De mi casa a la tuya: la nueva forma de viajar
Sea en París, Antigua o Helsinki, de pronto conoces ese amigo que siempre tiene casa donde quiera que va ¿Demasiada suerte? Casualidad? Quizás en algún caso, pero lo más probable es que ya esté poniendo en práctica el intercambio de casas, una tendencia en crecimiento desde 2020, que invita literalmente a hacer de mi casa la tuya y viceversa.
Y es que el alojamiento sigue siendo uno de los mayores gastos de un viaje. En busca de soluciones que aligeren el bolsillo, nace esta iniciativa innovadora por su puesta en práctica reciente, pero antiquísima por su filosofía basada en el trueque de toda la vida.
La idea es dejar tu casa a un viajero interesado en conocer tu ciudad mientras tú ocupas la suya. Lo que hace unos años sonaba descabellado, hoy es una práctica común en miles de hogares del mundo.
Viajar sin pagar hotel
Una tradicional casita en la Toscana, un moderno apartamento en Oslo o una buhardilla con vistas a la Torre Eiffel. Así de sorprendente puede ser la experiencia y lo mejor de todo, sin pagar nada ¿Has visto alguna vez The Holiday (Vacaciones)? Pues la propuesta funciona justamente tal como lo demuestra esta película que data de hace casi dos décadas.
Aunque no se trata solo de ahorro. La modalidad entraña un componente más humano que el clásico alojamiento hotelero, permite conectar con la cultura local y vivir “como un residente más”. Tal cercanía se multiplica en otras variantes, como el housesitting, donde los viajeros se hospedan gratis a cambio de cuidar casas o mascotas que pueden ir desde una duración de solo un mes hasta más de un año.
El intercambio ocurre a través de comunidades webs como HomeExchange, Kindred o Twin City, donde se establecen los contactos entre propietarios y acuerdos para formalizar la acción. A menudo, en redes sociales como TikTok, se suelen compartir consejos, establecer condiciones y, muchas veces, se forjan amistades que trascienden el mero intercambio.
El valor que rige todo siempre será la confianza mutua. Pero, por supuesto, hay reglas. La manera legal de dar seguridad a la práctica es la aportación de documentos de identidad y propiedad, así como descripciones detalladas del hogar. Una recomendación: leer valoraciones antes de aceptar un intercambio. Asimismo, algunos propietarios cierran con llave un armario o una habitación que prefieren no dejar accesible.
A la cabeza de la tendencia se hallan Francia y España como países con los mayores registros, con Málaga y las Islas Baleares entre sus destinos destacados.
El intercambio de casas supone entonces algo más que un simple ahorro o aventura, es una nueva mentalidad de viaje que, bajo el símbolo de un espacio tan íntimo como el hogar invita a entender el turismo desde la hospitalidad bidireccional, la gentileza y la colaboración.