Málaga lanza su mayor ofensiva para atraer al turismo de congresos
Los cinco primeros meses han dejado un balance de 17.000 visitantes y 48 encuentros – El Área de Turismo aspira a cerrar el año con un nuevo repunte y más de un centenar de citas.
Málaga toma impulso en la conquista del turismo de congresos. En plena efervescencia viajera, la ciudad, que hasta hace poco no contaba en el mapa general de la Costa del Sol, se ha hecho un hueco en el siempre enjundioso negocio de las convenciones y los foros. Y, además, con una ambición que después de haber puesto los primeros cimientos, y todavía muy lejos de Madrid o Barcelona, no se conforma con mantener los resultados. La prueba es la programación de este año del Málaga Convention Bureau –el organismo que gestiona la actividad– que se ha lanzado al ataque y con más efectivos que nunca para lograr el ansiado salto.
En este ejercicio, la ciudad, con el Palacio de Ferias y Congresos como punta de lanza, presentará batalla para convertirse en sede de 220 congresos a celebrar en los próximos meses. Se trata de la cifra de candidaturas más alta de la historia. De confirmarse muchas de estas peticiones, la ciudad lograría mantener su línea de crecimiento y dar carpetazo definitivo a las intrigas de la crisis, que redujeron el interés de las empresas por los viajes de incentivos y las convenciones. Lo que está en juego es nada más ni nada menos que la consolidación de uno de los subsectores turísticos con mayor capacidad de agitación económica, cuyos ramales se extienden normalmente a la hostelería y al transporte. El congresista se deja dinero. Y normalmente con más generosidad que el resto de viajeros.
En los cinco primeros meses del año la ciudad ha sido sede de 48 encuentros. Un volumen al que se suman los organizados al margen de la mediación de Málaga Convention Bureau. La cifra de asistentes rebasa ya las 17.000 personas. De aquí a final de año está confirmada la celebración de otros 25 congresos. Fuentes del Área de Turismo señalan que el número final será muy superior al que se maneja en estos momentos. Entre otras cosas, porque todavía están pendientes de adjudicación muchos de los eventos para los que Málaga se postula con opciones de éxito. La idea es que el sector experimente un nuevo repunte y descolle por encima de 2014. Probablemente con una diferencia a favor que de nuevo podría rondar el 5 por ciento.
Confianza en la subida. Las mismas fuentes no descartan que el incremento final sea, incluso, superior al de hace dos años, cuando se organizaron 123 congresos con una suma total superior a los 50.000 turistas. Málaga Convention Bureau aprieta. Y, de momento, va en buena línea, con la celebración de congresos como la quinta edición del Foro de Negocios y Networking para el Mercado Tic de Habla Hispana, que concitará a más de 5.000 personas los próximos 10 y 11 de junio.
Con dificultades todavía para medir su impacto real, el turismo de reuniones se alza en uno de los subsectores más apetitosos del conjunto de la industria y, por tanto, en una de las líneas de negocio irrenunciables para la capital, que aspira a no detenerse en su vertiginoso crecimiento. Los congresos son muy apreciados por la capacidad de gasto de los participantes, pero también por su distribución en el calendario, no sometida a la misma tiranía veraniega que el sol y playa. Junto al golf y la cultura, los incentivos y las reuniones suponen un gran argumento para romper con la estacionalidad. Y el sector está dispuesto a explotarlo.
Según los datos del Cuaderno Nº14 del Plan Estratégico de Málaga, el turismo de congresos deja anualmente en la ciudad alrededor de 52 millones de euros. La cantidad se extrae de un cálculo que excluye los viajes y se circunscribe en torno al dinero invertido directamente en el destino. Al gasto en bienes y restauración, se suma el nada despreciable uso hotelero. La estancia media por turista se sitúa ya en las fronteras de los dos días (1,87), con casos en los que la duración se distrae casi una semana.
Campaña en París. A pesar de la evolución frenética de destinos como Málaga, la geografía del turismo de congresos sigue gobernada a nivel mundial por París, aunque con concesiones significativas a Madrid y Barcelona. Precisamente, una delegación del Palacio de Ferias y Congresos se desplazó esta semana pasada a la capital francesa para lanzar una ofensiva dirigida a los empresarios franceses. En su búsqueda de crecimiento, la capital de la Costa del Sol cuenta con el aval del clima y de una experiencia cada vez mayor en la comunidad, donde se reparte, junto a Sevilla, más de la mitad de los eventos convocados en la región. Además, su oferta hotelera se ha disparado en los últimos años, pasando de los 83 hoteles de 2000 a los 128 de la actualidad, anota el mismo informe.