Herbert Estuardo Meneses Coronado, Embajador de Guatemala en Cuba

24 de Julio de 2007 5:15am
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Herbert Estuardo Meneses Coronado, Embajador de Guatemala en Cuba

Una alianza estratégica y complementaria entre Centroamérica y el Caribe pudiera ser muy provechosa para el turismo, porque la primera de estas regiones empieza a dar sus pasos iniciales en el sector, con un futuro muy promisorio; mientras que la segunda tiene un largo camino andado y nuevas perspectivas y variantes de desarrollo. Así lo considera el señor Meneses Coronado

Como el resto de los países centroamericanos, Guatemala está dando pasos importantes a favor de su desarrollo turístico y ya ha comenzado a cosechar sus primeros logros. ¿Cuáles son, a su parecer, los principales atractivos y fortalezas de su país como destino turístico?

-Vale decir que Guatemala es un destino turístico que contempla diferentes facetas. Somos un destino eminentemente cultural y natural. Dentro de esta faceta podemos encontrar que Guatemala es un país multiétnico, pluricultural y multilingüe, y como tal tiene más de dos mil sitios arqueológicos. También tenemos una cultura viva que está representada, precisamente, por estos pueblos descendientes de los mayas, y además de eso contamos con un patrimonio colonial porque, obviamente, se sabe que fuimos colonizados por los españoles, quienes construyeron muchas ciudades de este país.

Tanto el mundo maya en su expresión mayor, que es Tikal, como también Antigua Guatemala, que es la ciudad colonial por excelencia del país, ambas declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad, son representantes indiscutibles de nuestras riquezas. Otros monumentos arqueológicos de nuestro país ostentan igualmente ese mismo reconocimiento.

Contamos con ciudades modernas, y digamos que las principales fortalezas desde el punto de vista natural están en un corredor biológico muy importante para América, donde fauna y flora son muy apreciadas, no solo a nivel nacional sino también internacionalmente. De manera que conjugar cultura y naturaleza hace de nuestro país un destino sumamente atractivo

También se desarrollan una serie de iniciativas alrededor de lo que es hoy en día Ciudad de Guatemala como urbe moderna, con muchos servicios para que puedan realizarse actividades tales como congresos y conferencias internacionales. Una de ellas fue recientemente la dedicada a la elección del Comité Olímpico Internacional, evento que se difundió mundialmente. Esta cita permitió mostrar la capacidad que tiene Guatemala en cuando a la entrega de servicios de categoría internacional, lo que pudo ser apreciado por el mundo entero.

En el tema de los recursos naturales, ¿pudiera usted mencionar algunos ejemplos de lo que sería en un futuro el desarrollo, digamos, de modalidades como el turismo de montaña, o de sol y playa?

-Guatemala es uno de los países americanos que más volcanes tiene, por ejemplo, y es un país de montañas y valles. La ciudad capital está precisamente en un valle. De manera que el alpinismo y las excursiones hacia las montañas y los volcanes son parte de los destinos turísticos que nosotros podemos ofrecer. Normalmente, muchos de estos volcanes tienen en sus faldas lagos maravillosos donde se puede combinar pesca con excursiones ecoturísticas o alpinismo, vuelo libre, etc., que se están desarrollando muchísimo.

Tenemos otros tipos de destinos que van a través de la fauna y la flora, y que nos permiten conjugar esta alternativa ecoturística, involucrando a los pueblos vecinos de estos lugares para que ellos mismos puedan poner su propio hábitat a disposición del turismo, los visitantes convivir con los pobladores, y sentirse realmente en un destino diferente. Tenemos, por ejemplo, el Río Dulce, en la zona nororiental del país, que es sumamente atractivo por la pesca. Allí guardamos una serie de especies marinas en áreas protegidas para que puedan ser apreciadas por esta generación y las próximas, así como por el turismo.

Nosotros no solamente trabajamos en estas áreas, sino que tenemos un destino muy importante de pesca, que es el del pez vela. Guatemala se ha convertido, por así decirlo, en el principal sitio de existencia del pez vela en América. Es una pesca de captura y liberación. Hoy en día llegan muchos yates y grandes embarcaciones a nuestros puertos para precisamente incentivar ese otro segmento del turismo.

Guatemala tiene puertos muy importantes por el Pacífico, pero también en el puerto de Santo Tomás, en la zona nororiental, donde se puede conjugar este tipo de deporte con experiencias ecoturísticas y naturales.

¿Qué opina de la estrategia de promoción y desarrollo turístico que Guatemala está aplicando en estos momentos?

-Guatemala, en su estrategia actual, ha tratado de privilegiar esto, es decir, el tema de la cultura y el arte, nuestra historia y el patrimonio en general. Pero al mismo tiempo tiene un eslogan un poco místico que dice: "Guatemala es el alma de la tierra". Y eso no solamente se refiere a su ubicación geográfica, sino porque en ella confluye una de las civilizaciones más importantes de la historia de la humanidad, que fue la cultura maya, y resultó además un punto de confluencia para otras culturas, como la española.

