Estados Unidos: Texas, un destino de vacaciones durante todo el año
Estados Unidos. Amplio en su oferta turística, Texas cuenta con casi 600 millas de playas sobre el noreste del Golfo de México. Encantadora, esta zona posee arenas y sitios increíbles inmersos en un clima verdaderamente tropical, en el que brisas que llegan del océano permiten mantener en el verano la temperatura en niveles realmente agradables, que raramente superan los 30 grados centígrados.
A la hora de repasar las mejores y más populares playas, hay que mencionar a las arenas de Galveston, la Isla Sur Padre y la Isla Mustang, en Corpus Christi. Esta última opción es sencillamente encantadora, con enormes dunas y grandes olas que se levantan furiosas en una zona cercana a un área de preservación federal que es un verdadero santuario de pájaros. Por su parte, las playas de Isla del Padre son un lugar muy visitado por el turismo joven, al punto de haberse convertido en un sitio de especial interés para los estudiantes universitarios, tanto por sus playas de arenas blancas como por las fiestas que se celebran en la noche.
Finalmente, las playas de Galveston son posiblemente las más tradicionales. Vale destacar que Galveston es una ciudad que se encuentra muy próxima a Houston, lo que la ha transformado con la opción más importante para sus habitantes a la hora de buscar el ocio de las aguas y las arenas.
Texas, el imperio de las grandes extensiones
Sitio de mil leyendas de vaqueros, Texas es el lugar en donde puede experimentarse con fuerza el verdadero espíritu de la frontera. Su geografía de enormes extensiones, su mundo de ranchos, las imágenes de las vacas arriadas por los llanos, los caballos cabalgando en las zonas desérticas, los pozos de petróleo, todo es en Texas una postal de inequívoca atracción para el visitante.
Con casi 700 mil kilómetros de superficie, es el segundo estado más grande de los Estados Unidos y un sitio en el que casi todo puede encontrarse. Así, más allá del lógico atractivo que representan sus grandes ciudades, como Austin, San Antonio, Houston y Dallas, en los pueblos pequeños puede disfrutarse de festivales étnicos capaces de provocar en el turista sensaciones difíciles de explicar. Una rara mezcla de presente y pasado.
Pero también, Texas posee cosas que van más allá de las raíces culturales y le permiten al visitante entrar en contacto con la naturaleza, como ser las playas de la costa del Golfo, los excelentes lugares de pesca que van desde el lago Caddo hasta el río Devils, los magníficos senderos de excursionismo de las sierras de Guadalupe y Chisos, la posibilidad de hacer canotaje en el Big Ticket o, para los amantes del silencio, la chance de observar cientos de especies distintas de aves en el Valle del mítico Río Grande
Todo sintetizado en seis grandes regiones, en las que el paisaje y los colores cambian desde el verde profundo de los densos bosques de pinos del este, en la frontera con Louisiana, hasta el amarillo y los tonos ocres de los ásperos desiertos del oeste, cercanos a México. Mundos maravillosamente distintos, en un lugar común.