Argentina: Escobar, una visita obligada para quienes gusten de las rosas

Argentina. Escobar es sinónimo de Flor. Cualquier día del año y en cualquier estación es posible encontrar flores en esta ciudad, sobre todo por sus inmensos viveros, donde se cultivan gran parte de las plantas que decorarán tarde o temprano casas, edificios y jardines en el resto de la Provincia de Buenos Aires, la Capital Federal y muchos lugares del país.

El Vivero Hisaki es parte de la historia de Escobar y del por qué esta ciudad dedicó gran parte de sus esfuerzos productivos al cultivo de flores y plantas, al punto de tener como centro de la atención de miles de personas la Fiesta de la Flor, que se realiza allí cada año, acercándose la primavera.

Suejiro Hisaki fue protagonista de esa historia e, indudablemente, de todo lo que vendría después. Inmigrante japonés nacido en Tokyo en 1906, llegó a Argentina el día 17 de abril de 1927. Pasados dos años, se radica en Belén de Escobar dedicándose a la floricultura y, un año después, arrendó un campo donde dio vida a sus primeros cultivos de rosas, que se transformaron en los primeros cultivos rosales en todo el país.

El cultivo de rosas alcanzó un desarrollo tal que la familia decide abrir un vivero de venta de plantas al público y así nace en 1967 un espléndido local donde los coleccionistas, fanáticos y admiradores podían adquirir las más variadas especies vegetales.

Hisaki fue el impulsor de la llegada al país del Ingeniero Yasuo Inomata, creador nada menos que del Jardín Japonés de la Ciudad de Buenos Aires y el de Escobar, ubicado en el Centro de la ciudad.

Lo que pocos saben es que el Ingeniero Inomata, en agradecimiento a su viejo amigo, le regaló un Jardín Japonés que construyó oculto en el fondo del terreno del vivero.

El Señor Suejiro, que con sus 91 años atendía personalmente a los visitantes de su jardín y disfrutaba de las largas caminatas entre plantas de interior, florales, herbáceas, acuáticas, aromáticas y hortalizas, además de controlar el crecimiento de árboles y arbustos, heredó su don a sus nietos, que desde 1997 se ocupan de mantener vivo su espíritu y su sueño de crear las rosas más bellas del país.

El vivero es visita obligada para todos los turistas que llegan a Escobar. Se puede recorrer en familia, ya que cuenta con un espacio destinado a Juegos infantiles, hay rincones de descanso y el pequeño Jardín Japonés –oculto entre las matas de árboles y arbustos- ofrece un espacio donde disfrutar de la paz y tranquilidad que transmite. Como bono se pueden adquirir algunas de las más hermosas rosas para jardín y macetas, herbáceas, plantines florales y para huerta , árboles, arbustos, frutales, aromáticas, acuáticas y un sin fin de artículos para decorar el jardín.

Cómo llegar al Vivero Hisaki

Ingresando a la ciudad de Belén de Escobar por Av. 25 de Mayo, se continúa hasta que se corta y se dobla a la izquierda hasta la calle Juan Mateo Gelves. Seguir por la misma hasta el semáforo y, desde allí, hacia la derecha por Av. San Martín unas 13 cuadras. El Vivero se encuentra camino al Barrio El Cazador o Río Paraná de las Palmas y es recorrido obligado de todo visitante a Belén de Escobar que pase por la Avenida San Martín 1305.

Con una vida apasible y privada, Hisaki dejó una huella imborrable no sólo entre la comunidad japonesa, sino también en su amada Belén de Escobar, una ciudad que hoy ofrece gracias a los grandes esfuerzos de sus habitantes, tanto la Fiesta de la Flor, con reconocimiento Nacional e Internacional, como una cultura trasmitida de boca a boca que halaga los sentidos durante todo el año. A pesar del frío.