Luis Callejón, Director General del Palacio de Congresos y Exposiciones de Torremolinos, y Presidente del Comité Organizador de Eurocotal

Con un largo historial como hotelero, en el que se incluye haber sido uno de los impulsores del desarrollo turístico en Cuba, desde su actual cargo el señor Callejón funciona como anfitrión y organizador de la feria Eurocotal y es uno de los mayores conocedores del mercado turístico chino, sobre el que brinda servicios de asesoría y comunicación

¿Cuándo se produjo su entrada en Cuba?

-Fue justo antes de la inauguración del Palacio de las Convenciones. Desde la primera vez que pisé suelo cubano me entusiasmó mucho ver las posibilidades que tenía el país como futuro destino turístico. Después he regresado en muchas ocasiones como profesional.

¿En qué año fue eso?

-En 1978.

¿Con qué ministro comenzó a trabajar usted en Cuba?

-No había ministro de turismo. Comencé a trabajar directamente con dos personas muy importantes para mí en este país. Una de ellas fue Abraham Masiques, y la otra Osmany Cienfuegos, éste último un hombre con una visión excepcional de lo que podría significar el turismo para Cuba.

¿A partir de ese momento comenzó a desarrollar empresas hoteleras en ese país?

-Sí, yo llegué a Cuba convencido de todas las posibilidades de desarrollo que existían. Abrí mi propia empresa, que fue Hoteles C, y como tenía y tengo un sentido importante de la responsabilidad turística, y pudiendo escoger en Cuba un destino fácil como era Varadero, pues escogí el difícil, para demostrar que en el turismo no hay destinos imposibles. Fue en Camaguey, en Santa Lucía, con el Hotel Cuatro Vientos, que creo fue el primer establecimiento de esas capacidades creado íntegramente por técnicos y arquitectos locales. No fue una copia de proyectos de otros sitios. Aquel hotel se desarrolló con un grupo importante italiano de turismo, y el primer grupo de visitantes lo llevó Mickey Rauda, piloteando su propio avión de pasajeros. A partir de ese momento los italianos comenzaron a entrar y ese fue prácticamente su cuartel general en Camaguey.

Recuerdo que cuando fuimos a promocionar la playa de Santa Lucía, nadie sabía lo que era aquello, solo que era una isla que se llamaba Santa Lucía y que estaba en el Caribe. A partir de ese momento me dieron también la posibilidad de tomar el hotel Arenas Doradas, que tenía la misma filosofía que nosotros creamos en Santa Lucía, y por último fue el Hotel Presidente.

Ya usted vendió su participación en Hoteles C y se dedica a la asesoría y la comunicación con respecto al mercado chino. ¿Qué posibilidades le ve a este país como destino y como mercado emisor?

-Mi previsión para China es que para el año 2010, que ya está a la vuelta de la esquina, se va a convertir en el primer país del sector turístico en el mundo, por delante de Francia, España y Estados Unidos. Pero lo más importante, va a ser el primer país emisor del mundo. La experiencia que tengo desde España, viendo los grupos de chinos que han estado llegando a Andalucía, es que se trata del cliente de mayor poder adquisitivo que hay hoy en el mundo, superando incluso al cliente de golf.

¿Cómo se debe penetrar en estos momentos en el mercado chino desde un punto de vista receptivo?

-Con mucha paciencia, y en eso los chinos son maestros. Hasta que no hayas demostrado en China tu capacidad, tu seriedad, los chinos te toman en serio solo entre comillas. Son gente muy amable, con una tremenda cultura, pero con el tiempo llega el momento en que te toman en serio. A partir de entonces se puede decir que el negocio está asegurado.

¿Qué les recomendaría usted a aquellos inversores que quieren ganarse el mercado chino, que quieren llevar visitantes chinos a sus destinos, a Cuba, a Jamaica?

-Hoy en día, la ley dice que tienes que tener firmado el ADS (siglas en inglés de Estatus de Destino Autorizado), que es un acuerdo entre gobiernos. Los chinos no pueden ir a todos los países que quisieran, ni los países que quisieran recibir chinos tampoco pueden hacerlo. Primero, esos países tienen que preocuparse en firmar el convenio de ADS. A lo mejor dentro de dos meses ya no es necesario.

Hace cuatro meses el gobierno chino aprobó por mayoría la instauración de la propiedad privada en China, o sea, con las mismas garantías que puede tener una propiedad privada en España, en Francia o en Italia. Los pasos que se están dando en China son pasos de gigante.

¿Su empresa es una firma constructora abierta a cualquier compañía que quiera penetrar en ese mercado?

-Sí, nosotros tenemos oficinas en Beijing y en otra ciudad.

¿Cómo puede contactar con usted cualquiera de nuestros lectores que quiera penetrar en ese mercado?

-Hay una empresa que se llama AVANCCIA, que tiene oficinas en Beijing y oficinas en Torremolinos, España. Cuenta con todas las claves para que los posibles inversionistas, o personas interesadas en ese mercado, puedan entrar en China sin perder mucho tiempo.