Heredia, esa calle sinónimo de cubanía
¿Quién en Santiago de Cuba no ha subido, bajado o atravesado la calle Heredia? La extensa y anciana arteria se extiende desde Peralejo hasta morir, con su prolongación, en el reparto Portuondo. Hoy, aparece ante locales y foráneos en plena reanimación por los 500 años de la villa.
arquitectaLa arquitecta Hortensia Estrada, especialista del Plan Maestro en la Oficina del Conservador de la Ciudad, explica al respecto:
“Marcada por su centralidad, Heredia contiene valiosos exponentes de la arquitectura y el urbanismo. Entre las calles Calvario y Corona asimila edificios emblemáticos e históricos, que han sido sedes de importantes actividades y usos culturales como la Casa Natal de José María Heredia, la Casa de la Trova, la Casa de la Cultura Josué País García, la Asociación Cubana de Artesanos-Artistas, las sedes de ARTEX y de Paradiso.
“También hallamos el Museo del Carnaval, la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba, el Fondo de Bienes Culturales con sus tiendas, la Biblioteca Provincial Elvira Cape, la Empresa de la Música Miguel Matamoros, la Catedral, la Oficina del Conservador de la Ciudad, y se vincula al parque Céspedes.
“El objetivo del proyecto actual es consolidar esa locación, para lo cual se trabaja en la reanimación urbana, donde participan cada una de las instalaciones y entidades. Se laboró en la Casa del Estudiante ahora Casa de la Cultura y en la galería anexa, el Centro de la Música, en la sede de ARTEX. Ahora estamos inmersos en Paradiso, una agencia cultural vinculada al turismo internacional.
Sobre la rehabilitación de otras edificaciones agrega Hortensia:
“La restauración de la catedral es bien conocida, pero hay una obra que la ciudad esperaba hace tiempo y menos divulgada, la Casa del Queso. Se trata de un edificio de viviendas con altísimo valor patrimonial, es la única esquina que tiene dos balcones coloniales, y en la planta baja adquirirá funciones culturales.
“En Corona esquina Heredia, está la otrora casa de Carlos Dranguet, que presenta una nueva dinámica de restauración. Llevaba mucho tiempo cerrada y será el Centro de Interpretación del Patrimonio Cafetalero, vinculado al proyecto “Por los caminos del café”.
La reanimación urbana incluye además el tratamiento de fachadas, un estudio de colores adecuados y de los carteles identitarios de las instalaciones, más la reparación de superficies, carpinterías y aceras, la incorporación de mobiliario urbano en caso de ser necesario como papeleras, etc. Asimismo, se realizará una valoración de los horarios para mejorar los servicios. Según la entrevistada, no todos los edificios entran en el plan porque no lo necesitan o no alcanza el presupuesto.
Heredia en la historia
herediacallePero la importancia de la arteria trasciende a sus inmuebles actuales. El artículo Bosquejo histórico de la calle Heredia, del investigador Rafael E. Milanés Rodríguez, permite adentrarnos en ella y descubrirla desde sus inicios.
El autor refiere que “En el primer plano conocido de la ciudad de Santiago de Cuba, fechado en 1712, esta calle se extendía desde la zona inmediata de la bahía y puerto hasta algo más arriba de la calle Reloj. Ya en 1728 –según plano de esa fecha- ha crecido hasta entroncar con la de San Agustín.”
Milanés, partiendo de diversas fuentes, ofrece una vasta descripción de los nombres y sus orígenes que tuvo la vía, dividida en tramos. El primero corría desde la zona inmediata al puerto hasta Padre Pico y aparece como Calle del Hospital. El espacio comprendido entre las actuales Padre Pico y Santo Tomás se señaló como calle de la Torre.
Por calle de la Amargura se conocía, en la medianía del siglo XVIII, el trayecto comprendido desde San Pedro hasta Calvario. El espacio que corre de Calvario a San Agustín aparece cartografiado con el nombre de calle de Mejía.
En el plano de 1813 la calle ha crecido hasta la actual Barnada, y apenas dos décadas más tarde, en el plano de 1835, ya la ha sobrepasado y llega hasta Paraíso, y es identificada en toda su extensión como calle de San Juan.
A partir del 24 de abril de 1818, día cuando fue bendecida la cuarta catedral con fachada abierta al norte, comenzó a llamarse “calle de la Catedral”, desplazando a todos los calificativos anteriores.
El 31 de diciembre de 1803, en la casa marcada entonces con el número 105, nació el Cantor del Niágara, José María Heredia. En 1889 se cumplían 50 años de su muerte y un grupo de hijos de esta ciudad, acompañados de otros cubanos y encabezados por Federico Pérez Carbó, Enrique Valdor Ruiz y Joaquín Tamayo Izaguirre, solicitaron al Ayuntamiento el cambio de nombre a la calle Catedral por el de Heredia.
La petición fue avalada con el respaldo de muchos coterráneos y favorablemente resuelta el 23 de octubre de 1889. El canje hizo de Heredia la primera arteria de Cuba en llevar el nombre de un cubano, considerado además un patriota.
Ya en el plano de 1938, debido al incremento poblacional, se extiende en más de una cuadra después de Trocha y está cartografiada con el nombre de Prolongación de Heredia. Hacia 1946 entronca con Pedrera y forma parte de la red vial del reparto Portuondo.
Así llega Heredia a nuestros días, para fatigarnos con su loma e indetenible tránsito, mientras las tiendas y artesanías nos secuestran un rato, la “Elvira Cape” invita a leer una antigua novela o simplemente la música de la Casa de la Trova invade el aire con su ritmo de cubanía.
Tomado de Sierra Maestra




