Nombramiento de Río de Janeiro como Patrimonio Mundial genera gran alegría en Brasil
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, felicitó en un comunicado oficial a toda la población de Río de Janeiro por la designación de esa ciudad como Patrimonio Mundial en la categoría de Paisaje Cultural, anunciada el domingo último por el Comité del Patrimonio de la Unesco reunido en San Petersburgo.
“El reconocimiento de la ciudad maravillosa (…) es motivo de orgullo para todo Brasil y un estímulo para que la ciudad prosiga su trayectoria de revitalización y crecimiento, que ha mejorado la vida de sus habitantes", indicó la nota de Rousseff, quien se comunicó con el gobernador del estado, Sergio Cabral, y el alcalde Eduardo Paes para celebrar el título.
También la cancillería emitió un comunicado en el que subrayaba que “la Unesco consideró que Río de Janeiro es un ejemplo de interacción entre el hombre, la ciudad y la naturaleza”.
En declaraciones a la agencia AFP desde San Petersburgo, la titular brasileña de Cultura, Anna de Hollanda, calificó el nombramiento como “muy importante” y apuntó que “envuelve un compromiso, un reconocimiento mundial”, al tiempo que explicaba que no fue un proceso fácil y tomó nueve años levantar la información necesaria para proponer la candidatura.
De acuerdo con Hollanda, el proyecto estaba muy completo y bien argumentado, pues Río “tiene todas las características para ser patrimonio de la humanidad: la mezcla de lo urbano con la naturaleza, una topografía que condiciona la vida del carioca, que tiene esa relación intensa con el mar y el morro”.
Arropada por imágenes de verdaderos símbolos como el cerro del Pan de Azúcar, el Cristo del Corcovado y la costanera de Copacabana se presentó la hermosa urbe brasileña a la comisión de la Unesco.
Según Luiz Fernando de Almeida, presidente del Instituto de Patrimonio Histórico y Artístico de Brasil (IPHAN) y responsable de la candidatura, “el paisaje carioca es la imagen más explícita de lo que podemos llamar civilización brasileña con su originalidad, desafíos, contradicciones y posibilidades”.
La geografía de la ciudad también incluye la Bahía de Guanabara, “que enfrenta alarmantes índices de contaminación con toneladas de basura y desagües de cloacas en sus aguas”, indica el despacho de AFP, y apunta además que la organización mundial fijará plazos para dar seguimiento al nuevo patrimonio.
“Existe el compromiso de rescatar la bahía desde hace muchos años, de limpiarla, pero no es fácil. Estamos trabajando en ese sentido, es una preocupación", declaró la titular de Cultura.
Por su parte, Lucien Muñoz, representante de la Unesco en el país sudamericano, destacó que “un título mundial, por su valor simbólico, debe contribuir a un pacto permanente en torno de valores duraderos y sostenibles, sellando un compromiso común en favor de esa que es la ciudad más amada por los brasileños”.
Considerada la puerta turística de Brasil, Río de Janeiro recibe millones de visitantes cada año. En 2013 acogerá la visita del papa Benedicto XVI y la final de la Copa Confederaciones; un año después será sede de la Copa del Mundo de Fútbol, y en 2016, de los Juegos Olímpicos.
Pero Río es también una ciudad de grandes contrastes. Con seis millones de habitantes, las favelas son uno de los signos más característicos de la persistencia allí del flagelo de la pobreza.
Brasil tiene otros 18 bienes culturales y naturales entre los que destacan el desarrollo urbanístico de Brasilia, el centro histórico de Salvador de Bahía y maravillas de la naturaleza como el Pantanal de Mato Grosso y las reservas de la Mata Atlántica y el Cerrado.




