Su Santidad Francisco y Su Santidad Kirill se encuentran en Cuba (+Video)

14 de Febrero de 2016 10:46pm
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Su Santidad Francisco y Su Santidad Kirill se encuentran en Cuba (+Video)

Somos hermanos, hijos de un mismo bautizo, expresó el Papa Francisco al Patriarca Kirill. Los dignatarios de la Iglesia Católica y de la Iglesia Católica Ortodoxa Rusa sostuvieron un encuentro histórico por primera vez en casi mil años

Por primera vez en casi mil años las máximas autoridades de la Iglesia Católica, el Papa Francisco, y de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Su Santidad Kirill, Patriarca de Moscú y de Toda Rusia, se encontraron en La Habana, en su aeropuerto internacional, para sostener una conversación de poco más de dos horas y de carácter privado.

Poco después de las dos de la tarde hora de Cuba, en un día inusualmente invernal para el clima caribeño que casi siempre impera en la isla, el Presidente cubano Raúl Castro recibió al pie de la escalerilla del avión al Papa Francisco, que visita así en menos de un año dos veces el país.

Ya en Cuba le esperaba el Patriarca Kirill, quien realiza una visita de varios días, que concluirá este domingo con una misa en la Catedral Ortodoxa Rusa, ubicada en pleno corazón de La Habana Vieja.

El Papa Francisco, por su parte, va camino a México, donde tiene previsto una visita pastoral de casi seis días, durante la cual estará en cuatro estados (Estado de México, Chiapas, Michoacán y Chihuahua) y en seis ciudades diferentes.

En Cuba por primera vez un papa católico y un patriarca ortodoxo se sentaron a conversar, en un proceso que ha tardado en concretarse más de veinte años, y lo hicieron en una discreta sala del aeropuerto internacional de La Habana, en una conversación de poco menos de dos horas y de carácter privado, aunque ambos aseguraron que transcurrió en un espíritu abierto.

Quizás por ello Francisco aseguró al agradecer a Cuba y al presidente Raúl Castro que si sigue así, “Cuba será la capital de la unidad en el mundo”.

ENTENDIMIENTO COMÚN

“Tuvimos la oportunidad de entender y sentar las posiciones de uno u otro”, afirmó Kirill durante las breves declaraciones posteriores a la conversación en La Habana, a las cuales respondió Francisco afirmando que “hablamos de nuestras iglesias, coincidimos en que la unidad se hace caminando. Hablamos claramente sin media palabras y les confieso que he sentido la consolación el espíritu en este diálogo”.

En la declaración conjunta firmada por Francisco y Kirill, se recoge en 30 puntos la voluntad de ambas iglesias para cooperar en aras de la unidad de sus fieles, la lucha contra el terrorismo, la pobreza y la desigualdad.

Igualmente hacen un llamado a la comunidad internacional para evitar el desplazamiento de los cristianos de Oriente Medio y en general alertan sobre el tema de los desplazados por las guerras y las persecuciones religiosas, exhortando a todas las partes en conflicto a llegar a la mesa de negociación.

Con el encuentro de este viernes 12 de febrero de 2016 entre el Papa Francisco y el Patriarca Kirill se pone fin a un distanciamiento de 962 años , que se remonta oficialmente al año 1054, cuando se produjo el llamado "Cisma de Oriente y Occidente”, y ambas iglesias se separaron, a pesar de que la base común cristiana se mantiene en las dos.

Según la historia, tras varios años de conflictos entre los papas católicos residentes en Roma y los patriarcas católicos de Constantinopla, en 1054, el Papa León IX quien, amenazado por los normandos, buscaba una alianza con Bizancio, mandó una embajada a Constantinopla encabezada por su colaborador, el cardenal Humberto de Silva Candida, y formada por los arzobispos Federico de Lorena y Pedro de Amalfi.

Aunque la misión aparentemente era buscar una alianza, los enviados papales negaron el título de ecuménico al Patriarca Miguel I Cerulario y, además, pusieron en duda la legitimidad de su elevación a este puesto, a lo cual este respondió negándose a recibirlos.

En un conflicto que escaló rápidamente el cardenal Humberto de Silva Candida abandonó la ciudad tras excomulgar a Cerulario mediante una bula que depositó el 16 de julio de 1054 sobre el altar de la Iglesia de Santa Sofía; y este respondió pocos días después excomulgando al cardenal y a su séquito, y produciéndose así de hecho el cisma entre ambas iglesias, que ya venía produciéndose históricamente.

