Enrique de Marchena Kaluche, Presidente de la Asociación de Hoteles y Turismo del Caribe (CHTA)

18 de Junio de 2009 4:05pm
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Enrique de Marchena Kaluche, Presidente de la Asociación de Hoteles y Turismo del Caribe (CHTA)

Tras un año de trabajo al frente de CHTA, De Marchena considera que sus principales logros han sido el de darle a la organización un perfil mucho más amplio e integral en su gestión, a la vez que se gana una mayor integración de la industria turística caribeña.

Entre los retos de cara al 2010, el actual presidente menciona la necesidad de conseguir una relación más estrecha con la Organización de Turismo del Caribe (CTO), mejores conexiones aéreas para los países del área y buscar un fortalecimiento en sus proyectos de desarrollo turístico.

¿Cómo ha transcurrido su mandato al frente de CHTA, y cuál había sido su trayectoria profesional antes de asumir el cargo que ostenta en estos momentos?

-Ahora, en este mes de junio, cumplo mi primer año como Presidente de la Asociación de Hoteles y Turismo del Caribe, y a partir de este evento (Taste of Caribbean) comienzo el segundo y último año de mi gestión. Básicamente, los logros más importantes de mi gestión han sido el proceso innovador que iniciamos en junio del 2008, cuando dejamos de ser una asociación enfocada exclusivamente en el sector hotelero y le dimos a la organización un perfil mucho más amplio e integral, lo cual trajo el cambio de CHA a CHTA. Ese proceso no ha entrañado solamente un cambio de nombre, sino que hemos ido trabajando en aras de una mayor integración de la industria turística regional.

Uno de los propósitos que vamos a llevar a cabo en este segundo año de mandato es la designación de un director ejecutivo, que va a fungir como segundo al mando dentro de la organización y jefe de la membresía. En ese esfuerzo integracionista de la industria turística visitamos el pasado año diez islas del Caribe y participamos en los grandes eventos turísticos a nivel mundial, como FITUR en España, WTM en Londres, y una cita en Bruselas para la aprobación del Acuerdo de Asociación Económica (EPA por sus siglas en inglés).

Ha sido un año de mucho trabajo, lleno de retos y desafíos generados por la actual crisis económica y financiera mundial, elementos estos que repercuten en CHTA. Pero también hemos tenido muchos logros y satisfacciones.

¿Cuáles fueron los problemas más graves con los que tropezó cuando llegó a la presidencia de CHTA? ¿Piensa que en estos momentos ya esas dificultades han sido solucionadas?

-Primero, debemos entender que CHTA es la principal institución del sector privado en el Caribe, que su función en el área es de organismo que cohesiona la posición del sector turístico privado regional, y que nuestra labor es defender el desarrollo de la industria turística. Pienso que el balance ha sido satisfactorio, porque he conseguido tener una presidencia muy activa, he logrado llamar la atención de los gobiernos y las asociaciones locales en las islas que hemos visitado. Considero que esa visión integracionista se ha ido expandiendo.

Si usted me pregunta en estos momentos cuál yo considero que es el principal reto que enfrenta el Caribe, le diría que el tema de las conexiones aéreas. No hay dudas que esta crisis ha traído una reducción en el número de vuelos, de frecuencias y conexiones hacia la región. Y eso es un gran reto, porque mientras continuamos promocionando el Caribe, mientras continuamos luchando por un presupuesto de marketing, también enfrentamos este problema, que puede atentar directamente contra el arribo de más viajeros a nuestros países.

¿Cómo se ha visto afectado el sector de los cruceros por esta crisis económica?

-Creo que el impacto de la crisis en el sector de los cruceros ha sido menor por diversas razones. Pienso que uno de los temas que la industria de cruceros ha conseguido manejar con mayor éxito ha sido el migratorio, porque al no requerirse visado para entrar a la mayoría de las islas del Caribe cuando se viaja en crucero, eso se contrapone al hecho de que sí se necesita visado y hay que hacer trámites migratorios cuando se viaja por avión. Ese ha sido un gran logro para la industria de cruceros.

Por otra parte, lo que yo sí critico a la industria de cruceros es en el tema de su aporte a las economías del Caribe. Mientras que esta industria recibe enormes beneficios de su interacción con el Caribe, su aporte a la economía regional es muy reducido. Ahora, el hecho que un crucero es como un hotel “todo incluido” flotando en el mar, con precios razonables y con la posibilidad de visitar cinco islas diferentes, eso se convierte en una oferta sumamente atractiva en momentos de contracción económica.

¿Qué países del Caribe se han visto más afectados con esta crisis económica?

-De acuerdo con las estadísticas que tenemos, los destinos más afectados han sido Bahamas, Santa Lucía y St. Kitts y Nevis. Las menos afectadas han sido Cuba, Jamaica y República Dominicana. El decrecimiento en este último país, hasta el mes de mayo, había sido de un 4 por ciento, lo cual no es tan malo si lo comparamos con los resultados en igual periodo del pasado año. Pero en el caso de las Bahamas, el decrecimiento hasta el mes de abril había alcanzado ya el 12 por ciento.

La afectación en Bahamas se ha debido fundamentalmente al tipo de mercado con el que trabajan, que es el norteamericano, y por otro lado por el hecho de ser un territorio insular muy disperso, que dificulta mucho la labor de mercadeo. Por otro lado, la quiebra de varios grupos financieros importantes dentro de Estados Unidos dio al traste con varios desarrollos hoteleros que se venían desarrollando o proyectando en las Bahamas.

En estos momentos de crisis, ¿quiénes han demostrado ser más creativos?

