Turismo de aventuras en Centroamérica: actividades para los más valientes
Por Lucia Vázquez Pérez
En Centroamérica están los 7 países que separan las aguas cristalinas del Mar Caribe del Océano Pacífico. Principalmente se conoce a estos países por sus tranquilas y relajantes playas, pero también ofrecen multitud de actividades para los más aventureros que necesitan su dosis de adrenalina diaria, incluso cuando están de viaje.
Qué mejor forma de cruzar la Reserva Natural de Atitlán en Guatemala o de apreciar las montañas y ríos de Belice a través de la selva tropical del sureste del país, que subido en una de sus tirolinas. El canopy es una de las actividades más ofrecidas, no solo en estos dos países, sino también en el resto de Centroamérica. Si lo que buscas es una panorámica completa de los paisajes naturales de la zona, la mejor opción es hacer parapente sobre el lago guatemalteco de Atitlán; o admirar los 72 km² del Lago Ilopango en El Salvador.
Si quieres experimentar fuertes sensaciones y no sufres de vértigo, puedes decantarte por balancearte rodeado de naturaleza y a las orillas del volcán San Pedro (Guatemala) en un columpio gigante; o cruzar uno de los puentes colgantes más altos de América, en el Parque Ecológico Ixpanpajul (Guatemala). Hay quien busca aún más intensidad y riesgo, como saltar al vacío por los 10 metros del cerro guatemalteco de Tzankujil hasta caer en el lago Atitlán; una experiencia que hará que se te encoja el estómago.
Dentro del paisaje típico de esta zona están las cuevas, como la ActunTunichilMuknal (Belice), una cueva sagrada de origen maya. Esta actividad de exploración de cuevas se denomina espeleología, y es ideal para los más curiosos.
Para los amantes de las alturas extremas, Costa Rica ofrece la posibilidad de escalar los 3.820 metros del segundo pico más alto de Centroamérica, en la Cordillera de Talamanca, o descender por algunas paredes del cañón del rio Blanco. Además, Costa Rica se encuentra en el llamado “cinturón de fuego del Pacífico” donde podrás practicar canyoneering, es decir, descender por las cataratas formadas en los cañones de los volcanes. Asimismo, para bajar un poco la intensidad, en Panamá encuentras la zona perfecta para hacer senderismo por las faldas de sus volcanes.
Otra actividad menos conocida es el sandboarding. Se trata de deslizarse con una tabla por cerros de arena, como si estuvieses haciendo surf fuera del agua. En Nicaragua puedes bajar por la arena del volcán Cerro Negro a alta velocidad: 728 metros en solo 10 minutos. Una experiencia corta pero intensa.
Además, el calor característico de la zona no impide que puedas continuar tus aventuras en la zona. Todos los países tienen zonas de playa para practicar snorkel –donde con suerte verás alguna tortuga cerca de los arrecifes – y surf; ríos y lagunas para disfrutar de paseos en kayak e incluso descender por las aguas haciendo rafting o tubing (en flotadores); e impresionantes cascadas en mitad de parques naturales para hacer rapel y bajar con una cuerda por sus violentas corrientes. Una de estas cascadas se encuentra en Honduras, y se trata de las Cataratas de Pulhapanzak, con 43 metros de altura alrededor de los que se asentaron culturas anteriores a los maya.
Con todas estas opciones de actividades, sin duda Centroamérica es una gran opción tanto para los indecisos que buscan tanto descansar como vivir experiencias fuertes en sus viajes.
