Escenarios de películas en la Argentina

07 de Octubre de 2013 6:42am
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Escenarios de películas en la Argentina

Ciudades, campos y paisajes argentinos fueron protagonistas de la pantalla grande desde comienzos del siglo XX. Basta recordar la película Evita -interpretada por la cantante Madonna-, con una famosa escena en la Casa Rosada; también una Buenos Aires que sirvió de telón para Highlander II, y la cordillera mendocina, donde se filmó Siete Años en el Tíbet.

Lo más interesante es que en Argentina se filman películas los 12 meses al año, bien sea cine nacional o internacional, ya que las temporadas son opuestas a las de los Estados Unidos y Europa.

En la actualidad, más de 14 mil estudiantes cursan la carrera cinematográfica en Argentina, y ello genera también una ventaja diferencial en cuanto a calidad de filmación. Este factor, junto a la facilidad estética de parecerse a cualquier ciudad o territorio ubicado en cualquier continente, coloca al país a la altura de las mejores plazas del mundo.

Como una alternativa para el turismo, recorremos los principales escenarios y películas que han logrado fama en el mundo.

La city porteña

Buenos Aires ha siso siempre la preferida de los realizadores nacionales y extranjeros. Su arquitectura tanto urbana como rural, y sus escenarios en tierra y mar, son la gran ventaja. Las pulperías y los antiguos almacenes son los más buscados para películas de otra época. Estos espacios fueron elegidos para Don Segundo Sombra de Manuel Antón y Juan Moreira de Leonardo Favio.

Los barrios de La Boca y San Telmo aparecen en Teatro, la última película de Francis Ford Coppola. Además, se convirtió en Barcelona cuando sus calles protagonizaron el thriller Carne de Neón, y la producción dinamarquesa Superclásico, dirigida por Ole Christian Madsen, en la que aparece un mediocampista del equipo de Boca Juniors. También, en 1997, el director chino Wong Kar Wai filmó Happy together en los conventillos de La Boca.

En los alrededores de la ciudad de Buenos Aires se ubica el Parque Pereyra Iraola, protagonista del spot Las piernas de Maradona, con espacios verdes y una casona neocolonial del siglo XIX, y Campanopolis, íntegramente construida con material de demoliciones, descartes y derrumbes.

Escenarios en la provincia

Una mención aparte merece La Plata (capital de la provincia de Buenos Aires), cuya estación de trenes, ataviada con banderas y uniformes nazis, fue escenario de las primeras imágenes de Siete Años en el Tíbet.

Entre los sitios destacados para locaciones aparecen la Casa Curuchet, del arquitecto Le Corbusier, llevada a la pantalla grande en El hombre de al lado, de Mariano Cohn; el Observatorio Astronómico, y el Museo de Ciencias Naturales, donde se rodó El Aura.

El poblado de Uribelarrea, intacto desde fines del siglo XIX, fue locación de Evita, de Alan Parker; Felicitas, de Alexis Puig; Nueces para el amor, de Alberto Lecchi, y Dos amigos y un ladrón, de Jaime Lozano, entre muchas otras.

Chascomús, con sus castillos y su cementerio presbiteriano y castillos, apareció en las proyecciones de El santo de la Espada, de Leopoldo Torre Nilsson; Mujer Conejo, de Verónica Chen, y Camila, de María Luisa Bemberg.

Villa Lía, al noroeste bonaerense, es una pequeña ciudad fundada en 1803. Elegida por el británico Christopher Hampton, fue escenario de rodaje para Imagining Argentina, con la participación de Antonio Banderas. Una película ambientada en la última dictadura militar, que luego de filmar en este poblado trasladó su equipo a la capital federal.

La ciudad de Luján se ambientó para una de las batallas de la Guerra Civil Española en There Be Dragons, una película dirigida por el inglés Roland Joffé, que cuenta la historia de Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei. A escasos kilómetros, Don Torcuato sirvió como tierra medieval para Deathstalker hace 20 años. Es un escenario que inspiró al director Héctor Olivera a rodar años más tarde El Mural, sobre una obra de Siqueiros pintada en el sótano de una estancia.

Otras locaciones que ofrecen estas tierras bonaerenses son el Puerto de Mar del Plata, con vista al Atlántico; el Partido de la Costa y sus 300 kilómetros de playas; el Autódromo Juan Manuel Fangio, en las afueras de Balcarce, y la Salina de Villarino, ubicada en las cercanías de Bahía Blanca.

Naturaleza viva

La Patagonia Argentina es otra de las preferidas para escenarios con diferentes relieves, nieve, vegetación y lagos.

En la ciudad de Ushuaia (Tierra del Fuego), se filmaron al menos 14 producciones. Las míticas son la alemana Silberkondor über Feuerland, en 1929; la italiana Terre Magellaniche, en 1933, y la argentina Todas las Azafatas van al Cielo, de 2002.

Dentro del Parque Nacional Los Glaciares (Santa Cruz) fueron varias las películas de buceo que se filmaron, entre ellas Remolino azul, en cercanías del Perito Moreno.

Otros escenarios como Comodoro Rivadavia (Chubut) y Bariloche (Río Negro) protagonizaron El Aura, la segunda película de Fabián Bielinsky. Esta última ciudad -sede del Cerro Catedral- también aparece en algunas escenas de En el camino, del brasileño Walter Salles.

En el cuyo

En la zona de Cuyo se destaca como escenario para locaciones la provincia de Mendoza. Gran parte de Siete Años en el Tíbet fue rodada entre Malargüe y Uspallata.

Al Norte del país, el director Fernando Spiner logró interactuar con comunidades aborígenes en Aballay, el hombre sin miedo, filme argentino que compitió con otras 63 producciones para lograr una candidatura al Oscar en categoría habla no inglesa. La película gira en torno a una pulpería de Amaicha del Valle (Tucumán), que luego fue convertida en centro cultural para los lugareños.

En San Luis existe una ley que promociona la industria del cine. Esta herramienta atrajo producciones como La patria equivocada, de Carlos Galettini, y La revolución es un sueño eterno, de Nemesio Juárez. En esta provincia y muchos otros lugares del país, también se crearon organismos que ofician como facilitadores para otorgar los permisos de filmación.

(Fuente: TUR Noticias)

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