Cuba: Jardines de la Reina, buceo en un paraíso de gran biodiversidad

15 de Marzo de 2011 2:39am
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Cuba: Jardines de la Reina, buceo en un paraíso de gran biodiversidad

Cuba. Bajo un régimen especial de protección ambiental desde los años noventa, Jardines de la Reina es un archipiélago de unos 250 islotes vírgenes a unas 50 millas náuticas al sur de la provincia de Camagüey. Considerado uno de los destinos de buceo de mayor calidad entre los varios con que cuenta este país, es un paraíso de gran biodiversidad y permite experiencias como el buceo con tiburones.

Ser despertado a la siete de la mañana por un leve sonido en la puerta, seguido del aroma de una tasa de café cubano acompañado de un sabroso jugo de naranja, es el inicio de una excitante jornada de buceo que se repite por seis días a bordo de la Tortuga, barcaza o "patana" -como dicen los cubanos- que es parte del complejo habilitado para dar servicios de pesca y buceo a los afortunados que vistan el Archipiélago "Jardines de La Reina", bautizado así por el mismo Cristóbal Colón en homenaje a la Reina Isabel La Católica.

Ubicado entre las provincias de Camagüey y Ciego de Ávila, al Sur de la isla de Cuba, y desconocido por gran parte de la población, goza de todas las comodidades.

Así la energía eléctrica e Internet inalámbrico nunca faltan a bordo. Ni que hablar de la calidad de las embarcaciones y los guías expertos que te acompañan y te dan confianza y un servicio que no se paga con la propina propuesta por los operadores, de acuerdo al nivel de la embarcación que elijas, ya que además de la Tortuga, tienes otras posibilidades más económicas o de lujo para conocer la zona.

Desde luego, el atractivo principal para los buceadores es la convivencia prolongada y segura con las distintas especies de tiburones que vas a encontrar en las 12 inmersiones que contempla el paquete, como son los sedosos y los grises del Caribe; pero no es raro que se vean en todas las inmersiones enormes meros y guasas que en realidad pueden llegar a ser más peligrosas para los incautos que los mismos tiburones.

Por la tarde, al final de la sesión, te reciben con un "mojito, sangría o cuba libre" -acompañado a manera de tapas- de una exquisita pizza de camarón, langosta, jamón; es ahí donde los expertos locales comienzan a conversar de lo ocurrido en la inmersión y te cuentan de un fotógrafo a quien una enorme guasa le arrebato la cámara, se la tragó, se fue a las profundidades y desde ahí la regurgitó.

Uno de los expertos guías nos dice que la peligrosidad del tiburón es un mito, aunque siempre se debe bucear con respeto hacia ellos porque son potencialmente peligrosos.

Además del atractivo que tienen las inmersiones, son inmejorables los intervalos en superficie, pues es cuando tienes oportunidad de ver y hasta tocar a las especies endémicas de la zona. No es exagerado compararla con las Islas Galápagos en cuanto a reserva biológica, ya que encontramos especies endémicas de mamíferos llamados jutías, que son roedores de gran talla comestibles en otras partes.

También existen en la zona reptiles como las iguanas y una especie de cocodrilo cubano de agua dulce.

Por las noches, después de una esplendida cena, nos acomodábamos en la zona de relax de la embarcación a esperar que acudiera a visitarnos un cocodrilo al que han bautizado como "Franco" quien aparece al oír ruido y se le da de comer pollo o puerco o los sobrantes de la cena.

Casi todos consumimos preferentemente pescado llevado diario de una zona exterior al parque nacional, declarado así desde 1997 porque la pesca que se practica en Jardines de la Reina es con el sistema de captura y posterior liberación.

Igualmente en la convivencia nocturna participan invariablemente todos los trabajadores sin importar su tarea o nivel, lo que hace sentirte muy a gusto pues no importa en ese momento nacionalidad (en nuestro caso habíamos rusos, alemanes, mexicanos, un argentino y cubanos) así que profesión o lenguaje pasan a un segundo término y se disfruta una verdadera hermandad que solamente se vive en la Comunidad del Buceo.

Un comentario final es que el "feeding" que se practica en toda Cuba es perfectamente legal y seguro, y demuestra la posibilidad de convivir con éstos maravillosos seres sin afectar su entorno.
 

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