Juan Marques, Director General del Complejo Barceló Bávaro Beach Resort

Sobre el completo proyecto de remodelación que desde el pasado año se acomete en el complejo Barceló Bávaro Beach Resort, y la estrategia que se persigue a corto y largo plazo a partir de estos cambios, Caribbean News Digital conversó en detalles con su director general.

¿Cómo ha evolucionado el proyecto Barceló Bávaro desde su surgimiento hasta la fecha?

-Barceló inició sus operaciones aquí en 1985 con el hotel Beach. En el transcurso de casi 25 años ha habido una serie de pequeñas reformas, por llamarlas de alguna manera, de la instalación. Pero el cambio mayor lo estamos iniciando ahora, pues vamos a rehacer enteramente el complejo.

Eso quiere decir que ya, desde hace un año, hemos empezado a utilizar los valores que tiene este complejo para proyectar su remodelación. Una de sus mayores fortalezas es sin dudas la ubicación, y potenciaremos muchísimo ese punto; el hecho de estar en la mejor playa de Bávaro.

En el 2009 vamos a reformar lo que era el Hotel Golf. Lo dejaremos como una parte del nuevo hotel Caribe Beach Deluxe, que son 180 habitaciones familiares, o sea, con dos dormitorios, para que el sector familia tenga su espacio en el hotel.

¿Qué inversión están haciendo por habitación?

-Es difícil decirlo por habitación, porque son muchas cosas. No solo es la pura habitación, sino que estamos yendo hacia atrás. Todas las estructuras de aire acondicionado, de sistema de agua caliente, todo lo interno del hotel también está incluido en el cambio.

Prácticamente, lo que estamos haciendo es gastando lo mismo que gastaríamos si hiciéramos un hotel nuevo, partiendo de cero. Estamos hablando de valores que rondan los 100 mil dólares, pero es difícil decir si es por la habitación o por todo el proyecto. Quizás sea un poco más, dependiendo de qué cosas introduzcamos. También es verdad que estamos haciendo infraestructura para el resto de habitaciones que todavía no existen. Es difícil por eso definir la cifra de lo que se gasta en cada área.

Cuando terminemos esta etapa, la inversión seguirá. No podemos cerrar todo el complejo y hacerlo entero. En primer lugar porque no podemos salir del mercado durante tres o cuatro años. Segundo, porque al ser un complejo tan extenso podemos permitirnos la libertad de transformarlo por zonas, y gracias a esto tampoco se afecta el tema comercial. No tenemos por qué parar de vender si podemos hacer la reforma mientras estamos operando. Esta es la parte importante. Así se ha entendido, y eso va a durar cuatro o cinco años más.

Realmente, el hotel ha cambiado drásticamente con respecto a lo que era antes, y esto se aprecia ya en las habitaciones ¿Eso significa que cambian también de tarifas?

-Sí, evidentemente. Antes, en el Caribe, toda la oferta estaba basada fuera de la habitación. Debías tener un montón de puntos de ventas de bares, ofertas de restaurantes, las piscinas, la playa. La gente sigue creyendo en esto, pero ahora el cliente exige además el confort en la habitación. Es ahí donde estamos haciendo grandes cambios.

Estamos construyendo habitaciones grandes, confortables, con tecnología. Hemos ahorrado costos operativos, pero estamos posicionando el resort a un nivel superior. Esto debe conllevar una subida de tarifas, porque estamos apuntando hacia un mercado un poco más alto.

Eso en el tema de suites. ¿Y en el caso del turismo familiar?

-Precisamente la reforma de este año es para hacer 180 habitaciones nuevas para familias. Queremos garantizar que en una sola habitación pueda estar un matrimonio con dos, tres y hasta cuatro hijos.

Esto, en términos económicos, es mucho más barato para familia que tener que alquilar dos o tres habitaciones. La diferencia es evidentemente grande: cuando alquilas dos habitaciones el precio es por habitación, y sea adulto o niño va a pagar lo mismo.

Usted habla de una sola habitación. Yo he visto que una suite, en este caso, tiene dos habitaciones al menos. ¿Es así?

