JetBlue podría dentro de poco dejar de volar a la Costa Oeste de EE.UU.
JetBlue atraviesa dificultades financieras. El gobierno ha cerrado sus dos principales vías de crecimiento -la asociación con American Airlines y la compra de Spirit-, aunque estaban pagando demasiado por Spirit y la lógica estratégica de la adquisición ya no tenía sentido sin la asociación con Airlines (que ofrecía la oportunidad de crecer en Nueva York y Boston, para lo que necesitaban aviones y pilotos).
Tienen a Carl Icahn respirándoles en la nuca. Su nuevo consejero delegado necesita un plan de cambio. De momento están subiendo las tasas. Está claro que necesitan reducir los vuelos que les hacen perder dinero, pero eso no va a ser suficiente.
Su marca se ha erosionado, como resultado de unos resultados de puntualidad en la parte inferior de la industria y una erosión de su producto a bordo en los últimos 15 años, reduciendo la diferenciación entre ellos y los competidores (aunque todavía ofrecen un poco más de espacio para las piernas, televisores en los respaldos de los asientos y Wifi gratuito).
El observador de la aviación JonNYC afirma que la red va a sufrir cambios -recortes en los vuelos no rentables- y que estamos a pocos días de una revelación que reduce Los Ángeles. El mes pasado ya lo había anunciado:
JetBlue necesita recuperar Boston. Han permitido que Delta crezca al centrarse en Nueva York durante la época de su asociación con American Airlines. Deberían volver a asociarse con American Airlines, abandonar la costa oeste y centrarse en el noreste, es decir, volver a sus raíces.
La costa oeste ha sido durante mucho tiempo un mercado potencial para JetBlue. Compitió con Alaska por Virgin America y se planteó comprar la propia Alaska. Por sí solos carecen de escala, y las rutas están bastante seleccionadas.
La gran pregunta es cuánto tirará JetBlue de Los Ángeles, y si es suficiente para que alguien más se haga con algunas de sus puertas en el aeropuerto.