(Santiago de Cuba en cuenta regresiva: faltan 341 días) La casa de Heredia
Una de las vallas que engalanan la ciudad reza: “Donde son más altas las palmas en Cuba nació Heredia, en la infatigable Santiago”. Esta frase de nuestro José Martí nos invita a conocer más sobre la vida y obra de José María Heredia y Heredia, quien está considerado como el Primer Poeta Romántico de la lengua española. El Grupo Excelencias le propone conocer sobre el inmueble que vio nacer a tan ilustre poeta.
Situada en calle Heredia No. 260 entre Pío Rosado y Hartman esta antigua casa se destaca por ser el lugar donde nació el 31 de Diciembre de 1803 y vivió sus dos primeros años Heredia quien supo destacar en su obra símbolos como la estrella solitaria y la palma real que nos identifican como cubanos y patriotas. Lo verdaderamente nuestro comienza a partir de su voz, con él comienza el alumbramiento de nuestra nacionalidad y por ello también es nuestro Primer Poeta Nacional.
Los Heredia vivieron poco tiempo en este inmueble ubicado en la antigua calle de la Catedral Alta No. 6. Al padre por sus funciones se le asignaron misiones en diferentes territorios del imperio colonial español, por lo que se marchó llevando a la familia que nunca más regresó a la ciudad. Cuando retornan al país se establecieron en la ciudad de Matanzas. Al partir la familia, la casa se convirtió en barracón de esclavos y posteriormente en hospital de negros. Esto provocó su deterioro y su posterior estado de ruina.
El inmueble, considerado como una de las casas más antiguas de la ciudad, es un ejemplar significativo de la arquitectura colonial del siglo XVIII. Con marcada influencia del arte árabe o morisco, se observa una participación importante de la carpintería, un arco poli lobulado de singular belleza, ventanas con barrotes de rejas y puerta española, además de techos a dos aguas de tejas criollas. La vivienda cuenta también con un patio interior, rodeado de dependencias y galerías, espacio que ofrece iluminación, ventilación y belleza. En el centro se encuentra el pozo o aljibe para la recolección de las aguas pluviales.
La casa ha llegado hasta nuestros días, gracias a la gestión de la Junta Heredia, asociación creada oficialmente en 1889 por ilustres patriotas como, Federico Pérez Carbó, Emilio Bacardí, Eduardo Yero Buduen, entre otros, que vieron como un deber ineludible la preservación de este tesoro histórico cultural de su ciudad. Se propusieron adquirir en propiedad la edificación para fundar en ella un establecimiento docente y colocar una lápida conmemorativa.
La Junta también solicitó al Ayuntamiento de la ciudad el cambio del nombre de la calle por el del ilustre poeta, petición concedida y hecha efectiva en noviembre de 1889.
Una vez logrado los objetivos, después de una rigurosa restauración, en mayo de 1890, en ocasión del 51 aniversario de la muerte de José Maria Heredia, fue abierta al interés público la Casa Natal, exhibiendo el óleo realizado por José Uranio Carbó que desde entonces preside la sala mostrando la majestuosidad del Cantor del Niágara.
En esta institución se atesoran muebles que datan de principios del siglo XIX propios del estilo Imperio Criollo hasta otros más modernos ubicados dentro del estilo Renacimiento español de principios del siglo XX. Existe una rica iconografía de la figura del poeta, son piezas de renombrados artistas y dentro de las artes decorativas destaca la fina cristalería y porcelana italiana, alemana y francesa, objetos que en algunos casos son donaciones hechas por descendientes de la figura. Se observan además lámparas y candelabros de bronce.
En 1969 la casa es sometida a una intensiva reparación de pisos, techos y paredes por parte del Dr. Francisco Prat Puig. En el pozo negro o letrina fueron hallados apreciables piezas arqueológicas que actualmente se encuentran en exposición y que resultan de gran interés para los visitantes. De igual manera los pisos fueron restaurados teniendo en cuenta los originales de cerámica encontrados en la vivienda.
En 1979 fue declarada Monumento Nacional y en la actualidad queda adscripta a la Oficina del Conservador de la Ciudad, convirtiéndose en importante centro promotor de la literatura y el arte nacional y acoge a reconocidas personalidades de nuestro país y del extranjero que son homenajeadas con la distinción “Placa Heredia” en reconocimiento a su contribución en el desarrollo cultural de la ciudad y la nación.