Creemos que la ubicación geográfica de Guatemala, unida a esa confluencia de experiencias de diferentes culturas, nos hace diferentes y por tanto las autoridades de turismo del país han dispuesto que sea ese el eslogan. Solo la región ártica está ausente en nuestro país. Tenemos una flora y una fauna riquísimas, más de 30 volcanes, regiones montañosas, lagos y mar. Todo eso sumado a una cultura viva, esa que se puede sentir, ver y tocar, que no se adultera, que no necesita ponerse disfraces para el espectáculo.

¿Qué restaría por desarrollar en Guatemala para que el turismo sea una industria más fuerte?

-Diría que en primer lugar habría que mejorar aspectos del funcionamiento del país como sociedad, que pueden ayudar a que el turismo en Guatemala se incremente. Nosotros como sociedad debemos mejorar nuestra autoestima, algunos aspectos internos para poder presentarnos al mundo de una forma más eficiente. Debemos sentirnos orgullosos de lo que somos y de lo que tenemos, y sentirlo verdaderamente, para poder transmitir eso a los turistas. De esa manera se genera confianza en nosotros mismos, los guatemaltecos, pero también en los visitantes.

Al mismo tiempo pienso que debemos mejorar nuestros costos de operación y también nuestro proceso de unidad política en Centroamérica, pero con una visión complementaria, no de competencia, sino más bien para buscar aquellos nichos en donde cada uno de nosotros somos fuertes, y complementarnos para poder así contar con una oferta de multidestinos convenientes, no solo desde el punto de vista de precios y de servicios, sino también de beneficios para nuestros pueblos.

También creo que es importante que exista mayor cooperación regional en términos de seguridad. Creo que debemos hacer más y mejores esfuerzos para poder combatir eficientemente ese flagelo de la delincuencia y la violencia, pero hacerlo integralmente y de manera coordinada, porque el fenómeno de la violencia en nuestros países no tiene solo una caracterización interna, sino que responde a un problema de carácter internacional, y por tanto debe también ser resuelto de manera internacional, mediante un esfuerzo coordinado que vaya más allá de lo regional.

Creo que también hay que destinar más y mejores recursos a la conservación, a la protección y a la promoción de nuestro patrimonio cultural y natural. Si nosotros en Guatemala queremos que el turismo, que es una industria sin chimeneas, sea el que más valor agregado le aporte a nuestra economía, debemos entonces destinar más recursos, no solo en infraestructura, sino en la conservación del patrimonio, porque lo tenemos ahí, no lo estamos inventando ni lo estamos construyendo. Tuvimos la dicha de nacer en un país rico, pero si no cuidamos ese patrimonio que tenemos, lo perdemos. De manera que hay que invertir más recursos en la conservación y en la promoción de ese patrimonio.

Nosotros tenemos más de dos mil sitios arqueológicos y podríamos tener muchos más, pero no hemos tenido la capacidad de hacer la investigación, ni tampoco de conservarlos. Entonces la mejor forma de conservarlos es que continúen bajo tierra para que cuando haya más recursos se puedan poner al descubierto y a la vista de nuestro pueblo y de los turistas.

También creo que debemos mejorar el acceso a los destinos turísticos. Aun no contamos con una infraestructura apropiada y necesitamos mejorar la parte marítima, terrestre y aérea en algunos de estos destinos turísticos, y estamos haciendo esos esfuerzos, pero aun no son suficientes. Así que yo creo que eso es un poco lo que deberíamos ir haciendo.

La labor de la Agencia de Promoción Turística para Centroamérica (CATA) para la promoción del turismo centroamericano en Europa, ¿qué opinión le merece?

-Considero que ese ha sido uno de los mejores aciertos, de las mejores decisiones que se han tomado a nivel regional porque se está promoviendo el turismo o los multidestinos de una forma no solo regional, sino estratégica. Indudablemente que Guatemala tiene algunas fortalezas, Costa Rica tiene otras, Nicaragua otras, El Salvador y Honduras, otras. Pero si no tenemos un órgano que se encargue de tener esa visión y de realizar ese traslado de la información hacia los mercados, hacia los turoperadores, los mayoristas de forma coherente y privilegiando esos destinos regionales, pues no lograríamos avanzar.

Esa es precisamente una de las grandes virtudes de CATA, que logra esos contactos, esas comunicaciones y enlaces hacia la promoción del turismo regional de una manera integral.

Respecto al trabajo con los mercados emisores, ¿sobre qué aspectos cree usted que debe estar dirigido?

-Yo creo que hay destinos que por sí solos representan un buen número de visitantes. Estados Unidos es uno de ellos, Canadá es otro. Los salvadoreños se han convertido en uno de los mercados principales para Guatemala, pese a su cercanía. Pero para mí, independientemente de los otros mercados crecientes, como China y algunos en Europa, yo creo que Guatemala debe mirar más hacia el Caribe, hacia Sudamérica y tratar de poder hacer mejores arreglos para que los ciudadanos de esos países vengan, o el turismo que ya llega a esos países por extensión pueda llegar a Guatemala.

