La belleza patagónica del Parque Nacional Los Alerces
El Parque Nacional Los Alerces, ubicado en el noroeste de la provincia de Chubut, es considerado una de las áreas protegidas más bellas de Argentina. Dueño de un Alerzal Milenario de características únicas en el mundo, invita al viajero a ponerse en contacto con la naturaleza y descubrir la magia de glaciares, lagos, bosques y especies de la fauna.
Situado en la región cordillerana de la provincia de Chubut, el Parque alberga en sus 263 mil hectáreas numerosos tesoros que esperan ser explorados. Es un sitio ideal para conectarse con la naturaleza, tal como lo hiciera a fines del siglo XIX el viajero y científico Perito Moreno, reconocido en el mundo entero por sus largas travesías en la Patagonia argentina.
La reserva natural se encuentra sobre el límite con el vecino país de Chile y fue creada en 1937 con el fin de proteger los bosques de alerces, uno de los árboles de mayor longevidad del planeta, que a principios del siglo XX estuvo en peligro de extinción. Además, aitenes, cipreses, coihues, arrayanes, notros, calafates y lengas integran la flora andino-patagónica.
El área protegida posee una cuenca de 14 lagos conectados por diversos ríos y 28 senderos de trekking. Situado a orillas de los espejos Futalaufquen, Verde, Menéndez y Arrayanes -entre los más visitados-, alberga innumerables paisajes naturales que llevaron a calificarlo como uno de los más bellos parques nacionales de la Argentina.
Agencias especializadas comercializan las excursiones dentro del área protegida desde la ciudad de Esquel, a unos 38 kilómetros de distancia, o también desde Villa Futalaufquen, situada dentro de la misma reserva. Esta última es una ciudad turística en la que se encuentran la Intendencia y el Centro de Informes y Museo, donde se obtiene información y permisos de pesca. Además, hay estación de servicio, cabinas telefónicas, restaurantes, proveedurías, campings, cabañas y hosterías.
Vida eternal
Entre los atractivos ineludibles de esta visita al Parque Nacional se encuentra el Alerzal Milenario, donde se avistan los árboles que le dieron nombre al área protegida y que también son llamados “lahuanes”, en lengua mapuche.
Para acceder a los ejemplares de alerces más grandes que existen en la región, se contrata una excursión lacustre que sale del puerto Limonao y hace trasbordo en Puerto Chucao. El visitante desembarca en el brazo norte del lago Menéndez, desde donde realiza una caminata.
Algunos de los ejemplares superan los 75 metros de altura y los 3,5 metros de diámetro, muchos de ellos con una antigüedad mayor a los 3 mil años.
Otros senderos recomendados dentro del Parque son Cinco Saltos, que accede a los mirados del arroyo Los Pumas; Cerro Alto El Dedal, que requiere unas siete horas de caminata; Lago Krüeger, donde está permitido acampar; Laguna Escondida, un trekking de apenas tres horas, y Cerro Alto El Petiso, de dificultad media.
Flora y fauna
Las intensas lluvias que se registran en las eco-regiones de bosque patagónico y de altos Andes ubican al área protegida entre las más ricas en vegetación, con un clima templado frío de gran estacionalidad. En tanto, en dirección al este se produce una transición hacia la estepa con zonas menos frondosas donde crecen maitenes, radales, ñires, arrayanes, lengas y cipreses cordilleranos.
En cuanto a la fauna, un recorrido por la reserva permite el avistaje de especies de aves como el chucao, el carpintero negro, el pitío, el cóndor, el caburé, la cotorra austral, el aguilucho, el carancho, la paloma araucana y el zorzal patagónico.
En los espejos de agua habitan también peces exóticos como el salmón y la trucha. Entre los mamíferos que habitan la región se encuentran pumas, pudúes, gatos huiña, huillines y y el huemul, un ciervo natural de la Patagonia que principalmente se refugia en el cerro Riscoso.
Pinturas rupestres
Uno de los senderos de trekking que ofrece el Parque Nacional Los Alerces conduce hasta un conjunto de aleros que conservan rastros de antiguas culturas aborígenes. Se trata de pinturas rupestres con motivos geométricos, laberintos y figuras humanas esquemáticas, similares a las encontradas en todo el noroeste de la Patagonia argentina.
