Las enfermedades no entienden de fronteras: turismo y migraciones las riegan por el mundo

11 de Julio de 2007 11:54pm
godking

Las enfermedades se han globalizado. Al igual que los capitales, las empresas y las personas, hoy las enfermedades no entienden de fronteras. Millones de personas se mueven cada día por un planeta que parece hacerse cada vez más pequeño. Y esto ha provocado que virus y bacterias también viajen. Enfermedades, como el dengue, la malaria o el mal de Chagas se dan en países de Occidente; la tuberculosis, una enfermedad hasta ahora controlada en los países del Norte, se extiende; y otras enfermedades consideradas "cosmopolitas", como las de transmisión sexual o la hepatitis aparecen en países donde no eran comunes.

El aumento de las migraciones y el de los viajes por turismo son la causa de que estas enfermedades se hayan convertido en "nuevos souvenirs". En España, por ejemplo, en un período de cuatro años se han dado más de 2.000 casos de malaria y 14 muertes. La malaria no es especialmente mortífera, si se detecta a tiempo. El problema es que los síntomas se confunden con los de la gripe y no se trata con los medicamentos adecuados.

La esquistomiasis también está sufriendo un aumento que alarma a las autoridades sanitarias. Hoy, esta enfermedad es endémica en 76 países y la sufren más de 300 millones de personas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) también alerta de la expansión de otras enfermedades tropicales, como la amebiasis o la filarosis.

El dengue es la enfermedad infecciosa que más se ha extendido. Dos quinta partes de la población mundial están en riesgo de contraer esta fiebre que puede acabar con la vida. El dengue tuvo su origen en Centroamérica y el Caribe, pero se ha extendido por toda Latinoamérica e, incluso, ha llegado a Europa. En España, se dieron 70 casos graves entre 1998 y 2002.

Las enfermedades tropicales no han interesado a las empresas farmacéuticas ni a las autoridades sanitarias. Sólo los países empobrecidos del Sur sufrían sus consecuencias: epidemias y muertes que diezmaban sus poblaciones. Sin embargo, hoy se están expandiendo y las autoridades sanitarias piden que se investigue para conseguir vacunas y medicamentos. La falta de personal cualificado es otro grave problema. Los médicos de los países del Norte no están acostumbrados a tratar ese tipo de enfermedades, no reconocen sus síntomas o los confunden con otras. Son horas vitales para la salud del paciente.

Por ello, los expertos defienden la creación de más unidades de medicina tropicales en los hospitales y la inclusión de asignaturas específicas en las facultades para una mejor formación de los futuros médicos. La tuberculosis, que se pensaba erradicada, ha vuelto con mayor virulencia. Es una enfermedad antes ligada a la pobreza y la falta de higiene y muchos inmigrantes se contagian cada año. En Europa, los casos de tuberculosis entre inmigrantes suponen un 30% de los casos totales de los que se tiene conocimiento. Los suburbios de las grandes ciudades, donde viven muchos inmigrantes, son focos graves de infecciones y de enfermedades. Y es ahí donde reside un verdadero peligro para que la enfermedad pueda derivar en epidemia. De ahí, la importancia de desarrollar políticas conjuntas para mejorar la salud de las personas y para acabar con la marginación y la pobreza.

La salud, o mejor, la mala salud es una causa y una consecuencia de la pobreza. Los excluidos, los que no tienen acceso al agua potable o a la comida tampoco tienen acceso a medicinas adecuadas. Sin embargo, si se produce una mejora en cuestiones de salud, la persona puede trabajar y mejora su calidad de vida, y la de la comunidad en la que vive. Los casos de lepra, viruela o enfermedades de transmisión sexual también aumentan entre las personas con menos recursos del planeta.

El aumento de personas afectadas por enfermedades importadas y las emergentes ha alertado a la comunidad sanitaria internacional. Sin embargo, tan sólo el 10% del presupuesto mundial de investigación se invierte en el estudio de enfermedades que causan el 90% de las muertes del planeta.

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