Sobre ese tema hemos hecho, por ejemplo, propuestas aquí en Cuba, en las que se plantea el proyecto "Playa Maya". Cuba tiene excelentes playas y Guatemala tiene ese patrimonio cultural importante. Entonces poder hacer una alianza estratégica y complementaria con países del Caribe puede ser muy provechoso, porque aquí a Cuba viene mucho turismo europeo, sudamericano, asiático, canadiense. Pensar que, por ejemplo, Tikal y La Habana están tan cerca, podría ser un multidestino de mutuo beneficio si se logra vender en Europa como tal.

Igual pensaba yo del nordeste brasileño con respecto a Tikal. El aeropuerto de Petén, donde se encuentra Tikal, ya tiene la autorización para operar como aeropuerto internacional. Entonces el nordeste brasileño, la zona de Bahía, por ejemplo, que tiene un aeropuerto internacional muy bueno, podría convertirse en un multidestino de no mucho costo. El problema es cuando usted tiene que llegar a Sao Paolo y de ahí viajar hacia el nordeste brasileño. Eso es como viajar a Europa nuevamente.

Si se pudiera lograr, de manera más estratégica, que los paquetes turísticos, aéreas y de hoteles pudieran tener costos más razonables, podríamos lograr mejores cosas. Para un brasileño en estos momentos es más barato viajar a Europa que a Guatemala, y no debiera ser así. Es totalmente incomprensible

Es necesario además, dentro del concepto de complementarnos como destinos, entrar en las negociaciones convenientes con las líneas aéreas y con los hoteles. Muchas de las aerolíneas utilizan nuestros cielos y nuestra soberanía, pero el beneficio hacia los ciudadanos, que son los verdaderos poseedores de esa soberanía es muy limitado y está limitado en estos momentos en función de una rentabilidad, pero no necesariamente en función de las fortalezas turísticas, sino de rentabilidad y del costo de los combustibles.

Cuando eso sucede, es obvio que proyectos de multidestinos como este no van a incentivar el turismo regional, sino el extracontinental, y ahí es donde los guatemaltecos nos perdemos la posibilidad de conocer destinos tan importantes en Brasil, en Argentina o en Chile por la falta de alternativas aéreas y financieras. De igual forma perdemos la oportunidad de conocer el Caribe, y estamos tan cerca de él. Nosotros mismos no conocemos nuestros países, y creo que esa es una debilidad en materia de enfoque.

Se está registrando un movimiento político sensible en la región. ¿Qué habría que hacer para que ese fenómeno de integración se convierta en una corriente de turismo sostenible en Guatemala y hacia toda la región?

-Opino que habría que darle un poco de continuidad a la región y a los planes que se están desarrollando. Desafortunadamente los cambios de gobierno traen consigo cambios en los funcionarios y en los planes. Y entonces si no hay una continuidad en el planteamiento, en la estrategia y en los funcionarios que tienen el conocimiento necesario, pues es obvio que vamos a irnos atrasando cada vez más o duplicando esfuerzos, y lo que es peor aun, multiplicando inversiones sin resultados positivos.

Me parece que el hecho de que el turismo pudiera convertirse en el centro focal del desarrollo regional, tomando en consideración sus características bondadosas, porque para el caso de Guatemala ya nosotros tenemos todo lo necesario para convertirnos en una explosión turística. Están todos los ingredientes, lo que no hemos logrado es ponerlos en el orden adecuado, y luego hacer las inversiones necesarias para podernos colocar a la vanguardia de esos destinos.

Si bien es cierto que nuestras cifras de crecimiento en el 2007 con relación al 2006 son muy positivas, por encima del 9,5% de crecimiento, lo cual representa un 22,2% de crecimiento acumulado, creo que esto podría aumentarse si priorizamos el turismo como esa industria sin chimeneas que es, y que deja el mayor valor agregado hacia el país, y que de una u otra forma hace que la imagen internacional de nuestros países también mejore.

A mayores inversiones en el turismo y mayor capacidad de servicios y de promoción, deben llegar más turistas que puedan conocer más y hablar de Guatemala, y esto complementarlo con un trabajo interno en función de mejorar nuestro sistema de seguridad, los valores, el orgullo nacional y la identidad que hay que fortalecer, no solo en Guatemala sino también a nivel centroamericano.

Aunque seamos guatemaltecos no podemos olvidar que somos centroamericanos, somos latinoamericanos y también somos parte de lo que en un momento representó Iberoamérica, desde la llegada de los españoles y de los portugueses a Brasil. Me parece entonces que es un complemento en el que todos debemos aportar lo mejor de cada país. Si mantenemos y fortalecemos esa institucionalidad, y si también mantenemos a CATA, tratando que esos destinos se conozcan más y que haya mejores ofertas de paquetes, pues podemos lograr mejores objetivos que los que tenemos en estos momentos y trazarnos nuevas metas.

Por nuestra parte solo nos resta agradecerle la gentileza por habernos concedido esta entrevista y preguntarle si quisiera añadir algo más

-Sí. Yo les agradezco esta oportunidad única que me ofrecen de abordar estos temas, por la trascendencia y alcance que tienen sus publicaciones, no solo aquí en Cuba sino en toda Centroamérica, en el resto del continente y en Europa.

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