Nicaragua, Honduras y Guatemala no reportan daños significativos en el turismo a causa de Félix

06 de Septiembre de 2007 6:56am
godking

Nicaragua. El huracán Félix, con categoría 5 en la escala Saffir-Simpson y vientos superiores a los 260 kilómetros por hora, tocó tierra el pasado martes en este país a las 5. 15 hora local, afectando a los departamentos de Puerto Cabezas, Bilwi, Cabo Gracias a Dios y otras comunidades costeras, sin tener una mayor repercusión en las destinos de Corn Island, Little Corn Island o Bluefields, que es donde se encuentran la mayor parte de los turistas.

En las zonas turísticas del caribe nicaragüense- Bluefields, Corn Island y Little Corn Island- no ha sido necesaria la evacuación, ya que tan solo están siendo afectadas por la lluvias, no obstante se mantiene la alerta amarilla con las medidas de precaución.

El Sistema Nacional de Prevención de Desastres SINAPRED, el cual integra todas las instituciones gubernamentales de este país, ha realizado una serie de acciones para enfrentar los embates evacuando a poblaciones de varias comunidades de los departamentos que están siendo afectados.

Mientras tanto, el Aeropuerto Internacional de Managua mantiene suspendido todos los vuelos que van hacia la Costa Caribe Norte y Sur por las alertas amarrilla y roja que se encuentra en el zona hasta nuevo aviso.

En Honduras, la calma volvió a las zonas costeras del país, después que inicialmente fueron declaradas en “alerta roja” ante la amenaza del huracán, mostrándose que las actividades en los diferentes hoteles, restaurantes y otros sitios turísticos de Islas de la Bahía, Copán Ruinas, la Ruta Lenca y la zona sur regresaron a la normalidad, según un informe del Instituto Hondureño de Turismo.

Los establecimientos que habían cerrado por precaución, a fin de evacuar a turistas y empleados, están restableciendo su actividad, luego de las horas de alerta, sin reportar víctimas ni daños en la infraestructura de sus negocios.

Como medidas de prevención algunas líneas aéreas, como Continental incrementaron dos vuelos diarios, en San Pedro Sula, para poder trasladar a los turistas que el lunes pasado fueron evacuados de las Islas de la Bahía a esa ciudad. Asimismo, los vuelos domésticos trabajaron normalmente el día de ayer para apoyar las labores de evacuación de turistas.

Los efectos del huracán “Felix” han sido mínimos, por lo que la mayoría de los hoteles y restaurantes ha cerrado y se disponen a restablecer sus servicios en un 100%, después del estado de alerta en el que se han mantenido en las últimas horas.

También como medida de prevención, dos cruceros que esta semana atracarían en la isla turística de Roatán, con más de 6,000 turistas, han decidido cancelar sus llegada.

El Ministro de Turismo de Honduras, Ricardo Martínez, comentó que cinco de los turistas trasladados de Roatán a San Pedro Sula, y que estaban en lista de espera para regresar a los Estados Unidos, solicitaron regresar a la Isla debido a la normalidad del clima en el departamento Insular de las Islas de la Bahía.

En Guatemala por el momento, no ha sido necesaria la evacuación de personas ni turistas por la llegada del Huracán Félix.

Los departamentos ubicados en el norte del país como Izabal, Petén, Alta Verapaz, Baja Verapaz, Quiché, Huehuetenango, Zacapa y Jutiapa, existe alerta naranja a la población como medida preventiva en caso el huracán adquiera mayor fuerza en los próximos días.

Por el momento, las actividades turísticas están normalizadas no siendo necesario el desplazamiento o evacuación de turistas. Sin embargo, como medida preventiva, ASISTUR- Asistencia al Turista- ya tiene contemplados posibles albergues que puedan ser utilizados en dado caso el Huracán Félix pase por territorio guatemalteco.

El Instituto Guatemalteco de Turismo -INGUAT- a través de ASISTUR, está en constante comunicación con tour operadores y gestores turísticos con la información adecuada en relación al fenómeno y las debidas llamadas de precaución en estas áreas.


Los tres países centroamericanos continúan desarrollando positivamente su labor de medidas de prevención ante el huracán, minimizando al máximo posible los daños que podría sufrir la población.

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