Julio Llibre, presidente de la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes (ASONAHORES), República Dominicana
La crisis que desde 2009 ha cambiado el escenario de la economía mundial y acelerado transformaciones en el turismo, resultó ser positiva para este destino caribeño “porque nos ha dado la oportunidad de incursionar y abrir nuevos mercados turísticos y diversificarnos”, dijo a Caribbean News Digital el titular de ASONAHORES. La competencia con el Mediterráneo, la calificación hotelera y la influencia que en ello tienen los comparadores online, el peso turístico de la gastronomía y el amplio programa de obras infraestructurales en el país, fueron otros temas abordados en esta entrevista.
¿Cómo está reaccionando ASONAHORES a los efectos de la crisis económica que ha afectado a todos los mercados emisores en el mundo?
-Afortunadamente, creo que los resultados han mostrado que ha empezado a dar frutos la estrategia que el país escogió, de explorar nuevos mercados. Ha sido tan positiva que República Dominicana apenas ha percibido lo que fue en otros destinos el impacto de la crisis mundial. En lo que a número de arribos se refiere, hemos tenido en 2010 un incremento interanual del orden del 4%, y en el primer trimestre de 2011 ya acumulamos un crecimiento de 3% con respecto al período enero-marzo de 2010. Es decir, hemos sabido sortear con éxito la situación, y ello ha sido fruto de esa estrategia de búsqueda de nuevos mercados, de diversificación de mercados, más allá de los que tradicionalmente nos emitían visitantes.
Por ejemplo, Europa, que ha sido uno de los mercados más afectados por la crisis, perdió terreno en las emisiones a República Dominicana, un retroceso que ha sido más que compensado por Estados Unidos, Canadá y mercados emergentes como Brasil, Argentina y Rusia, que han resultado muy importantes en este primer trimestre de 2011.
La crisis, en lugar de habernos perjudicado en general, nos da dado la oportunidad de incursionar y abrir nuevos mercados turísticos y diversificarnos.
Se ha estado hablando de que los destinos de medio radio del Mediterráneo han estado restando turistas europeos al Caribe y América Latina y otras regiones. Sin embargo, puede decirse que la crisis reciente en África del Norte ha significado un repunte del turismo europeo que hacía medio radio y que ha cambiado a viajes de largo radio, por ejemplo al Caribe… ¿Es así?
-Es así, al hacer un análisis histórico de las llegadas al Caribe, se ve que en los últimos cinco años han sido afectadas no sólo por la aparición y desarrollo de nuevos destinos más cercanos a Europa y la tendencia a viajar más cerca, sino también por las crisis en el Caribe, crisis locales, los huracanes, la crisis financiera y alguna que otra circunstancia como la contingencia sanitaria que afectó a México en 2009. Sin embargo, eso, que se veía como un efecto negativo en los últimos cinco años, ahora se ha revertido, habida cuenta de que los destinos que se alzaron como competencia del Caribe –Túnez, Marruecos, Egipto, etc…- han estado amenazados por situaciones de desestabilización que verdaderamente propician el éxodo y el desvío del turista europeo al Caribe. Lo que sigue siendo una verdad, una dura realidad, es que para que unos se beneficien tienen que perder algunos otros.
Me han comentado que un proceso de recalificación hotelera iniciado tiempo atrás fue pospuesto por pedido de ASONAHORES, debido a las exigencias que planteaba la crisis económica para los hoteles y la necesidad de hacer inversiones… ¿Cuándo se va a retomar el proceso?
-Yo creo que la clasificación hotelera está dada en función de los gustos del mercado, que cada día son más variables y exigentes. Es difícil tener hoy en día una adopción de clasificación de hoteles en el turismo internacional de sol y playa, porque lo que puede ser valorado por alguien como un producto de gran valor, para otro no lo es. Por ejemplo, yo prefiero estar en un espacio donde no haya aire acondicionado; sin embargo, otros lo consideran imprescindible. Entonces, si se asigna una clasificación que entre otras cosas tiene en cuenta la existencia de aire acondicionado en un sitio, es un elemento de diferenciación de la calidad del producto que puede ser favorable o desfavorable, dependiendo del gusto del consumidor… Lo que sucede es que tenemos que ser mucho más transparentes respecto a la calidad de los servicios que se ofrecen, y que esa calidad sea certificada por alguien que realmente sea responsable de responder por ello. Al final de cuentas, la responsabilidad recae siempre en el consumidor: hoy en día tenemos el mayor auditor de la calidad de los servicios hoteleros en TripAdvisor, por ejemplo; es una calificación que está al servicio de todos los viajeros, porque todos pueden acceder a ella para ver si una propiedad tiene o no una buena calificación o estándar.
Pero TripAdvisor últimamente está siendo manejado por los grandes también…
-Es cierto. Entonces, lo que hay que crear es mecanismos múltiples que sean varios “TripAdvisors”, que funcionen en todos los mercados y no se conviertan en un monopolio.
