Colombia: Gorgona, de tenebroso penal a paraíso ecológico mundial

Colombia. De tenebroso penal de alta seguridad  destinado a los más peligrosos reclusos, la isla de Gorgona, en el Pacífico de este país, se convirtió en los últimos 25 años en un paraíso ecológico y lugar  privilegiado para la observación de las famosas ballenas “jorobadas”.

Entre mayo y noviembre, época de avistamiento de ballenas, cerca de 4.800  turistas llegan a la isla tras un recorrido de 35 km desde el continente,  atraídos por lo exótico de la zona, dice a la AFP  el franco colombiano Jean Claude Bessudo, propietario de un hotel en la isla.

El resto del año, durante la llamada temporada baja el número de turistas  disminuye a unos 2.400.

"Su biodiversidad, posición geográfica estratégica, su riqueza marina,  hacen de Gorgona un destino obligado para esos turistas que recorren el mundo  en la búsqueda de tesoros ecológicos", destacó por su parte Luis Jiménez,  coordinador del programa de Conservación de Tortugas Marinas.

Gorgona, caracterizada por su relieve montañoso y selvático, cuenta entre  sus riquezas con la presencia de cinco de las ocho especies de tortugas marinas  existentes en el mundo, varias de las cuales en vías de extinción. Allí se  reproducen durante varias épocas del año.

En la isla se encuentran unas 600 especies de peces, 154 de aves, 12 de  serpientes, dos de oso perezoso, 629 de plantas, muchas de ellas medicinales,  además de mamíferos marinos, mariposas, micos, e insectos sólo conocidos allí.

Como especies endémicas aparecen entre otras el lagarto azul, el  cangrejo pulmonado, la rata semiespinosa, recuerda Jiménez.

A pesar de que 70% del bosque de Gorgona fue talado entre 1960 y 1985,  época en la que funcionó el temido penal, llamado también el “Alcatraz  colombiano” y del que, según testigos, sólo dos reclusos pudieron escapar, hoy  la isla ha recuperado su espesa vegetación.

En medio de la maraña del bosque, los turistas encuentran, como vestigio de  la “historia negra” de la isla, las ruinas de lo que fue el penal, construido  al estilo de los campos de concentración nazi, e incluso puede observar aún las  tumbas de 36 reclusos, de las decenas que se sabe perecieron allí.

Muchos fallecieron como consecuencia de las enfermedades propias de la  zona, pero la mayoría, según cuentan los guías, por los malos tratos, las  torturas y asesinatos producto de rencillas con sus compañeros y carceleros,  quienes, en un terrible paralelo con los reclusos, llegaban castigados por el  sistema.

Pero el gran atractivo de Gorgona -bautizada así por el conquistador  español Francisco Pizarro por la gran cantidad de serpientes que encontró en el  lugar- es la llegada de las ballenas Yubarta o “Jorobadas”, que buscan las  aguas cálidas de la zona para aparearse y para dar a luz a sus ballenatos, tras  un viaje de 8.000 km desde la Antártida.

El cántico de los machos cuando cortejan a su pareja se puede escuchar a  kilómetros de distancia, y es un gran atractivo para las decenas de buzos que  tienen en sus aguas unas de las preferidas por su riqueza en especies marinas,  entre las que también se destacan los tiburones.

Esta isla colombiana fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1984 por  la Unesco.