siglos atrás. Por todo esto, sumado a su belleza paisajística, es un destino para toda la familia.
A continuación, los puntos imperdibles de un viaje al otro lado del Río de la Plata:
Comer en el Mercado del Puerto: un sitio que condensa la identidad de la ciudad. Fue inaugurado en 1868 como mercado de abasto para los buques que llegaban a la bahía; sin embargo, desde hace décadas funciona como un complejo de pequeños restaurantes que vale la pena conocer.
Caminar por la Rambla de Montevideo: se extiende por más de 20 kilómetros y abarca las playas de Ramírez, Buceo, Malvín, Carrasco y Pocitos, entre otras. Desde allí se pueden apreciar las vistas de los barrios más turísticos, los puertos de yates y accidentes geográficos como la Isla de Gaviotas.
Pasear por la Ciudad Vieja: hasta 1829 el casco antiguo de la ciudad estaba rodeado por una muralla que la protegía de posibles invasiones. Si bien hoy esta estructura ya no existe, se conserva una de sus partes más emblemáticas: la Puerta de la Ciudadela. Hoy en esta zona conviven construcciones de estilo neoclasicismo, neogótico y moderno.
Visitar el Teatro Solís: es la sala lírica más importante e histórica de Montevideo, hogar de los elencos de la Comedia Nacional y de la Filarmónica de la ciudad. Dispone de visitas guiadas interactivas para descubrir su historia.
Una escapada a Garzón: a 180 kilómetros de Montevideo se sitúa un pueblo que seduce con la belleza natural del campo charrúa: Garzón. Además de sus sierras y sus cardos característicos, el otro encanto de este sitio es el Hotel & Restaurante Garzón, del chef Francis Mallmann. Alí ofrecen la experiencia gastronómica más interesante del Uruguay.
Alojarse en el Sofitel: el antiguo Hotel Carrasco, un palacio centenario de estilo francés icónico de la ciudad, volvió a abrir sus puertas como un resort, casino y spa hace dos años. Hoy, luego de una monumental obra de reconstrucción, este Patrimonio Histórico Nacional alberga uno de los mejores alojamientos de Montevideo.
Recorrer los caminos del vino: las zonas del Litoral y Central del Uruguay poseen innumerables bodegas que reciben turistas en sus instalaciones. Hoy, el Tannat es un patrimonio nacional del Uruguay, por lo que es recomendable realizar alguna degustación de esta cepa.
Conocer el World Trade Center: sobre la Avenida 26 de Marzo se encuentra el complejo empresarial más moderno de Uruguay, donde las torres y edificios espejados e inteligentes redefinen la postal tradicional de la ciudad. El área circundante, en constante expansión, es ideal para dar un paseo y almorzar en alguno de sus restaurantes.
Una tarde en Pocitos: sobre la costa del Río de la Plata, Pocitos es uno de los barrios más importantes de Montevideo y el de mayor densidad de población. Además de disfrutar de la playa, allí abundan los centros comerciales, bares y restaurantes de alta cocina.
Palacio Salvo, casi como en casa: frente a la Plaza Independencia se alza el "gemelo" del Palacio Barolo de Avenida de Mayo: el Palacio Salvo, construido por el mismo arquitecto, el italiano Mario Palanti. La versión uruguaya también lleva el nombre de quienes lo mandaron a construir, los hermanos Salvo, que después de ver el proyecto de Luis Barolo quisieron hacer uno igual en su ciudad.