Desde entonces, las diferencias teológicas y litúrgicas entre la Iglesia Católica de Occidente y la Iglesia Católica Ortodoxa se fueron acentuando aun más con el paso del tiempo, e incluso sostuvieron fuertes controversias en diferentes momentos de la historia.

La conversación entre el papado y el patriarcado lleva fraguándose más de veinte años, desde los tiempos de Juan Pablo II, pero por diversas razones nunca pudieron encontrarse un Papa y un Patriarca hasta ahora.

Tampoco es el primer intento de acercamiento histórico entre ambas iglesias, que ya se reunieron entre sí en 1274, en el Segundo Concilio de Lyon, y en 1439, en el Concilio de Basilea, pero en ambas ocasiones nunca llegaron a entenderse y continuaron repudiándose mutuamente.

Actualmente ambas se consideran la verdadera Iglesia Católica Apostólica, y si bien el cristianismo católico occidental es el predominante en el mundo, el ortodoxo es la religión fundamental en casi todos los países eslavos, aunque también hay importantes comunidades en varias naciones asiáticas, incluida Israel, Palestina y Siria, así como en varios países europeos, africanos, de América Latina e incluso Estados Unidos, en buena medida debido a las migraciones rusas y eslavas hacia ellos.

Con una creciente influencia del islamismo a nivel mundial, pero en especial en países asiáticos, europeos y africanos, el acercamiento entre ambas iglesias es una cuestión estratégica en aras de limar diferencias.

CUBA, EL ESCENARIO IDEAL

A nadie escapa que el Papa Francisco, que ya visitó Cuba entre el 20 de septiembre de 2015 y finalizó el 22 de septiembre de 2015, haya escogido precisamente a La Habana como destino del encuentro con el Patriarca Kirill.

La cita ya estaba de cierta forma prefijada, cuando Francisco  en noviembre de 2014, al regreso de un viaje a Estambul, reveló que había hablado por teléfono con Kirill y que le había dicho: "Iré a donde quieras. Llámame y yo voy".

Ahora, coincidió la visita ya pactada del Patriarca Kirill a Cuba con el recorrido planificado del Papa Francisco por México, siendo Cuba un punto intermedio al cual era fácil e llegar en el itinerario de vuelo.

También existen otras razones, no ya prácticas, sino estratégicas, pues Cuba ha tejido un fuerte restablecimiento de sus relaciones con la Iglesia Católica tras varios años de distanciamiento, que se ha consolidado con la visita de tres papas a la nación caribeña: Juan Pablo II en 1998, Benedicto XVI en 2012 y Francisco en 2015.

A la vez, Rusia y Cuba han sido aliados históricos y económicos desde casi el mismo triunfo de la Revolución cubana, y aún hoy mantienen estrechas relaciones fortalecidas nuevamente durante el mandato de Vladimir Putin. 

Aunque al final solo se pudieron escuchar algunas fórmulas oficiales de saludos en la conversación entre el Papa Francisco y el Patriarca Kirill, pues la mayor parte transcurrió a puertas cerradas, la declaración final derivada de la misma es algo más que un mero documento.

Su simbolismo va más allá de la cuestión religiosa, tanto para las dos iglesias como para el propio gobierno de Cuba, que vuelve a aparecer en la palestra pública como especie de mediador de conflictos, algo que parece encajarle muy bien, porque ya lo hace con éxito en las conversaciones de paz entre el gobierno de Colombia y las FARC. 

Cuba, que ha tenido una agitada política exterior y una fuerte influencia en toda América Latina, en los dos últimos años ha fortalecido su presencia en la arena internacional, especialmente desde que el 17 de diciembre de 2014 anunciara el restablecimiento de las relaciones rotas con Estados Unidos por más de cincuenta años.

En este proceso influyó mucho el Papa Francisco en su papel de mediador con el mandatario norteamericano Barack Obama, como reconoció el propio presidente cubano Raúl Castro, que sustituyó en el 2008 a su hermano Fidel Castro, alejado oficialmente del gobierno por enfermedad, pero no por ello retirado, pues sigue siendo un consultor obligado para muchas decisiones importantes.

Ahora, el que Francisco y Kirill se sienten a conversar en Cuba, para muchos analistas es un favor de vuelta que le hace Raúl al Papa.

Aunque así fuera, lo cierto es que, necesitados los dos de un nuevo comienzo en las relaciones entre ambas iglesias que no esté viciado por los prejuicios de Oriente u Occidente, y que además sea un escenario seguro y apacible para hablar, ¿qué mejor lugar pudiera encontrarse que La Habana?

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