-Las que estamos haciendo ahora, en lo que era el hotel Golf tienen, en una misma habitación, dos dormitorios. Vamos a compararlo así. Al tener esos dos dormitorios es cuando puedes juntar a la gente teniendo descuentos de tercera, cuarta persona y niños.

¿Cuál es el complejo que van a empezar a reformar primero?

-Ya hemos empezado también con nueve hoyos del campo de golf. Esa es otra reforma importante, porque lo que en su año fue hacer un campo de golf en la propiedad, como un complemento para toda la oferta hotelera, ahora estamos apoyándonos con la firma de uno de los grandes diseñadores que están haciendo campos de golf en la zona. Con él estamos reformando nueve hoyos este año, dejaremos los otros nueve para el 2010. Así nos estamos posicionando en un segmento de golf, que es importante y caro, y por tanto nos interesa mucho.

Ya la gente podrá venir a un resort con unos servicios y alojamientos acorde al campo de golf que nos están demandando también.

¿Cuántas habitaciones más van a construir?

-Por ejemplo, en el hotel Beach, donde ahora hay 488 antes había 500, pero en el hotel Golf donde había 126 ahora hay 180. 0 sea, estamos intentando buscar la mayor cantidad de llaves posibles. No tenemos un número definitivo de cómo va a quedar, pero andaremos como ahora, alrededor de las 2 mil habitaciones.

¿El posicionamiento de su hotel en este nivel más alto también implica el foco puesto en Estados Unidos, y en Rusia quizás?

-Por supuesto que el gran mercado de muchos millones de habitantes está aquí cerca, y es Estados Unidos. El mercado norteamericano poco a poco ha ido entrando al país, sobre todo, gracias a los vuelos regulares. Es verdad que hay pocos vuelos charter desde Estados Unidos, pero estamos pensando en un público que puede tener más facilidad en venir, y un público europeo de mercados que ahora están creciendo, aún en esta situación de crisis.

¿Van a modificar también la sección de tiendas, centros de convenciones?

-Sí. Vamos a hacer, como proyecto nuevo, otro casino, una nueva discoteca, un centro comercial; todo eso en un edificio que tendrá unos 40 mil metros cuadrados de construcción y será el alma del complejo. Tendrá restaurantes a la carta, salones de reuniones y convenciones, habrá un teatro para 1.500 personas aproximadamente para hacer grandes shows, grandes realizaciones. Este será el centro del complejo, y es la siguiente fase que vamos a reformar.

No tienen spa. ¿Piensan incorporar este servicio?

-Ese es el otro servicio que no tenemos y que se le va a dar mucha importancia.

¿Para cuándo se supone que iniciarán esta gran obra?

-Esperamos poder empezar esta gran obra, este gran edificio, dentro de aproximadamente un año.

Sobre la reforma que empezó hace un año, los mercados son cambiantes, las ideas son cambiantes; el primer diseño del nuevo resort que se hizo ya no existe, se ha cambiado varias veces. Estamos siempre pendientes de lo que el mercado demanda.

Falta ver en qué parte buscamos el tema de solo adultos, que es un mercado importante, pero dentro de las 2 mil habitaciones, y de los 600 y pico de acres que tenemos daremos cabida a toda la demanda.

Tienen otro hotel Barceló muy cerca de este. ¿Han pensado en alguna unión de servicios entre ambos establecimientos?

-Siempre existe posibilidad de tener sinergias con ellos. Ahora mismo las sinergias son operativas, pero siempre hay opciones de traer clientes de esos hoteles para hacer algún tipo de show aquí, y también para eventos. El centro de convenciones es suficientemente grande como para que quepan clientes tanto en este resort como en los dos hoteles que tenemos en la zona también.

¿Qué tiene que ver su compañía hermana en Estados Unidos, con base en Washington y con otros inversores, con este cambio?

-De hecho, ya hemos empezado a hacer cosas con ellos, sobre todo en temas de promoción. El gran reto que tiene una cadena española, europea, en Estados Unidos es posicionar el nombre. A través de los hoteles de esta compañía hermana estamos posicionando lo que es la marca Barceló en Estados Unidos y a partir de ahí estamos haciendo promociones directamente con los hoteles de grandes resorts del Caribe, tanto este como el de Riviera Maya en México, para clientes que están visitando los hoteles Crestline Barceló que funcionan con algunas otras franquicias.