Lanza Tecnoazúcar su Ron Mulata 25 Años
TECNOAZUCAR llegó a FITCuba con una amplia gama de ofertas de alta calidad y prestigió el evento con el lanzamiento de su ron Mulata 25 años, una edición limitada que, como producto de alto añejamiento, está dirigida a un mercado muy selecto que busca este tipo de exclusividad de los rones cubanos.
El lanzamiento contó con la presencia de Luis Torres Iríbar, miembro del Comité Central del PCC y 1er Secretario del PCC en la provincia, la prestigiosa cantante cubana Haila María Monpie, delegados de turismo de diferentes provincias del país, además de Pedro Harenton Martínez López, Director Comercial de TECNOAZUCAR, y Rodrigo Rodríguez Peñuela, Director de la UEB TECNOAZUCAR Holguín. Estuvo presente también el Premio Nacional de Diseño, Jesús Hernández, creador de las marcas Mulata, Santero, entre otras.
El Director Comercial de TECNOAZUCAR comentó que antes del lanzamiento ya tenían varios pedidos del ron Mulata 25 años. “Estamos negociando con entidades extranjeras interesadas en el producto”, precisó.
Europa constituye actualmente el principal mercado para la exportación de los productos de TECNOAZUCAR, aunque también comercializa sus productos en Asia y América Latina. “En los últimos dos años se nos han acercado compañías norteamericanas, hemos atendido a delegaciones de congresistas que han visitado el país, ministros, hombres de negocio se han reunido con nosotros y todos han marcado diferentes intereses”, señaló Harenton.
Por su parte, Lino L. Pérez Rodríguez, Maestro del Ron Cubano de la fábrica de Ron Mulata en la provincia de Villa Clara, explicó que el Mulata 25 Años es el producto líder de la empresa porque su contenido encierra los rones base y aguardientes añejados durante años. “Aparte de la calidad que presenta, es portador de todo un valor cultural, tradición y entrega de los trabajadores y maestros roneros que nos precedieron.”
Estos 25 años de añejamiento incluyen la mezcla de aguardientes y rones base en diferentes etapas del proceso de producción. “Utilizamos barriles de roble blanco americano: los de menor uso para los aguardientes y los de más ciclos de trabajo se emplean para los rones base. El objetivo del aguardiente es extraerle a la madera la mayor cantidad de compuestos. En cuanto a los rones base, se persigue lograr la transformación de estos compuestos que fueron adquiridos por el aguardiente durante el añejamiento y obtener sustancias más agradables que forman parte del bouquet final del ron”, detalló Pérez Rodríguez.
Al referirse a las características organolépticas, explicó que el ron Mulata 25 Años es ligero, con un dulce-amargor moderado, picor característico, da sensación de calor en la garganta al degustarlo sin llegar a ser irritante, con notas añejas bien definidas y larga permanencia en copa seca, que es uno de los análisis sensoriales más importantes porque da una medida del prolongado tiempo de añejamiento de este ron.
Desde el punto de vista del maridaje, estos rones extra añejos son la compañía perfecta para el buen tabaco cubano.
A nivel comunicacional, Yenitzé Báez Estévez, miembro del equipo de Comunicación Institucional de TECNOAZUCAR Holguín, afirmó que el ron Mulata 25 Años se presenta con una imagen atractiva, en un estuche con forma de maleta, una botella totalmente diferente al resto por su forma y diseño de la etiqueta.
TECNOAZUCAR suministra a la red hotelera del país rones, licores, siropes para aderezo, caramelos, productos anti-bacteriales, azúcar en diferentes formatos, resaltando las mini-dosis donde se afianza como principal proveedor. En otra línea de productos, la empresa ofrece turismo azucarero, con servicios en cuatro áreas del país y altísima demanda en antiguos centrales, donde hoy se exhibe toda la agroindustria azucarera cubana desde sus inicios hasta la actualidad. En estos lugares los visitantes disfrutan paseos en locomotoras a vapor. Dichas instalaciones se encuentran ubicadas en el norte de Ciego de Ávila, en el central Patria o Muerte; el central FNTA en el Valle de los Ingenios, Trinidad; Smith Comas en las afueras de Cárdenas, cerca de Varadero, y el Museo Marcelo Salado en Villa Clara, en la entrada de los cayos.