Roger Klüh: aventura y deporte en Cuba
Con un físico que rápidamenter emite a su pasado como jugador de hockey sobre hielo, el alemán Roger Klüh hace rato piensa más en lanchas rápidas que en anotar un gol.
Su amor por la velocidad lo trajo a Cuba el año pasado, cuando estableció récord entre Cayo Hueso y La Habana, el pasado 1 de agosto de 2015, al cubrir el tramo en una hora y 45 minutos.
Con ese registro, la Apache Star superó la marca impuesta en 1958 por Forest Johnson, quien encabezó la carrera de lanchas rápidas entre Miami y La Habana con una marca de seis horas y 23 minutos.
Klüh y el navegante Damien Sauvage recibieron en La Habana la Orden al Mérito Deportivo a nombre también de los otros dos tripulantes: el copiloto y propietario de los astilleros Apache, Mark Mc Manus, y el mecánico John Pompi, ambos estadounidenses, quienes no se encontraban en Cuba para el acto.
El momento fue aprovechado por Excelencias para acercarse al devenido empresario y amante de la motonáutica.
La travesía contó con no pocos contratiempos, pues a pocas millas de salir de Cayo Hueso perdieron la comunicación entre ellos, lo que impidió por ejemplo que el navegante Damien Sauvage pudiera darle las orientaciones correctas de hacia dónde dirigir la nave.
También el sistema de navegación estuvo inestable, al parecer por las altas olas que debieron enfrentar, y a 40 millas fuera de las costas cubanas tuvieron que hacer una parada de cerca de 15 minutos por desperfectos técnicos de la lancha.
“De cierta manera el clima agresivo nos sorprendió, pero teníamos permiso solamente para ese día específico, no podíamos echarnos atrás”, señaló el corredor alemán, oriundo de Düsseldorf.
Por todo eso no pudieron cumplir con el tiempo que esperaban inicialmente —una hora aproximadamente—, totalmente posible porque se trataba de una lancha de 50 pies capaz de alcanzar una velocidad de 115 nudos (más de 210 kilómetros por hora).
La Apache Star, única de su tipo en el mundo, está propulsada por dos motores Mercury Racer con una potencia de tres mil caballos de fuerza, fue construida con los últimos adelantos tecnológicos, y es la reencarnación de la más rápida de Estados Unidos, la Apache Heritage No. 50, que ganó dos Campeonatos Mundiales de Súper Lanchas de Cayo Hueso (1992 y 1993).
“En medio de la travesía chocamos con algo, nunca supimos con qué, y eso nos quebró un motor, que nos hizo perder tiempo y velocidad. Llegamos a perder el control de la nave y por eso me siento muy afortunado por haber completado el trayecto”, manifestó Klüh.
Inicialmente el parte del tiempo les advirtió de olas de tres o cuatro pies, pero cuando iban sobre la milla 60 un viento de 15 nudos produjo olas de ocho y hasta 10 pies de altura.
“Lo que quiero ahora es regresar el bote a Alemania, y el gobierno de Estados Unidos no nos ha dado los permisos. Está recibiendo daño en el lugar donde está varado, pero tenemos que esperar la autorización. Mi nave tiene una historia única, y mi equipo también fue único, porque traté de reunir a los mejores en cada especialidad, y ahora queremos llevarlo ala Feria Internacional de botes (Dusseldorf, del 21 al 29 de enero de 2017). Definitivamente su final será un museo.”
¿Por qué Cuba?
“Era mi sueño. Estoy feliz por haber convertido en realidad este proyecto luego de tres años en espera de los permisos legales pertinentes. Les manifesté a las autoridades cubanas que no me iba a rendir hasta llevar adelante este proyecto porque este era el único plan que tenía para este bote, enseñárselo al pueblo cubano. Fue muy bello llegar y ver cientos de personas esperándonos”.