Cayos Perla: un paraíso en el Caribe nicaragüense
Rodeados de un mar de aguas color verde esmeralda, con sus playas de finas arenas blancas y palmeras con gajos de cocos que se inclinan hasta casi besar las aguas del océano, los Cayos Perla son el tesoro de la naturaleza mejor conservado del Caribe nicaragüense.
Este pequeño archipiélago, formado por 22 cayos de diferentes formas y tamaños, en un área de unos 280 kilómetros cuadrados, está ubicado a solo unos 30 kilómetros de la ciudad de Laguna de Perlas, en la Región Autónoma Atlántico Sur (RAAS).
Los islotes, que por siglos han formado parte del patrimonio de las comunidades indígenas del Caribe nicaragüense, fueron declarados Refugio de Vida Silvestre Cayos Perla (RVSCP) en el año 2010, como una medida para procurar la conservación de la rica y variada biodiversidad marina existente en la zona, especialmente para proteger los bancos coralinos y poblaciones de tortugas carey, verde y cabezona, que se alimentan en su lecho marino.
“Los Cayos Perla tienen gran importancia ecológica, porque estos son sitios de anidación de la tortuga carey, que se encuentra en peligro crítico de extinción. La temporada de anidación de las tortugas carey va de finales de mayo a finales de noviembre; sin embargo, entre junio y agosto es cuando se da la mayor anidación”, refiere Víctor Huerta, coordinador del Proyecto Carey, de Wildlife Conservation Society (WCS).
Según estadísticas que lleva esta ONG conservacionista, el número de nidos de tortugas se ha duplicado desde 1999, ya que de 154 nidos registrados ese año, la cifra aumentó a casi 300 en el año 2012, con un promedio de 150 huevos en cada nido.
“Sin embargo --advierte Huerta-- no todos los huevos eclosionan. La mortalidad de las primeras semanas de vida de las tortugas carey es muy alta, el saqueo ilegal que antes era del 100 por ciento continúa, pero lo hemos reducido a un mínimo de un 15 a 20 por ciento. Estamos diciendo que la población de carey más importante desde México hasta Panamá se encuentra aquí, en Nicaragua, en los Cayos Perla”.
“Pero además, toda la costa del Caribe nicaragüense es zona de alimentación de las tortugas carey, cabezona, tora y verde. Esta última, la tortuga verde, es probablemente la población más importante del mundo; anidan en Tortuguero, Costa Rica, pero luego viajan de vuelta a Nicaragua, que es donde residen la mayor parte del tiempo, alimentándose”, sostiene el representante de WCS.
Antiguos pescadores, hoy touroperadores
Para bajar la presión sobre la pesca de la tortuga verde y proteger su hábitat natural, se buscaron alternativas de aprovechamiento sostenible a los pescadores para que vean a la tortuga verde no como un recurso para matar y vender su codiciada carne, sino como un recurso de atracción turística que pueda generar ingresos, sin perjudicar la vida silvestre marina.
Con ese objetivo, fueron capacitados como guías turísticos ocho pobladores de la comunidad indígena miskita de Kahkabila, quienes antes se dedicaban a la pesca y comercialización de tortugas marinas. Ellos ahora formaron una operadora de turismo llamada Kabu Tours.
Estos jóvenes recibieron cursos de biología marina, biodiversidad de arrecifes de coral, avistamiento de tortugas marinas, conocimiento de los ecosistemas marinos, atención al cliente, preparación de alimentos y administración, entre otros.
Pero lo mejor es que son expertos conocedores de la zona, pescadores de mucha experiencia en el manejo del anzuelo y la red, por lo que nunca faltarán mariscos y pescados frescos en el menú de los turistas que contraten sus servicios.
Esta touroperadora está equipada con lo necesario para atender pequeños grupos de visitantes, a los que llevan en su propia panga, les proveen de información actualizada sobre la historia y ecología de Laguna de Perlas y de su comunidad Kahkabila, así como de cada uno de los cayos, sus arrecifes de coral y su biodiversidad marina.
Uno de los principales productos turísticos de Kabu Tours es la práctica del snorkeling para observar tortugas y otras especies de vida acuática que habitan en los arrecifes coralinos que rodean los cayos. Además, ofrecen recorrer sus playas vírgenes, recibir la brisa marina y bañarse en sus aguas, una experiencia que no se vive todos los días.
También ofrecen tours de dos días para disfrutar la oportunidad de ver la puesta y salida del sol desde la comodidad de una tienda de campaña instalada bajo la sombra de las palmeras que cubren la superficie de los Cayos, servicios de alimentación, paseos por los alrededores y hasta servicio higiénico portátil, para no dejar nada que contamine el medio ambiente de este paraíso natural.
Turismo sostenible
John Swart Garth, beneficiario de Kahkabila, fue uno de los depredadores de tortugas verde que ahora trabaja para conservar esta especie a través del turismo ecológico.
“Este proyecto nos facilita una vida mejor, porque antes capturábamos tortugas para comer y comercializar su carne, porque nuestra vida era solo de pesca, pero ahora, por medio del turismo vamos a proteger a las tortugas, porque están en peligro de extinción. Cuando no tengamos clientes podemos seguir pescando, pero diferente tipo de pesca, como langosta, camarones, peces, no tortugas”, promete Garth.
Por su parte, Rodolfo Chang, coordinador de Proyecto de WCS, confía que los muchachos podrán desarrollarse como los mejores prestadores de servicios turísticos de la zona.
“Este proyecto tiene el apoyo de Usaid, FCH360 y Pnuma, y está respaldado por un componente de educación ambiental. Es un proyecto piloto que beneficiará a entre ocho y diez cabezas de familia en una comunidad que es fuerte pescadora de tortugas verde, y según sus resultados se podría aplicar en el futuro en otras de las cinco comunidades que pescan tortugas”, indica Chang.
Roberto Matus, director del Programa de Conservación y Turismo Sostenible del ONG internacional FHI360, dijo que su organización, a través de Wildlife Conservation Society (WCS), apoya el proyecto de turismo sostenible en Cayos Perla.
“Las actividades que realizamos aquí son con actores locales, para apoyar actividades de alta visibilidad y de alto impacto durante el mayor curso de tiempo; es un proyecto de 10 meses de duración para dar la semilla de un método alterno de tortugas por turismo”, explica Matus.
Los Cayos Perla son visitados por turistas de todo el mundo por sus paradisíacos paisajes colmados de palmeras, sus calmas y transparentes aguas, sus extensas playas de arena blanca y sus multicolores arrecifes de coral, repletos de abundante vida marina.
Para visitar los Cayos Perla, primero hay que llegar a Laguna de Perlas, de donde se puede tomar una panga para el viaje exclusivo, ya que a este sitio no hay transporte. En esta última localidad hay varios hoteles y restaurantes donde comer y dormir, para salir temprano al archipiélago.
Itinerario del viaje
Saliendo de Managua se puede abordar un avión hacia Bluefields (primero reservar cupo). El costo del boleto ida y regreso es de US$126.86.
También se puede viajar por tierra y río, tomando un bus en el Mercado de Mayoreo hacia la Ciudad-Puerto El Rama, donde se aborda una panga que lo lleva a Bluefields, todo por C$820 ida y regreso.
De Bluefields a Laguna de Perlas se paga C$160 y de esta ciudad a los Cayos Perla se negocia con los pescadores o se contrata los servicios de Kabu Tours (kabutours.com).