-Si yo tuviese la potestad de entregar un premio a la mejor creatividad en el Caribe, en estos tiempos de crisis, se lo entregaría a los jamaicanos. Jamaica ha conseguido realmente integrar el sector privado con el sector público, y lo han hecho a través del Consejo de Promoción Turística, mediante un trabajo de conjunto muy eficiente; además de que su Primer Ministro, el señor Brian Golding, es un líder que entiende y se involucra en el sector turístico, que está convencido de que el turismo es el motor principal de su economía.

¿Cómo se han comportado las principales cadenas hoteleras en estos momentos en el Caribe en sentido general? ¿Han proseguido con los grandes proyectos que tenían?

-Ha habido de todo un poco. Muchos proyectos se han visto detenidos, otros han cerrado. El proyecto de la cadena Four Seasons en Exuma, en las Bahamas, ha cerrado; al igual que el Four Seasons de Nevis. El proyecto de esa misma cadena en Casa de Campo, en la República Dominicana, está en suspenso en estos momentos. Mientras que el de la cadena Ritz-Carlton en Molasses, en Turcos y Caicos, está suspendido. No hay dudas de que la crisis en el sector financiero de Estados Unidos ha afectado un sinnúmero de proyectos hoteleros. Por otra parte, hay proyectos de financiación europea o de grandes capitales que sí han continuado adelante.

El hecho de que la gente haya dejado de viajar a México por la gripe, ¿se ha revertido positivamente en otras áreas del Caribe?

-Sí, ha revertido favorablemente en países como Jamaica y República Dominicana. El mes pasado solamente República Dominicana recibió más de cien vuelos como consecuencia de la crisis en México, y tengo entendido que Jamaica también se benefició con un buen número de vuelos. Pienso que ese es un excelente ejemplo a seguir.

El Presidente Felipe Calderón de México ha comprendido que el petróleo y la industria ya no son las únicas fuentes de importancia en su país, y que el sector del turismo y la hospitalidad juega un rol importantísimo en la economía mexicana, en el aporte al Producto Interno Bruto. El mismo, de conjunto con su Ministro de Turismo, el señor Rodolfo Elizondo, está liderando el proceso de relanzamiento de México como destino turístico y han anunciado un presupuesto de promoción turística por encima de los 100 millones de dólares.

Eso es un ejemplo para las naciones caribeñas, que pueden apreciar en el accionar actual de México cómo una situación de crisis, una situación que tuvo un enorme impacto económico, les permitió a los mexicanos tomar las medidas necesarias para revertir esa coyuntura circunstancial. Yo auguro que México tendrá éxito en este empeño.

¿Qué importancia le conceden usted y su organización a todo este despertar del tema gastronómico a nivel mundial?

-Siempre me siento sumamente complacido de asistir a Taste of the Caribbean. Este es un evento que se ha venido desarrollando desde el año 1993, aunque ha tenido sus altas y sus bajas. Nosotros nos propusimos relanzar esta cita de manera independiente, sin que estuviera convoyado, como en años anteriores, dentro de un evento más amplio. Hemos comprendido que no se puede hablar solamente de hotelería, sino que cuando hablamos de la industria turística debemos hablar también de la gastronomía, de los deportes, de las marinas y los parques temáticos.

La gran satisfacción que tengo es que hemos roto un récord, porque tuvimos en este evento 233 delegados con 18 equipos culinarios provenientes de 18 islas diferentes del Caribe, en los cuales hubo 78 chefs. De manera que el evento ha sido todo un éxito por la participación que ha tenido, especialmente en un año tan difícil como éste.

¿Cómo han marchado las relaciones entre el Caribe anglófono y el Caribe hispanoparlante en este año de mandato suyo?

-Esa ha sido la parte menos complicada de mi mandato, porque históricamente he mantenido buenas relaciones con todas las islas del Caribe. A pesar de venir del Caribe hispano, no se me ha hecho difícil la relación con el Caribe anglófono o francófono o con el Caribe holandés. Además de ser algo placentero para mí, he recibido un enorme apoyo en ese sentido.

Lo que realmente sí ha sido un desafío para mí es la relación con la Organización de Turismo del Caribe (CTO por sus siglas en inglés), y la razón es muy sencilla. En el año que llevo de presidente de CHTA ya he visto pasar tres presidentes de CTO y eso ha dificultado el encauzamiento de la agenda entre el sector público y el sector privado

Esto ha traído como consecuencia que la relación entre CHTA y CTO haya sido muy difícil en estos doce meses. Yo deseo realmente que esa relación mejore, se fortalezca en el próximo año para beneficio del Caribe. Cuando una organización tiene tres líderes diferentes, con tres visiones diferentes, eso significa que la entidad anda sin rumbo. Con todo el respeto que me merece una organización como CTO, creo que eso es precisamente lo que le ha venido pasando en estos últimos doce meses.

Díganos una palabra que defina su primer año de mandato y otra que defina lo que será este segundo año al frente de CHTA

-Yo diría que la palabra que define el primer año es “integración”, porque aunque no lo he logrado con CTO sí lo he conseguido con todas las islas. Las islas del Caribe han sentido que cuentan con una CHTA fuerte, recuperada financieramente, que está haciendo su trabajo. Hemos conseguido en este año, por primera vez, reunir a las grandes cadenas norteamericanas y comenzar a trabajar con ellas para el 2010.

Ahora, la palabra para el segundo año de mandato, que comprende lo que resta del 2009 y el primer semestre del 2010, es “fortalecimiento”. Le puedo asegurar al grupo Excelencias, que ha sido un gran colaborador nuestro y que cuenta con una publicación que cada vez es más leída por el sector turístico, que al término de mi gestión voy a dejar un CHTA mucho más fortalecido. Estoy convencido de ello y queremos dar los pasos adecuados, junto con el personal de CHTA, para que eso sea posible.

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