Diez hoteles para viajar en el tiempo

13 de Diciembre de 2016 11:13am
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Diez hoteles para viajar en el tiempo

Puede ser su emplazamiento, los edificios históricos que los albergan, su patrimonio arquitectónico o su distinción oficial. La realidad es son diez hoteles “joyas” que garantizan un viaje al pasado. Salimos a conocerlos.

A punto ya de finalizar 2016, resulta inevitable “echar la vista atrás” y hacer balance de lo que ha sucedido en el año; los recuerdos nos suelen conducir casi siempre a una cierta melancolía, a pensar en aquello de que cualquier tiempo pasado fue mejor. No sabemos si fue mejor o peor, pero os invitamos a viajar al pasado en un recorrido por estos diez hoteles.

Palacios, castillos, monasterios… enclaves que albergan en su interior hoteles con historia, donde la cultura y la gastronomía se dan cita bajo una misma premisa: trasladar a sus huéspedes a otros tiempos. De la mano de Trivago, nos adentramos en diez establecimientos cuyos muros guardan secretos de otros tiempos. Ofrecemos, además, la valoración que de cada uno de ellos han realizado los usuarios del buscador.

En Santiago se encuentra el hotel San Francisco, erigido en las antiguas estancias de un convento franciscano. Este espacio, construido en 1220 y remodelado en el 2000, está declarado Bien de Interés Cultural y alberga, además del alojamiento, una iglesia, biblioteca, jardines, el Museo de Tierra Santa y un restaurante en el que se sirve una cocina conventual con recetas de antaño. Además, la antigua lavandería del convento se ha transformado en un espacio de bienestar, con piscina y jacuzzi, en el que relajarse mientras se disfruta de las vistas al Monte Pedroso y a los jardines.

Las estancias de este hotel-monumento de Valencia, de aire vanguardista y categoría 5 estrellas, están rodeadas de una muralla árabe del siglo XII, y acogen un arco gótico del siglo XV y una escalera de caracol del siglo XIX del antiguo Palacio del Marqués de Caro, declarado Bien de Interés Cultural. Cuenta con habitaciones distintas entre sí, el restaurante Alma del Temple y, en el lobby, el Meta Bar, donde se exhiben restos arqueológicos encontrados en la restauración del hotel, como azulejos góticos y candiles árabes. Todo lo anterior, se combina con otras prestaciones como una pequeña piscina para relax de sus huéspedes.

La localidad de Sardón de Duero acoge “una de las obras más importantes del románico de las que hay en la provincia”, la antigua abadía de Santa María de Retuerta, edificada en el siglo XII y declarada Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento. Este hotel histórico, rodeado de viñedos, es “el único con servicio completo de mayordomía en España” y su spa, el Santuario LeDomaine, ofrece el servicio ‘Spa Sommelier’, con el que un profesional analiza las preferencias del cliente mediante un ritual de cata a ciegas. El hotel alberga también el restaurante Refectorio, con bodega y una estrella Michelin; y plantea experiencias como visitar la bodega o los viñedos, participar en jornadas apícolas y catas de vino, quesos y mieles, o disfrutar de un aperitivo campero en pleno valle del Duero.

El edificio del hotel Hospes Palacio del Bailío (Córdoba), también declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento, fue construido entre los siglos XVI y XVIII, periodo en el que sirvió como morada de nobles, militares y funcionarios. Salpicado de vestigios romanos, exquisitos murales, y elementos de estilo mudéjar, este espacio añade a sus atractivos el Bodyna Spa, inspirado en las termas romanas y con una amplia variedad de tratamientos basados en técnicas ancestrales. En el patio central del hotel se ubica el restaurante Arbequina, ideal para degustar una gastronomía de vanguardia elaborada con productos autóctonos.

En el Monte de Santa Catalina, se construyó en 1624 esta fortaleza como estructura defensiva de la ciudad. A principios del siglo XX, tras años de abandono, se convirtió en la residencia de un conde que hizo erigir un palacio de estilo neoárabe junto a la torre vigía. Hoy en día, funciona como un hotel-monumento declarado Bien de Interés Cultural y alberga ocho exclusivas habitaciones, diseñadas con mármoles, azulejos y artesonados. Especializado en la realización de eventos, permite alquilar de manera íntegra el edificio, y pasear por los amplios jardines que se asoman al mar.

Situado en el centro histórico de la ciudad de Solsona, en una casa artesana del siglo XIV, se encuentra el hotel La Freixera. Su conjunto arquitectónico, declarado Bien Cultural de Interés Local, conserva parte de su antigua estructura gótica medieval como las paredes de piedra, los forjados de madera, o los arcos y tapias. Cuenta con diez habitaciones, diferentes entre sí y con prestaciones como porche, jardín privado, chimenea o bañera en suite. Su desayuno es famoso por sus embutidos, quesos, mermeladas, pan payés y dulces de la zona.

El Hotel Neri Relais & Châteaux está formado por dos históricos edificios del Barrio Gótico de la ciudad condal: uno de piedra, parcialmente destruido durante la Guerra Civil, y un palacio medieval del siglo XII, del que se recuperó el patio y los esgrafiados originales de la fachada. Galardonado por el Gremio de Hoteles de Barcelona como Hotel Monument, este establecimiento cuenta con habitaciones temáticas en las que se combinan tejidos, madera y piedra. El restaurante, la biblioteca, y la terraza ajardinada, con vistas a la catedral, son otros de los alicientes para visitar este espacio.

En pleno casco histórico de Plasencia se halla el Palacio Carvajal-Girón, también conocido como el Palacio de Ansano, un palacete renacentista del siglo XVI. Convertido en hotel y declarado Bien de Interés Cultural, este espacio alberga en su interior un patio acristalado en el que se aprecia la traza original de pilastras. También en las habitaciones se conservan vestigios de la arquitectura inicial, como los muros vistos, arcos y chimeneas, que contrastan con el moderno diseño. El hotel también cuenta con una piscina -alojada en la antigua bodega del palacio- y con una oferta gastronómica en la que el desayuno gourmet es el gran protagonista.

Tampoco es de extrañar que el Parador de Corias, en la localidad asturiana de Cangas de Nercea, haya sido declarado Bien de Interés Cultural. Se levanta en el monasterio de San Juan Bautista, un edificio de estilo neoclásico que acoge una antigua iglesia renacentista. Data del siglo XI y plantea una original experiencia: compartir espacio con los dominicos, que viven en las estancias contiguas a la iglesia. El hotel ofrece, además, un spa, salones de lectura y claustros, un restaurante y el sótano, donde se pueden visitar los restos de la iglesia fundacional del monasterio y los restos aparecidos en la excavación.

En el corazón de la Ribeira Sacra y rodeado de naturaleza, se encuentra el Parador de Santo Estevo. Su origen se remonta a los siglos VI y VII y en él se pueden apreciar los estilos románico, gótico y renacentista. Entre todas sus estancias destaca el claustro de cuarenta arcos, coronado por una crestería gótica; sus habitaciones, que discurren a lo largo de los tres claustros; y el restaurante Dos Abades, ubicado en las antiguas caballerizas y especializado en gastronomía gallega, con especialidades como pulpo a la parrilla con salteado de grelos. Por todo esto, ha sido declarado Monumento de Interés Cultural.

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