Panamá, mucho más que el Canal
Panamá. Cuando se menciona a este país, automáticamente se piensa en su famoso Canal interoceánico, pero hay mucho más en su territorio. Además de esa colosal obra de ingeniería y su fama como centro de compras, la capital ofrece los contrastes entre su modernidad, marcada por los rascacielos, y su centro histórico, el Casco Viejo, además de que muy cerca se abre al viajero toda la riqueza natural de esta tierra.
Dada su geografía, Panamá ocupa una posición estratégica. Su esbelta silueta mide tan sólo 80 kilómetros en sus áreas más angostas, convirtiendo a esta tierra en la figura ideal para unir al Pacífico y al Atlántico. El país tomó la responsabilidad total de la administración, funcionamiento y mantenimiento del Canal el 31 de diciembre de 1999. Antes estuvo bajo la dirección de Estados Unidos.
En las esclusas de Miraflores, uno de los tres complejos -los otros son Gatún y Pedro Miguel-, fue levantado un edificio de cuatro pisos para atracción de los turistas. Por ocho dólares, el visitante puede ver en el primer piso el museo que contiene la historia y objetos sobre la construcción de esta obra, considerada la octava maravilla del mundo.
En el segundo piso se resume la importancia del agua y la riqueza de la biodiversidad. Es tal la riqueza del ecosistema de la región que el instituto Smithsonian lleva casi un siglo estudiándola.
En el tercer piso se exhibe el canal en acción, en el cual se muestran las diferentes herramientas que se utilizan para su operación; en el cuarto, llamado Mirando hacia el futuro, se exponen los planes futuros del Canal, como su proyectada ampliación con nuevas esclusas que medirán 427 metros de largo y 55 de ancho. El equivalente al tamaño de cuatro canchas de fútbol.
Desde la terraza se observa el paso de los buques a través del Canal. Este funciona mediante tres sistemas de esclusas, de dos vías cada una. El complejo sirve como ascensores de agua que elevan los buques al nivel del lago Gatún, que es de 26 metros sobre el mar, permitiendo así el cruce por la cordillera Central para luego bajarlos al nivel del mar, al otro lado del Istmo.
La ciudad de Panamá es la capital y mayor ciudad de la república de Panamá, con una población de 1.206.792 habitantes en su área metropolitana.
Una de las alternativas de descanso que Panamá está ofreciendo es en los hoteles Intercontinental Playa Bonita Resort & Spa y Gamboa Rainforest Resort. El primero con dos kilómetros de playa privada, sobre la costa pacífica y distante 25 minutos al oeste de la ciudad. El otro, a orillas del canal de Panamá en el río Chagras, en el corazón del parque nacional Soberanía.
Además de los servicios propios de un hotel, el Gamboa ofrece giras en teleférico en el bosque tropical, una visita a la comunidad Emberá, gira en bote a isla Monos y caminatas a lo largo de senderos ecológicos, entre otras atracciones.
El promedio de estadía en Playa Bonita es de 311 dólares por persona, en acomodación doble, dos noches, tres días. El tiquete de ida y regreso tiene un costo de 400 dólares.
Como parte de su modernidad y desarrollo, la capital de Panamá cuenta con inmensos centros comerciales como Albrook Mall. Allí la gente acude en busca de rebajas, marcas favoritas y electrónica, pero además se encuentra ropa, artículos diversos, artesanías, perfumes y zapatos.
En artesanías, el recuerdo preferido son las molas, magníficos bordados hechos por las indias Kuna.
La ciudad de los rascacielos, llamada la Cinta Costera, con modernos edificios de apartamentos y oficinas corporativas, contrasta con la ciudad vieja. El Casco Antiguo es la parte más vieja de la ciudad, data del siglo 17 y en él se refleja la historia de Panamá tras la intervención española, de Francia y Estados Unidos.
El pirata Henry Morgan incendió y saqueó la primera ciudad de Panamá en 1671. La misma fue trasladada al actual Casco Antiguo. Las ruinas de la antigua ciudad todavía se preservan, incluyendo la torre de su catedral, y son una atracción turística conocida como el conjunto monumental histórico de Panamá la Vieja, reconocida como Patrimonio de la Humanidad.
La Ciudad de Panamá fue reconstruida en 1673 en una nueva localización a dos kilómetros al oeste-suroeste de la ciudad original, en las faldas del Cerro Ancón, conocida actualmente como el Casco Viejo de la ciudad.
Allí puede emprenderse un recorrido nostálgico por sus calles empedradas: Plaza Herrera, donde aún se conservan vestigios de las antiguas murallas que protegían la ciudad; la iglesia San José, con su imponente altar en oro, conventos como Arco Chato, residencias, bares y restaurantes con un aire bohemio.
También está la plaza de Francia y el baluarte de Las Monjas, donde se localiza la casa del cantante y ex ministro de Cultura Rubén Blades.
Este es un país a la vanguardia del cambio y el movimiento, con un centro bancario internacional, exitosas firmas de abogados, seguros, centros de llamadas, centros comerciales privilegiados, junto con una hermosa diversidad de culturas, una riqueza ecológica envidiable y una pujante empresa turística.
El turismo en Panamá ofrece el desarrollo del Pacífico sur, en el cual tiene playas y proyectos hoteleros importantes, incursionando en los 5 estrellas, selectivos y especializados como Playa Bonita.