Ola de calor cobra víctimas mortales en Canadá

30 de Junio de 2021 11:16am
Redacción Caribbean News Digital
ola de calor en Canadá

Redacción Caribbean News Digital

Foto: The Washington Post

Desde el viernes se han registrado más de 230 muertes en la Columbia Británica, Canadá, a causa de una histórica ola de calor que ha alcanzado temperaturas récord, según informaron el martes las autoridades. El jefe de los forenses de la provincia lo calificó de "momento sin precedentes".

"Desde el inicio de la ola de calor a finales de la semana pasada, el Servicio Forense de Columbia Británica ha experimentado un aumento significativo de las muertes notificadas en las que se sospecha que el calor extremo ha contribuido", dijo la forense jefe Lisa Lapointe en un comunicado.

El servicio forense recibe normalmente unos 130 informes de muertes en un periodo de cuatro días. Desde el viernes hasta el lunes, se notificaron al menos 233 muertes, dijo la jefa forense, añadiendo que "este número aumentará a medida que se sigan actualizando los datos."

Los forenses están ahora reuniendo información para determinar la causa y la forma de las muertes y si el calor desempeñó un papel, según el comunicado.

"La exposición al calor ambiental puede provocar resultados graves o mortales, especialmente en personas mayores, bebés y niños pequeños y en personas con enfermedades crónicas", añadió el comunicado.

Las autoridades informaron a primera hora del día de un aumento de las muertes súbitas en Vancouver y las cercanas Burnaby y Surrey.

Los agentes han respondido a más de 65 muertes súbitas desde que comenzó la ola de calor el viernes, dijo la policía de Vancouver. "Sólo en el día de hoy, los agentes han respondido a 20 muertes súbitas hasta la 1:45 p.m., y más de una docena más están a la espera de que se envíe a la policía", dijo el departamento en un comunicado.

Las muertes relacionadas con el calor han agotado los recursos de primera línea y han retrasado mucho los tiempos de respuesta, según las autoridades.

El calor extremo es uno de los fenómenos meteorológicos más mortíferos en EE.UU., con una media de 702 muertos al año, según los Centros de Control de Enfermedades. Esta cifra es superior a la de los huracanes, las inundaciones y los tornados en la mayoría de los años.

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