Rusia, país de visados

23 de Julio de 2012 5:00pm
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Rusia, país de visados

Para los rusos, los visados siguen siendo uno de los factores que más pesan a la hora de elegir un destino. Según un reciente estudio de la Asociación Europea de Turoperadores, no sólo tienen importancia en la medida en que pueden impedir el viaje, sino por la forma en que son gestionados. Se estima que estos procesos, que incluyen la cumplimentación de solicitudes, consecución de documentación a presentar, y gestión administrativa, influyen en la decisión de un 20% de los turistas potenciales. En otras palabras, si conseguir un visado de turismo es un proceso pesado y poco fiable, el ruso buscará otro destino.

Justo por ello, en la región del Caribe y América Latina se ha optado por la supresión de los regímenes de visados con Rusia. Actualmente, los destinos más populares de esas zonas a los que viajan los turistas rusos son Cuba, República Dominicana y México. Éste último suprimió en 2010 su régimen de visados de turismo con Rusia y en ese mismo año experimentó un crecimiento del 135% en la llegada de vacacionistas desde este mercado.

En 2011 se estima que visitaron México unos 50.000 turistas rusos, en comparación con los 27.000 del año anterior. En definitiva, son ejemplos que confirman que, en efecto, facilidad con los visados y número de turistas son dos variables directamente relacionadas.

Europa de momento no tiene previsto seguir los pasos de Latinoamérica en este sentido, pese a que sí que han habido acercamientos y la supresión de visados con Rusia es un tema que viene barajándose desde hace algún tiempo. En cualquier caso, parece claro que la gestión de los visados se ha convertido en un asunto de primer orden y consecuencia de ello está siendo la proliferación de los centros de visados.

Centros de Visados: ¿la solución?

Los centros de visados han nacido con el propósito de facilitar estos procesos. Paralelamente, y en virtud de su función de intermediarios, estos centros ponen a disposición del cliente toda clase de servicios adicionales, como por ejemplo la entrega de pasaportes por mensajería, servicios de fotografía, de fotocopia de documentos, seguros de viaje e incluso envío de SMS para informar al cliente de en qué estado se encuentra su solicitud.

Se ha justificado su implantación en la amenaza para la seguridad que suponía la afluencia masiva de visitantes a las embajadas y consulados, y en la imposibilidad por parte del personal administrativo de ellas de manejar los enormes volúmenes de documentación, volúmenes que están creciendo a un ritmo bastante alto.

En Rusia, solamente hacia España, se expidieron más de medio millón de visados en 2011, y teniendo en cuenta la variedad de destinos a los que viajan los turistas rusos, parece una prueba suficientemente clara del tremendo volumen de trabajo al que se enfrentan embajadas y consulados. Y se espera que éste aumente considerablemente en el futuro.

Siguiendo con el ejemplo de España, en 2011 visitaron ese país 645.303 vacacionistas rusos, cifra récord hasta el momento que en 2012 se prevé rebasar. Las previsiones son muy optimistas; recordemos que Cataluña, ya anunció durante la pasada edición de MITT su pronóstico de recibir en torno al millón de rusos este año.

De momento, el análisis global de viajeros de ese mercado llegados a España durante el primer trimestre de 2012 arroja cifras favorables: 407.496 turistas (un 34,74% más que el año anterior). Teniendo en cuenta que un funcionario puede tramitar y expedir una media de 200 visados al día, los números hablan por sí mismos.

Actualmente los centros de visados funcionan en Rusia de manera bastante eficaz. No obstante, y a pesar de que han supuesto en efecto una ayuda inestimable, sirviendo como filtro, la concesión y expedición de los visados sigue siendo competencia exclusiva de los organismos consulares, por lo que es importante contar con personal suficiente para afrontar estas tareas. Hace poco hemos visto cómo el Consulado Español en Moscú reforzaba su personal con 36 nuevas incorporaciones.

Los centros de visados pueden a su vez presentar algunas contrapartidas, de las cuales, la más significativa es el aumento del coste de obtención del visado para el turista, que debe que abonar una cantidad en pago por los servicios que prestan estos centros, lo que se suma a las tasas consulares y demás gastos relacionados.

