Islas Caimán intenta seducir a industria de cruceros con muelle de 300 millones

16 de Octubre de 2011 6:12pm
webmaster
Islas Caimán intenta seducir a industria de cruceros con muelle de 300 millones

Las autoridades de Islas Caimán esperan contener la pérdida de pasajeros de cruceros, más acentuada en los últimos tiempos, con el proyecto de un muelle de 300 millones de dólares capaz de recibir a los modernos mega barcos y que sería construido en sociedad con una empresa de China.

Famosas por sus arrecifes de coral y playas, su sector bancario y las facilidades de compras duty free, Gran Caimán está entre los destinos más populares del Caribe pero carece de instalaciones de atraque para buques de cruceros, pese a que el turismo es su primer fuente de divisas luego de la fuerte industria financiera.

En la ocupada temporada invernal, cuando en un mismo día pueden verse entre cuatro y diez barcos anclados en el litoral de George Town, los pasajeros que van a tierra tienen que hacer luego largas colas bajo el fuerte sol en espera de que los trasbordadores los lleven de vuelta a los buques, recordó un diario local.

El problema se ha agravado porque en la medida en que se hacen mayores los barcos de cruceros, con el consiguiente aumento de pasajeros que van a tierra simultáneamente, se hace más complejo el manejo de esas embarcaciones encargadas del transfer a las naves.

Por ello, algunas líneas de cruceros han cambiado sus itinerarios y mandado sus barcos a otros puertos, donde cuentan con terminales y muelles pueden desembarcar sus pasajeros para que visiten tierra a su voluntad.

En los últimos meses, las Islas Caimán han reportado una caída de 26% en el número de pasajeros de cruceros. Más temprano este año, Royal Caribbean redujo el número de escalas de algunos de sus barcos y sacó a Caimán de los itinerarios caribeños de sus dos mega barcos, el Allure of the Seas y el Oasis of the Seas, cada uno con capacidad para seis mil pasajeros.

“Veinte años atrás, con naves de cruceros más pequeñas, el transfer en los pequeños botes podía ser un detalle pintoresco, encantador, pero ya hoy no lo es”, dijo un experto local, y advirtió que la situación empeorará en la medida en que naves mayores se sumen a los itinerarios en el Caribe, una tendencia que se acentúa aceleradamente.

Sociedad con China

En una conferencia de la industria de cruceros días atrás, el premier de Caimán, McKeeva Bush, adelantó que el trato pendiente con un desarrollador chino podría ser concretado en noviembre, posibilitando que a fines de 2011 se inicie la construcción de un muelle.

Como parte del acuerdo por cerrar, China Harbour Engineering Company Ltd, subsidiaria de China Communications Construction Company Ltd, asumiría los 300 millones de dólares a invertir para construir una terminal-muelle y un complejo de ventas al por menor, a cambio de tener la administración por 49 años.

El acuerdo, que ha generado polémica en las Islas, entre otras razones porque los negocios locales temen a la importación de trabajadores chinos para las obras y a la consiguiente fuga de empleos y dinero de salarios, sería el último de una serie de intentos de negocios y sociedades emprendidos por las autoridades locales para lograr el proyecto.

En abril fracasó un intento con GLF Construction Corp., subsidiaria de Grandi Lavori Fincosit SpA, de Italia, por diferencias en temas financieros.

Representantes de la industria turística han advertido que Islas Caimán no puede permitirse más demoras en construir un muelle de cruceros. Alrededor de 1,6 millones de cruceristas hicieron escala en ese territorio durante 2010, pero en 2011 las cifras nan caído y se han visto afectados negocios que viven de los cruceros: tour operadores, taxistas, minoristas, restaurantes y otros.

“Cada día que pasa sin que construyamos un muelle para cruceros determina nuestro destino por los siguientes 18 a 24 meses y el número de turistas que recibimos y su impacto en la economía”, declaró a Reuters Trina Christian, titular de la Asociación de Turismo, al recordar que las líneas de cruceros conforman sus itinerarios con una antelación de hasta dos años.
 

Back to top