Conoce cuánto dañan al turista las limitaciones de Google a Huawei

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La guerra comercial entre Estados Unidos y China subió de intensidad con la decisión de Google de limitar sus servicios a los productos de la empresa Huawei, el mayor fabricante de equipos de telecomunicaciones del mundo. ¿Cuánto pueden afectar estas restricciones a los turistas que utilizan teléfonos inteligentes del gigante tecnológico chino? Las afectaciones no serán pocas y aquí te las comentamos.

La Administración de Donald Trump ha mantenido una fuerte confrontación económica con Beijing en los últimos meses y ambas partes han impuesto aranceles de miles de millones de dólares a los productos de los dos países. La escalada más reciente del conflicto fue la inclusión de Huawei y 70 de sus filiales en una lista negra.

Por tanto, ahora cualquier empresa estadounidense que quiera negociar con Huawei necesitará una licencia especial. El pretexto esgrimido por Washington para dar este paso es que los productos de esa empresa china representan supuestos riesgos de seguridad en las redes móviles 5G, mientras Huawei insiste en que sus productos no constituyen ninguna amenaza de seguridad, y no son utilizados para realizar acciones de espionaje. Esta acusación llevó a la detención, en Canadá, de la directora ejecutiva de Huawei, Meng Wangzou y la Casa Blanca no desiste en el empeño de lograr su extradición.

El veto de Google

Google fue la primera compañía estadounidense en reaccionar a la Orden ejecutiva de Donald Trump contra Huawei: los nuevos productos de la empresa china no tendrán acceso a las actualizaciones del sistema operativo Android; aunque los terminales que ya fueron comercializados o están en las tiendas no serán afectados por esta decisión.

Esto quiere decir que los terminales Huawei—la amplísima gama de los Mate, P y Honor— mantendrán, al menos por ahora, el acceso a la versión de Android que tengan instalada en el dispositivo, mientras que les será posible acceder a Google Play, desde podrán descargarse las principales aplicaciones de Google, como Gmail, YouTube, Google Maps, entre otras. Además, estarán disponibles servicios de seguridad como Google Play Proyect, que revisa las aplicaciones y alerta sobre aquellas que sean maliciosas.

Ahora bien, las restricciones de Google sí se aplicarán completamente a los dispositivos que fabrique Huawei en lo adelante. Por ejemplo, la nueva serie de los P no vendrá con el sistema Android by Google que ofrecía Huawei hasta ahora. La empresa china podría recurrir a la versión de Android de código abierto que está disponible para todos; pero sin acceso a las aplicaciones de Google.

¿Cuánto afecta el veto de Google a los turistas?

El total de usuarios afectados por el veto de Google es millonario, pues en la actualidad Huawei está considerado el tercer mayor fabricante de teléfonos móviles en el mundo. Solo en 2018, el gigante chino vendió 203 millones de terminales y su cuota mundial creció hasta el 13,4%, solo superado por Samsung y Apple.

Para los turistas, las restricciones a Huawei podrían convertirse en un dolor de cabeza. En un contexto en el que los móviles forman parte inseparable no solo de la generación millennial, sino de cualquier viajero contemporáneo, verse ante la imposibilidad de utilizar aplicaciones que son propiedad de Google provocaría una lógica incertidumbre.

Google Maps, por ejemplo, es un acompañante habitual de quienes están descubriendo un lugar, por tratarse de la plataforma de mapas y navegación más usada en la red, con amplia utilidad para ubicar restaurantes, tiendas, hoteles o cualquier sitio.

Si bien existen otras apps de mapas, el servicio de Google no solo ha demostrado ser, por mucho, el más completo, sino que también cuenta con mayor popularidad entre los usuarios. Otras aplicaciones de mapas como Here WeGo, Moovit, BackContry Nav Topo Maps GPS o Maps.me, también se verán afectadas, ya que su sitio principal de descarga es Google Play y este quedará vetado para los nuevos terminales de Huawei.

Por otra parte,  aquellos turistas que cuenten con móviles Huawei comprados a partir del veto y empleen habitualmente una cuenta de Gmail, ya no podrían enseñar su reserva o pase a bordo enviado por la aerolínea en el mostrador del aeropuerto, porque su móvil no permitirá tener instalada esta aplicación de correo electrónico. Esta, sin dudas, es una de las restricciones que más podría afectar a turistas y usuarios en general, por el amplio número de personas que emplea Gmail.

Para los turistas pueden haber otras afectaciones pues, desde un terminal Huawei, tampoco podrán usar el navegador Google Chrome, ni otras aplicaciones conocidas como Google Translate.

En general, los turistas no podrán descargar aquellas aplicaciones de Google Play que le resulten atractivas para hacer mucho más disfrutable su estancia, lo que representa un problema, si bien existen dos grandes tiendas de aplicaciones para teléfonos inteligentes: la App Store de iOS y la Google Play, que funciona para Android.

Solo perdedores con el veto

La medida adoptada por la Administración Trump no tiene ganadores. Si la idea de Washington era golpear a una de las empresas tecnológicas más fuertes de China, en realidad, está causando daños a las propias compañías estadounidenses. Huawei compra, anualmente, casi 70 mil millones de dólares en componentes, muchos de ellos fabricados por consorcios norteños como Qualcomm, Intel, Broadcom y Corning. Frente al veto, esas multimillonarias ventas quedarían interrumpidas.

Huawei indudablemente sufrirá afectaciones económicas. De seguro una persona lo pensará dos veces antes de invertir su dinero en un nuevo móvil en el que no podrá instalar fácilmente las aplicaciones más habituales; pero el gigante chino asegura estar preparado para afrontar los nuevos tiempos.

Esa empresa no cotiza en la bolsa de valores, así que los cambios bruscos en el mercado no impactan su valor y otro elemento muy importante a tener en cuenta en la ecuación es que los principales ingresos de Huawei no están en la venta de terminales, sino en el suministro de componentes a gobiernos y empresas de telecomunicación. Estos negocios no serían tan golpeados por medidas proteccionistas totalmente irracionales, como las que impulsa el inquilino de la Casa Blanca.

 

 

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