El Cristo de Río de Janeiro cumplió 80 años
Comenzó a construirse en 1926 y se inauguró el 12 de octubre de 1931. Ochenta años después, recibe cada año la visita de cerca de 700.000 turistas de todo el orbe, es una de las nuevas maravillas del mundo y símbolo de Río de Janeiro, con mucho aún por ver en un país como Brasil, que gana creciente influencia en el panorama económico y turístico internacional.
En su aniversario 80, este miércoles, hubo en Río un acto religioso, sobrevuelo de aviones y presentaciones musicales con la asistencia de miles de personas, entre quienes es muy posible que haya habido muchos descendientes de aquellos cariocas que aportaron dinero para su construcción y posterior inauguración en el gobierno de Getulio Vargas.
Con 38 metros de altura, a los que se suman los 710 metros del Cerro del Corcovado, el Cristo de Río asume una posición de bienvenida, de abrazo a todos, en un gesto ecuménico para algunos y para otros de hospitalidad y grandeza mientras contempla la ciudad.
Originalmente, su creador, el arquitecto Heitor Da Silva Costa, lo había concebido con una crucifijo y una bola que representaba al mundo en cada mano.
Entre las anécdotas de la construcción están la participación de más de mil obreros y la inexistencia de accidentes al colocar los fragmentos de piedra que componen el Cristo Redentor.