Hay otro detalle importante, el trabajo que comenzó hace unos años el gobierno del presidente Leonel Fernández en cuanto a saneamiento de playas, construcción de carreteras; ordenamiento, limpieza y seguridad de los entornos turísticos... ¿Qué piensa ASONAHORES al respecto?
-Ha sido un logro extraordinario de República Dominicana en los últimos tiempos el haber concitado el compromiso del Estado en la solución de grandes problemas de los que todos, turistas y empresarios dominicanos, nos quejábamos. ¿Cuál es el tema del ordenamiento de las zonas donde están ubicados los centros turísticos? El tema de la señalización, de la seguridad, de la regulación del entorno donde operan los complejos turísticos. En ese sentido, debo felicitar al Ministerio de Turismo porque realmente se ha hecho una labor extraordinaria en el departamento de planificación, trabajando para crear los cánones de ordenamiento para cada polo turístico; cánones que no sólo han sido establecidos desde un escritorio, sino que se han extendido al campo de la concientización en las comunidades donde se ubican esos centros turísticos. Hoy, en República Dominicana tenemos esos criterios bastante claros, definidos; tenemos el privilegio de un compromiso del Estado con el mejoramiento de todas las infraestructuras, y muestras de ellos son las carreteras que están intercomunicando todos los polos turísticos con el vértice principal del país, que es la ciudad de Santo Domingo. Tenemos, además, el privilegio de poder relacionar en paquetes los activos turísticos de Santo Domingo como parte de la oferta complementaria que todos quisieran incorporar a la oferta de sol y playa en los polos turísticos. En esta política ha habido continuidad dentro del gobierno del presidente Leonel Fernández de uno a otro ministerio de Turismo, y creo que el resultado mayor lo hemos tenido en estos 18 últimos meses de gobierno, cuando ha habido un compromiso ejecutorio de las autoridades en lo que fueron las ideas de planificación iniciales
Existe otro punto clave en la presentación turística de un país, más allá de la cultura, de la calidad… Es el servicio gastronómico. República Dominicana es un país rico gastronómicamente pero no está gerenciado. ¿Cuál es la perspectiva de ASONAHORES en este tema?
-El año pasado tuvimos en ASONAHORES la oportunidad de modificar los estatutos para ampliar nuestra membresía, y se incluyó una modificación que permitió incorporar la Asociación de Hoteles y Restaurantes, por un lado, y la Asociación de Hoteles y Comida Rápida, así como otras asociaciones empresariales que sirven a la hotelería y al sector turístico en general. A la vez, coincidió con la declaración de Santo Domingo como Capital de la Cultura Americana en 2010; ahí nos anclamos en sociedad con los restauranteros de la ciudad y desarrollamos un festival gastronómico que demostró por primera vez lo que realmente es la oferta gastronómica dominicana a través de los restaurantes de Santo Domingo. Fue un éxito, despertó el interés de locales y extranjeros por ver que cada restaurante estableciera un menú que exhibiera la creatividad, la ingeniosidad de los especialistas en la gastronomía dominicana, que incluye fusiones muy interesantes, pues nuestra cultura es de fusión, de componente español y africano básicamente, pero también indígena, chino, turco, árabe… Este año, sin ser ya parte de la celebración de la capitalidad cultural de América, la Asociación de Restaurantes de Santo Domingo está repitiendo su festival gastronómico.
También queremos atraer a República Dominicana los eventos más importantes de la gastronomía a nivel internacional, entre ellos los de Europa, que tienen ya gran reconocimiento. Todo esto busca posicionarnos en el mercado turístico gastronómico, que tiene gran fuerza.
Otros temas claves para el turismo son la seguridad y la imagen, y relacionado con esto está la cuestión de los taxis… Hubo un esfuerzo porque desaparecieran los taxis de mala imagen, porque se pintaran, pero al final no se hizo… Estos son tiempos de elecciones y es una decisión políticamente complicada, pero ¿cuándo habrá al menos una legislación que iguale los colores de los taxis y garantice que tengan una tarifa determinada?
-Es un tema, como decía, de complejidad política. Posiblemente tengamos un cambio del gobierno central el año que viene, aunque ello no necesariamente implica un cambio de los gobiernos municipales, que son los reguladores del transporte urbano. Esto nos la oportunidad de trabajar el tema con los gobiernos municipales, especialmente en Santo Domingo, en Puerto Plata, la provincia de La Altagracia, para ver de qué manera, trabajando con esos gobiernos, logramos un ordenamiento en este tema de los taxis, que verdaderamente afecta la imagen en el sector turístico. Creo que podemos lograrlo. Pienso que está en el interés de todo el gremio turístico y del gobierno de los municipios el ordenamiento del sistema de taxis, porque, como decía usted, nos da mejor imagen y brinda percepción de seguridad y de orden en los destinos.




