Descubre Trevelin, la joya de colores en la Patagonia Argentina
Trevelin es un pueblo con encanto en la provincia de Chubut, ubicado a casi 1900 kilómetros de Buenos Aires y emplazado al pie de la Cordillera de los Andes. Su origen se remonta a la colonización galesa que llegó a la Patagonia Argentina a fines del siglo XIX, de ahí que su nombre provenga de su lengua y signifique “Pueblo del Molino”. También tiene la impronta de los pueblos originarios mapuche-tehuelches.
Durante la primavera, en octubre, los alrededores de Trevelin se tiñen de color con los campos de tulipanes florecidos. Todo un espectáculo visual para visitar en la zona del Área Natural Protegida Cascadas Nant y Fall, que abarca 50 hectáreas de Bosque Andino Patagónico junto con largos senderos y siete majestuosas cascadas. Los campos de tulipanes sumados al molino harinero Nant Fach son imperdibles a la hora de visitar el destino. El molino, cuya noria se impulsa por el agua de uno de los varios arroyos que bajan de la cordillera, está en funcionamiento durante todo el año. Allí se puede conocer la historia del trigo en la región y los artilugios que utilizaban los galeses para producir harina.
El pasado marcado por la “gesta galesa”, término por el que se conoce a la migración de este grupo en Chubut, se puede descubrir en el Museo Regional Trevelin “Molino Andes”. A través de sus siete salas se cuenta la historia de los primeros años de vida del pueblo, con exhibiciones de elementos cotidianos de los colonos, desde mapas hasta vajillas y trajes.
Próximo a Trevelin se ubica otro entorno natural: el Parque Nacional Los Alerces. Esta área protege los bosques de árboles del mismo nombre -o lahuán- y fue nombrado Sitio de Patrimonio Mundial Natural por la UNESCO en el año 2017. En este parque se encuentra “El Abuelo”, un árbol que cuenta con más de sesenta metros de altura y 2.620 cumpleaños, además de una gran cantidad de atractivos, como cascadas, ríos, arroyos y lagos, y distintas actividades para disfrutar en pleno contacto con la naturaleza.
Más allá de estos sitios, en Trevelin también han vivido un gran desarrollo vitivinícola en los últimos años. Cuentan con tres conocidos viñedos: Casa Yagüe, Viñas del Nant y Fall y Contra Corriente. Sus vinos destacan por su gran carácter, que se obtiene por la combinación de las bajas temperaturas que sufren las viñas en invierno, la gran cantidad de horas de sol al día en verano y la influencia de los arroyos y ríos que bajan de las montañas.
Trevelin tiene otros atractivos muy recomendados para el viajero. Por ejemplo, recorrer la feria de Artesanos “Alfarero Fernando Garralda”, que es la oportunidad perfecta para conocer el sabor y la elaboración de los productos de la región, o visitar la escultura del Dragón Galés y hacer la ruta Huella de los Rifleros, formalmente llamada Ruta 34.
A tan solo 25 kilómetros del destino se puede llegar a Esquel, desde donde parte La Trochita, un tren con locomotoras de 1922, una experiencia inolvidable para sumar al viaje. Asimismo, descubrir la ciudad y sus alrededores, donde se hallan perlas como la Reserva Natural Urbana Laguna La Zeta, o hacer otras excursiones, como la travesía a los túneles de hielo, son opciones muy recomendadas.
La mejor forma de llegar hasta Trevelin y conocer todos estos sitios es a través del Aeropuerto de Esquel Brigadier General Antonio Parodi. Este aeropuerto tiene conexión directa con Buenos Aires y está a solo 45 kilómetros del destino.
En estos últimos días de la primavera argentina, anímate a descubrir Trevelin, uno de los mejores pueblos turísticos del mundo según la Organización Mundial del Turismo. Un lugar con historia, naturaleza, viñedos y muchos colores.