Según los estudios realizados en la región, se estima que los primeros aborígenes se instalaron hace más de 3 mil años en el valle del río Desaguadero. Eran grupos de cazadores y recolectores, quienes con huesos de animales y piedras fabricaban boleadoras, puntas de flecha, punzones y artefactos de molienda.
Si bien la denominada Campaña del Desierto de finales del siglo XIX desarticuló muchas de las poblaciones indígenas, aún residen en las zonas aledañas al Parque Nacional diversas familias de la cultura mapuche.
Un glaciar diferente
Entre los circuitos más atractivos que posee el Parque se encuentra el trekking de aventura al Glaciar Torrecillas, una travesía que se desarrolla durante todo el año. Se trata de un ventisquero colgante en retroceso, y al igual que otros glaciares regionales -como el Río Manso, en cercanías de Bariloche (Río Negro)- divide su extensión en un área “limpia” y una lengua inferior “sucia”, producto de los sedimentos.
Esta excursión se realiza de manera obligatoria con guías y combina navegación lacustre con trekking de mediana dificultad.
El circuito llega hasta los pies del ventisquero, donde se encuentra la Laguna Del Antiguo, un espejo pro-glacial cada vez mayor por los desprendimientos de bloques o icebergs que además brindan un espectáculo único para las visitas.
Según los especialistas, en el último siglo hubo un retroceso muy importante del frente de hielo y un adelgazamiento de la porción superior. Distinto a los clásicos glaciares alimentados por un manto de hielo -como el Perito Moreno en la ciudad de El Calafate (Santa Cruz)-, el Torrecillas es un glaciar “de circo”, por erigirse sobre una montaña.
Paseos alternativos
En cercanías del Parque Nacional Los Alerces otros recorridos interesantes son el Centro Cultural Melipal; el Museo de Culturas Originarias, en Nahuel Pan; la Represa Futaleufú, en la zona sur del área protegida, y la Cascada Nant y Fall, un conjunto de siete saltos con acceso por Ruta 259.
Como excursión de aventura garantizada, otra de las opciones es la travesía 4x4 que llega hasta un conjunto de túneles de hielo a más de 2 mil metros de altura. El camino de acceso es el mismo que va hasta el Parque, pero sigue y asciende por una de las laderas del cerro La Torta, a unos 50 kilómetros de Esquel. Un paseo recomendado para hacer exclusivamente de diciembre a marzo.
Apartados chubutenses
Muy cerca del Parque Nacional Los Alerces resulte imperdible una visita a la ciudad de Esquel, situada en un valle rodeado de montañas. Dos de los atractivos turísticos que distinguen a esta urbe chubutense son el Expreso Patagónico La Trochita, un tren a vapor cuya trocha apenas tiene 75 centímetros de ancho, y el centro de esquí La Hoya, ideal para familias.
También lindero a Los Alerces se encuentra el Parque Nacional Lago Puelo, creado en 1937 como un anexo del primero e independizado 30 años más tarde. Esta zona se ubica en los faldeos del cerro Currumahuida y es un área de transición a la que se considera “laboratorio genético”, por proteger tanto los bosques y estepa patagónicos como los altos Andes.
Excursión Lacustre al Alerzal Milenario: desde Puerto Chucao a Puerto Sagrario cuesta U$S 21 y desde Puerto Limonao a Puerto Sagrario US$ 28.
Dentro del Parque se sugiere al visitante regresar con los residuos que generó; evitar el corte de ramas o las inscripciones en los árboles; utilizar recipientes para lavar ropa o utensilios, y para hacer fuego utilizar leña seca que esté a mano, en los fogones existentes.
El acceso al Parque Nacional se realiza desde Esquel por Ruta Nacional 259, hasta el empalme con la Ruta Provincial 71, que atraviesa el área protegida de norte a sur.
Por este mismo camino se arriba a Villa Futalaufquen y se conecta con la Ruta Nacional 258, que llega a la ciudad de El Bolsón.
Esquel tiene un aeropuerto con vuelos directos desde Buenos Aires (a 1.900 kilómetros) los miércoles y domingos desde US$ 380 ida y vuelta.
Los hospedajes de lujo en Chubut alcanzan los US$ 180, y existen alternativas en 3 estrellas entre US$ 100 y US$127. También hay hostels y campings para los que buscan opciones económicas por menos de US$ 20.




