Rotundo éxito del Tren turístico en visita a Las Edades del Hombre
Alrededor de 100 personas recibieron entre aplausos en julio último al Tren histórico de las Edades del Hombre a su entrada en la estación de Aranda de Duero-Montecillo. La ocupación de este convoy tan especial fue del 100% en el trayecto de ida y vuelta de Burgos a Aranda y los turistas pudieron disfrutar así de una jornada de lo más agradable a bordo del histórico medio ferroviario, seguida de la visita a Las Edades del Hombre, paseo por la ciudad y comida en el asador Casa José María.
De muy especial califican este Tren Histórico de Las Edades del Hombre, compuesto por seis coches entre los cuales se encuentra un pequeño museo sobre el mundo del ferrocarril y su relación con la filatelia, en un viaje único e irrepetible.
A su llegada a la estación de Aranda, se ofreció la posibilidad de realizar una visita a una de sus muchas bodegas subterráneas y otra guiada a la exposición de Las Edades del Hombre, que en esta edición se celebró en la capital de la Ribera del Duero bajo el nombre Eucharistia.
Además, los viajeros pudieron disfrutar de un menú gastronómico, donde no faltó el vino de la D.O. Ribera de Duero y el lechón asado.
El denominado Tren Azul de la Asociación Zaragozana de Amigos del Ferrocarril y Tranvías, AZAFT, que en esta ocasión tomó el nombre de Tren Histórico de Las Edades del Hombre, partió de Miranda de Ebro, pasó por Burgos a recoger viajeros, en Lerma, hasta llegar finalmente a Aranda.
Con esa iniciativa, además de promocionar la visita a la exposición ‘Eucharistia’ de Las Edades del Hombre, se pretende potenciar el llamado ‘Directo’, la línea ferroviaria que une a Burgos con Madrid a través de la capital de la Ribera del Duero, y la construcción del ramal a Prado Marina, como elementos esenciales en la consolidación del atractivo industrial de Aranda cual punto logístico de primer orden.
Según el proyecto presentado por la Iniciativa por el Desarrollo del Ferrocarril Madrid-Aranda-Burgos, se trata de pedir la revitalización de "una línea cada día más olvidada por las instituciones y que, si se consigue fomentar, podría ayudar a vertebrar la zona de la Ribera del Duero".
La línea que en la actualidad no presta ningún servicio ferroviario, podría reivindicar los viajes en tren directo desde la capital hacia el norte. Y en el caso del convoy empleado se trata de un ferrocarril de carácter histórico con vagones y mobiliario de época en el cual el personal ameniza todo el trayecto, ataviados con ropajes y atuendos propios del siglo pasado, y que dispone aproximadamente de 150 plazas.