Bad Bunny: la nueva locomotora del turismo global

19 de Mayo de 2025 7:23pm
Verónica de Santiago
Bad Bunny

 

Bad Bunny se convierte en destino

En 2025, el turismo ha encontrado una nueva locomotora: se llama Bad Bunny, y no viaja en tren, sino en conciertos. El artista puertorriqueño no solo llena estadios, también llena vuelos, hoteles y restaurantes. Su impacto económico ha sido tan potente que consultoras como ForwardKeys han medido su capacidad para alterar el flujo global de viajeros. En su reciente informe presentado en el Caribbean Travel Forum, se documentó cómo la residencia de verano del artista en Puerto Rico provocó un aumento del 700 % en las búsquedas de vuelos en apenas una semana.

Pero el fenómeno no es exclusivo de la isla caribeña. Allí donde Bad Bunny anuncia una actuación, los números turísticos se disparan. Hablamos del nacimiento de un nuevo tipo de viajero: el turista-concertista, que organiza su viaje alrededor de un espectáculo musical.

Puerto Rico: del turismo de sol al turismo de escenario

El caso más emblemático es el de Puerto Rico. El anuncio de la residencia "No Me Quiero Ir de Aquí" en verano de 2025, transformará a la isla en uno de los destinos más deseados del Caribe. ForwardKeys identificó un incremento sin precedentes en las búsquedas desde mercados clave como Los Ángeles (+2500 %), Ciudad de México (+1900 %) y San Diego (+1650 %).

Este fenómeno no solo incrementará la llegada de turistas, sino que ya podemos hablar de incremento de la estancia media, multiplicación del gasto por visitante y atracción de segmentos y público joven, conectado y con alta capacidad de consumo. El turismo se rejuvenece al ritmo de reguetón.

Bad Bunny como marca país

Lo que hace a Bad Bunny único no es su música, sino su autenticidad y su arraigo cultural. El artista se ha convertido en embajador informal de Puerto Rico, promoviendo su cultura, idioma y problemáticas sociales. Cada concierto es una declaración de identidad y una oportunidad de promoción internacional para el destino.

Este rol de "marca país con patas" ha despertado el interés de oficinas de turismo, marcas y gobiernos, que ven en él un canal de comunicación directa con las nuevas generaciones de viajeros.

Turismo de eventos: una tendencia que llegó para quedarse

Aunque ya existían antecedentes —como U2, Shakira o Coldplay—, el caso de Bad Bunny marca un punto de inflexión: su influencia es orgánica, global y constante. Además, su base de fans no es pasiva: se mueve, viaja y comparte.

ForwardKeys sitúa al "concert tourism" como una de las macro tendencias que impulsarán el turismo en los próximos años. Los destinos que deseen capitalizar esta modalidad deben apostar por:

  • Infraestructura de eventos moderna
  • Conectividad aérea flexible
  • Campañas de marketing alineadas con el artista
  • Oferta complementaria de ocio, gastronomía y cultura

Bad Bunny ha roto las reglas del juego. Ya no es solo un ídolo musical, sino un vector económico y cultural con capacidad de transformar el mapa turístico. Su éxito obliga a repensar las estrategias de atracción de visitantes, donde los artistas se convierten en destinos y los conciertos, en pasaportes.

Para los países que buscan diferenciarse en un mercado saturado, la clave puede no estar en abrir más museos ni construir más resorts, sino en subir al escenario... junto a la estrella correcta.

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