Aboga Mariela Castro por la unidad dentro de la diversidad, incluida la sexual
Al concluir la Conga contra la homofobia y la transfobia, que condujo a centenares de personas desde Malecón y Avenida 23 hasta el Pabellón Cuba, en plena Rampa habanera, Mariela Castro, directora del Centro Nacional de Educación sexual (CENESEX), abogó por la unidad dentro de la diversidad y por todos los derechos para todas las personas, incluidos los sexuales.
Desde temprano se fueron reuniendo las personas y un grupo en el muro del Malecón hacía ondear una bandera gay; después, pasadas las 10 de la mañana, con banderas cubanas, carteles, muñecones y otras iniciativas, la multitud se dirigió al Pabellón Cuba Mariela , al dirigirse a los presentes dijo que entre los grandes retos que afronta el CENESEX se encuentra incluir los temas de orientación sexual, identidad de género y los demás relativos a la sexualidad humana, dentro de la legalidad cubana en toda su amplia extensión.
También mencionó el de lograr una conciencia social que asimile armónicamente todo ese ámbito, lo cual calificó de aterrizar una utopía en la realidad, que afirmó ya están logrando.
Agradeció el apoyo, por vez primera, de la Central de Trabajadores de Cuba, que se sumó al programa de esta VIII Jornada contra la homofobia y la transfobia, acciones que se desarrollan en la Isla desde 2008.
Mencionó que en el parlamento se organizaron talleres y cursos sobre estos temas y ahora redacta una especie de manual sobre esos temas para que los diputados los dominen, sobre todo en la base, los consejos de la administración y los lugares donde interactúan con las personas.
A continuación, en La Pérgola del Pabellón Cuba líderes y liderezas religiosas de denominaciones bautistas, judías, ortodoxas y de otros tipos bendijeron a parejas de distintos sexos y del mismo.
Entre esas autoridades espirituales se encontraban el reverendo Raúl Suárez, de la Iglesia Ebenezer de Marianao, la reverenda Dra. Cary Jackson, de la Iglesia Unida de Cristo en Estados Unidos, su compatriota Troy Perry de la Comunidad Metropolitana y el arzobispo Roger de Rade, de la Iglesia Eucarística Católica Independiente, de Toronto, Canadá.