El entorno de La Gran Piedra se ratifica en la predilección de los viajeros que arriban a esta ciudad en cruceros, afirmaron fuentes del Ministerio de Turismo.

Esos ámbitos paradisíacos, fuertemente maltratados por los vientos del huracán Sandy poco más de dos años atrás, rivalizan en el gusto de los turistas con el Castillo de San Pedro de la Roca del Morro, ubicado a la entrada de la bahía santiaguera y declarado Patrimonio de la Humanidad.

Las 27 habitaciones y otras instalaciones del motel homónimo recibieron los beneficios de labores constructivas en pos del devolverle el esplendor a tono con un privilegiado ambiente natural, presidido por una roca de 75 mil toneladas, considerada el peñasco de mayor peso en el mundo.

En medio del Paisaje Natural Protegido, como parte de la Reserva de la Biosfera Baconao y a mil 226 metros sobre el nivel del mar, se yergue ese bloque de brecha volcánica de 55 metros de largo y 25 de ancho, como un foco de atracción para quienes optan por subir hasta este punto.

La escalera de acceso fue remozada, junto a una renovada señalética y otros elementos que facilitan el ascenso.

A escasos kilómetros se ubica la hacienda cafetalera La Isabelica, insertada en el paisaje arqueológico de ese cultivo en el sur-oriente cubano que también ostenta la condición de Patrimonio Mundial y deviene otra motivación para los visitantes por su buen estado de conservación y las huellas seculares atesoradas.