En muy poco tiempo Rusia se ha convertido en una de las grandes potencias internacionales emisoras de turistas. En 2007, de acuerdo con los datos facilitados por la Agencia Federal de Turismo viajaron un total de 9.368.968 rusos, y en 2011, con apenas 3 años de diferencia, han sido ya 14.495.894.

Tanto en 2010 como en 2011 se ha superado con amplitud los 10 millones de salidas. Cuando todo esto se traduce en solicitudes de visados, queda de manifiesto la necesidad de que, si no hay más remedio que someterse a este régimen, por lo menos los trámites deben llevarse a cabo con la máxima eficacia, para que ello suponga la menor molestia posible al ahora tan cotizado turista ruso.

Polémica en España

En España crece el malestar entre los turoperadores respecto al Centro de Visados Rusos, ya que consideran que su implantación en 2011, como único intermediario para la consecución de visados, puede suponer un duro golpe a su actual flujo turístico. Algunos medios rusos ya se han hecho eco de esta cuestión, como es el caso de Tourprom y el diario digital KM.

El principal motivo de queja ha sido el aumento en los costes que para los operadores supone pagar las tasas al centro de visados; de 30 a 50 euros por cada visado dependiendo del periodo necesario para su obtención, que puede ser o bien de 10 o de 3 días, lo que se considera una solicitud urgente.

El enfado es considerable, y así se han hecho saber en una carta al Ministerio de Asuntos Exteriores ruso canalizada a través de la R.A.T.A.

En el documento se pone de manifiesto el escaso aprovechamiento de la capacidad de Rusia como potencia turística, que con algo más de dos millones de visitantes al año, se encuentra extremadamente alejado de potencias como EEUU, Francia, China o la propia España, intentando relacionar este dato con la dificultad que suponen los trámites para la obtención de visados, cuestión que lleva bastante tiempo llamando la atención de otros organismos importantes como la Asociación de Turoperadores Europeos, quienes en sus informes relacionados abogan por la progresiva desaparición de los regímenes de visados entre Europa y Rusia.

Además, los turoperadores también han planteado quejas por las desigualdades de trato con respecto a los centros de visados en Rusia. Se quejan de haber perdido su acreditación en los consulados y el acceso al sistema electrónico de entrega de documentos, a diferencia de lo que ocurre en Moscú, donde los 12 principales turoperadores tienen acceso directo al sistema informático del Consulado de España.

Tras la aplicación de estas medidas, la única manera que tienen de hacer la entrega de documentación es personándose en los centro de visados y haciendo cola con todo el mundo, con todo el gasto en documentación, mensajería y personal que ello conlleva y que, si se hiciera en las mismas condiciones que hacen sus homólogos en Moscú, podría facilitar en buena medida su labor. A estas circunstancias, se añade el hecho de que desde el pasado 1 de junio se les insta a hacerse cargo de la cumplimentación de todas las solicitudes a entregar, tarea que hasta entonces recaía sobre el centro de visados, en virtud de su función gestora de documentos y solicitudes.

Desde el Ministerio se ha instado a los operadores turísticos a reducir sus tarifas para compensar las subidas en los precios. Esta respuesta, como era de esperar, no ha satisfecho a los turoperadores, que siguen descontentos con la gestión del Centro de visados rusos a cargo de la empresa Twim Inversiones 2008, que adquirió en exclusiva la licencia para ejercer esta actividad.

No entienden la política de tarifas que aplican, ya que en comparación con otros centros de visados rusos, como por ejemplo los de Francia, Italia o Grecia, donde son todos llevados por la misma compañía, las del Centro de Visados Rusos son superiores, no están desglosadas y varían en función del plazo necesario para la obtención del documento.

Los visados son siempre una cuestión complicada, pero en cualquier caso, desde el punto de vista del turismo, se debe abogar por la simplificación de todo tipo de trámites en beneficio tanto de la industria como del turista, que es al fin y al cabo, la gasolina que hace funcionar la máquina. Y lo deseable sería que los centros de visados se asienten en el sector, más como un mecanismo que engrase la maquinaria que como algo que la haga rechinar.

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