Centroamérica: destino ideal para conocer cultura indígena prehispánica

Centroamérica es un lugar donde conviven una gran variedad de etnias, culturas y lenguas diferentes, un verdadero y encantador mosaico de riquezas y tradiciones, cada una con su misterio, peculiaridad e historia.

Guatemala, la tierra del Quetzal

Guatemala es la tierra del Quetzal, ave de rara belleza, considerado por muchos como el ave más bonito del mundo, símbolo de la libertad, refleja el alma de ese país, cuyas raíces y cultura persisten y subsisten a través de los tiempos.

Guatemala es un compendio de lenguas, artesanía, tradiciones y costumbres donde la diversidad de  más de 24 grupos étnicos representa una característica muy importante de la población indígena que cohabita y comparte un fuerte arraigo tradicional. 

Entre ellos destacan los mayas, los garífunas y los xinca. Los mayas forman parte de una de las culturas precolombianas más significativas de Mesoamérica, construyendo templos, pirámides y ciudades y destacando en varios campos como la astronomía, medicina y arquitectura,.

Ello hace de Guatemala el hogar de una de las poblaciones más grandes que la historia ha conocido. Existen otras etnias de importancia como los Cakchiqueles, Pocoman, Quiché,  y Chortí.  Ese país ha legado al mundo el Popol Vuh – libro sagrado del pueblo maya –  cuya lectura encierra la cosmovisión y espiritualidad de ese gran pueblo.

Honduras: misteriosa y vibrante

Honduras, cuyo nombre hace alusión a la acción de gracias elevada por el almirante Colón. 

Cuando bordeó la costa norte del país, le llamó el cabo de Honduras, por la profundidad de las aguas. País multiétnico, multicultural y multilingüe, con aproximadamente 112 000 kilómetros cuadrados de superficie, habitado en un 6 % por 9 diferentes pueblos indígenas  que conservan su idioma, costumbres, cultura e historia.

Son parte esencial de la belleza de esa montañosa y verde república centroamericana llena de misterios y reinos como el extinto Copán; sitio declarado patrimonial de la Humanidad por la UNESCO y gracias al cual se puede adentrar en las costumbres y cosmovisión de la gran civilización maya que habitó esta parte del país.

Además de los Mayas, podemos conocer a los Lencas, que habitan entre Honduras y El Salvador,  los Chortí descendientes de los Mayas mexicanos que habitan el actual Copán,  los Tawahkas , Garífunas y Misquitos que viven entre Honduras y Nicaragua; así como los Isleños en las islas de la Bahía, los Tolupan o Xicaques y los Pech.

Los grupos indígenas que viven en las zonas más alejadas mantienen vivas sus costumbres.

Belice, prisma cultural

Belice, país con una enorme variedad cultural y una gran cantidad de diferentes pueblos indígenas, fue y es tierra de los mayas.

Durante la época de la colonización, los barcos españoles que naufragaron frente a la isla de San Vicente llevaban esclavos, los cuales escaparon y se mezclaron con los indios, estos les ofrecieron protección y  junto a ellos, dieron vida a una nueva sociedad: los garífunas.

Belice, al igual que el resto de la costa del Caribe de Centroamérica, está dominada por culturas africanas las cuales, aliadas con los miskitos e  ingleses, dieron origen a etnias que fusionaron sus culturas y resultaron en esa riqueza rítmica y ritual de cada una de ellas.

Sin embargo, el 10 % del actual Belice lo constituyen los Itzae, grupo reconocido como uno de los más puros mayas de la actualidad.

También se cuentan  otras ramas mayas como los mayas yucatecos, los mayas mopanes y los q’eqchis.  Los Menonitas, otra población indígena que destaca en Belice, llevan un estilo de vida muy sencillo, dedicándose al cultivo de la tierra y alados de pocas comodidades de la vida moderna. Por ejemplo viven sin automóviles ni electricidad.

El Salvador: confluencia de historia y cultura

El Salvador ha sido una tierra poblada por distintas poblaciones indígenas, divididas en dos familias: los lencas, absorbidos por los pueblos invasores mayas y nahuas y los pipiles, un grupo de origen náhuat, que se extendió hasta Nicaragua.

Los Pipiles llegaron a El Salvador en torno al siglo X, encontrando una sociedad dividida en clases, con una base de pirámide social formada por comerciantes, artesanos y “los macehuotlin” (el pueblo), responsables estos últimos de trabajar las tierras de los sacerdotes.

Los Pipiles utilizaban el cacao como moneda de cambio y el añil era uno de sus principales cultivos, cuyo tinte llegó a ser la fuente de ingresos principal durante la época colonial. Con la llegada de los españoles acabó la cultura de los pipiles.

Los Lencas estaban distribuidos en 500 poblados, unidos por lazos culturales y una historia común, su sociedad se dividía por castas. Solían celebrar muchos ritos agrarios y las mujeres se dedicaban a tejer algodón y a producir obras de cerámica muy atractivas. Hoy en día la población Lenca cuenta con 37.000 lugareños y hay una fuerte lucha para preservar sus tradiciones.

Merece la pena acercarse al Centro Arqueológico “Joya de Cerén”, también conocido como la  “Pompeya Centroamericana”, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. 

El emplazamiento de la ciudad maya fue sepultado por cenizas volcánicas y descubierto en 1976. Desde entonces se ha trabajado cuidadosamente para sacar a flote desde las entrañas de la tierra la sepultada ciudad que ofrece una  clara perspectiva del modo de vida de hace 14 siglos de las culturas prehispánicas.

San Andrés es otro de los lugares de interés para visitar.  Esta zona arqueológica fue habitada por las tribus de los Pipiles, mayas y aztecas. 

Las ruinas de Tazamul es otro de los lugares de obligatoria visita donde conocer reales evidencias de la presencia de la cultura maya, azteca y tolteca en El Salvador.

Nicaragua: multiétnico y multicultural

País multiétnico y multicultural, fusión de las diversas culturas y etnias que habitan sobre toda la zona del Caribe entre los que encontramos a los Creoles, Garífunas, Miskitos, Sumos, Ramas y Mayagnas que aún conservan gran parte de su cultura y estilo inmemorial de vida.

Si entramos en los legados culturales del Pacifico, encontramos a descendientes de Chorotegas, Nahuas o Nahuatls en las zonas de Masaya, que además de haber heredado las características físicas de sus ancestros, son también los embajadores de su arte y cultura a través de las preciosas artesanías que elaboran con sus laboriosas y diligentes manos de una creatividad sin límites.

En la zona central colindante con Honduras es posible conocer la cultura de la comunidad indígena de Mozonte y las preciosas artesanías elaboradas en barro, además de sus bailes, costumbres y tradiciones.