Perú: El exótico sabor de la nueva Lima
Perú. Tradicional y cosmopolita. Cultural y divertida. Bohemia y gourmet. Visitar Lima es ingresar en un laberinto de sensaciones, una sorpresa continua que seduce al viajero con mil y una poderosas razones de asombro, que hacen de ella un destino único y distinto.
Lima es histórica, un destino cultural por excelencia. Su centro histórico colonial y republicano, celosamente preservado, ha sido reconocido como Patrimonio Histórico de la Humanidad por la UNESCO. Visitar una ciudad tan antigua como Lima puede ser una arqueología de sorpresas: la Catedral conserva los restos del fundador de la ciudad, Francisco Pizarro, a más de cuatro siglos de su muerte; un museo exhibe desde aretes de oro y doscientas momias hasta una colección de huacos eróticos; y, más allá del casco histórico, en el moderno barrio de Miraflores, la Huaca Pucllana, una pirámide de barro vestigio de la antigua cultura Lima, pueblo de artesanos que adoraba al mar, se yergue de forma natural junto a viviendas, restaurantes, boutiques o cines.
Lima es mar. Es la única capital de América del Sur construida a orillas del Pacífico y su puerto queda en el justo corazón de las costas de Sudamérica, por lo que siempre fue una ciudad tan cosmopolita como tradicional. Desde sus malecones se puede admirar la geografía costera de una ciudad que se ve como una media luna, en donde los limeños han sabido aprovechar todos sus elementos. Parapentes se desplazan en el aire, mientras surfistas dibujan etéreas formas sobre las olas y los caminantes contemplan la estampa durante el atardecer.
Lima es urbana y cosmopolita, con la moderna propuesta de ocio, bares, tiendas y restaurantes de diseño del barrio de Miraflores, frente a la Costa Verde; o su corazón financiero latiendo en San Isidro, el barrio residencial en el que se concentran edificios de oficinas y algunos de los hoteles más exclusivos.
En su animado barrio de Barranco, el más bohemio de la capital, se dan cita galerías de arte, tabernas tradicionales y mercadillos, tiendas vintage y espectáculos culturales de todo tipo; y también las discotecas, con sus modernos DJs. Mítico es el malecón de Barranco, desde el que se ven las playas de la Costa Verde, o el famoso Puente de los Suspiros, frecuentado por las parejas de enamorados, que fue construido en el año 1876 para unir las riberas de las calles Ayacucho y la Ermita.
Y Lima es gourmet. La capital de Perú se ha convertido en los últimos años en tierra prometida de paladares exquisitos de todo el mundo, atraídos por una de las cocinas más diversas y sabrosas del mundo, que actualmente vive una oleada de innovación y creatividad que la ha posicionado en primera plana internacional.
Lima es la Capital Gastronómica de América y aquí se encuentran platos que son sólo elogios del intercambio cultural. Lima resume la gastronomía nacional –costeña, andina y amazónica- y abraza los aportes de las tradiciones culinarias llegadas desde Europa, Asia y África durante siglos.
Restaurantes de todo tipo conviven en sus calles. Chifas (restaurantes fusión chino-peruana) y cebicherías con locales de diseño; restaurantes de cocina tradicional y regional peruana con nombres de referencia internacional. Cocina novoandina con mediterránea o japonesa. Y abundantes tiendas y mercados gastronómicos, como el de Surquillo, el más conocido, por su variedad de hierbas aromáticas, especias y verduras fundamentalmente; o el Mercado de Productores de San Isidro, paraíso gourmet con abundancia en pequeños caprichos delikatessen.
Lima es una de las ciudades con más escuelas de cocina del mundo de las que, cada año, surgen jóvenes hornadas de chefs con firme voluntad de innovar en recetas y técnicas. El resultado, ese cosmopolitismo que emana la cocina peruana actual.
Otros lugares de interés.
Plaza Mayor y Catedral. En el centro está la “fuente de los delfines”, el kilómetro 0 de Perú. La Catedral se alza en uno de los laterales de la plaza. En su historia ha sido tres veces totalmente rehecha y otros cuatro reconstruida.
Parque de Agua. El “Circuito Mágico del Agua” del histórico Parque de la Reserva de Lima es el complejo de fuentes más grande del mundo en un parque público (cualidad que le ha valido un Récord Guiness). Se trata de un extraordinario conjunto urbanístico, en el que se conjuga la restauración de un Patrimonio Histórico Nacional con la instalación de un novedoso atractivo turístico.
Barrio Chino. En el centro de Lima, la calle Capón es el corazón de la vida comercial y cultural de la colonia china en Perú, donde se alinean los restaurantes de comida oriental o chifas, los templos budistas, un mercado o una biblioteca china.
Chorrillos. Famoso por sus playas, como “La Herradura”, sus picanterías y restaurantes.
Rímac. Es el barrio de tradición más popular en Lima. En la época colonial fue apodado como “Nueva Triana” y, también, “Puerto Guinea”, porque en él vivían muchos antiguos esclavos procedentes de África. En él se encuentra la plaza de toros de Acho, la más antigua del mundo después de la de Ronda.
Pachacàmac, el santuario preinca más importante de la costa, oráculo de los incas, centro de adoración del dios fuego -hijo del dios del sol-, vinculado según la mitología prehispánica a los movimientos hispánicos.
Islas Palomino. Partiendo de los muelles del Callao o de La Punta y tras un viaje en barco de 4 horas, se llega a estas dos islas. La primera cuenta con una gran cantidad de fauna, entre la que destacan los lobos marinos de pelo chuscho, algunos de los cuales pueden llegar a pesar 300 kilos; la segunda isla se conoce como “El Hospital”, porque en ella se refugian los lobos marinos enfermos o viejos.




