Josep María Perramón, Director de la Oficina de Promoción Turística de Cataluña para toda Europa del Este

08 de Abril de 2009 8:02pm
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Cataluña recibió en el 2008 la visita de 300 mil turistas rusos y gana en estos momentos un 68 por ciento de las emisiones de ese mercado hacia España. Estos logros son resultado de 16 años de arduo trabajo y de una oferta sustentada en tres principios básicos: identidad, diversidad y calidad. Así lo refiere el señor Perramón en entrevista con Caribbean News Digital

¿Cuántos años lleva en Rusia?

- En total 16 años

¿Podríamos decir que, de alguna manera, es usted el artífice del éxito obtenido en la promoción de España en Rusia, en este caso de Cataluña en Rusia?

-Radicalmente no. No soy el artífice del éxito. Yo creo que el éxito ha estado básicamente en podernos poner de acuerdo motivados y liderados, en este caso por el gobierno de la ciudad de Cataluña, empresarios, organismos, administraciones, ayuntamientos; con un solo objetivo más allá de políticas y de ideología. El objetivo ha sido hacer una marca turística compatible a todos, que nos agrupe, y es lo que hemos hecho aquí, en Europa del Este y en concreto en la Federación de Rusia, es buscar un elemento que es la marca Cataluña y que incorpora una serie de valores añadidos.

Desde el año 92 estamos aquí con oficina abierta y operativa, primero para explicar, y después para captar el interés de turoperadores. Ustedes saben que en el año 91 no existía el turismo exterior desde lo que entonces era Rusia. Ese turismo se ha tenido que hacer, insisto, no con una persona física, sino intentando agrupar, y creo que ese ha sido uno de los éxitos más importantes que puede haber conseguido Cataluña, agrupar los intereses de empresarios y asociaciones que apuestan por este mercado.

Con un 68% como me está diciendo que tiene en este momento del turismo ruso en España, podemos concluir que Cataluña está liderando en la atracción de este mercado ¿Qué es lo que los rusos buscan en Cataluña?

-Rusia era un país cerrado, que se ha abierto al exterior hace solo 15 años. El ruso buscaba todo al principio, buscaba precio, sol, vino, cultura, estaba ávido de conocer; y yo creo que todas esas variables puestas en un cesto es muy difícil que ocurran en otros países de la competencia.

Por ejemplo, si buscamos destinos de sol y playa siempre hemos dicho que Cataluña no es un competidor de Turquía, por ejemplo, en cuanto a que en sol y playa es el destino principal. El ruso no viene a Cataluña solamente a tostarse y disfrutar del clima; está interesado en enseñar a sus hijos un turismo familiar, les quiere mostrar que existe Gaudí, una zona de shopping interesante, que hay una cosa que es gastronomía liderando un proyecto importante y que es mucho más. A todo esto, además, con sol y playa. Eso es lo que viene a buscar el turismo ruso.

Por lo tanto, considero que lo que sí se ha podido hacer es un producto, que se basa directamente en tres principios: es la identidad de Cataluña en sí, en este caso, y el ruso se siente cómodo; es la diversidad de productos, la diversidad de oferta, ya suficientemente estructurada para que el visitante pueda en cada caso conocer previamente qué tipo de turismo quiere hacer.

Yo creo que también hemos apostado siempre por la calidad desde la Dirección Nacional de Turismo, aprovechando que tenemos a nuestro Director General aquí y él tiene muchísima más información y está más capacitado para hablar de esto; pero se ha apostado por la calidad y nos hemos puesto a mejorar nuestra calidad sacando destinaciones de turismo familiar, de turismo deportivo, homologando sus etiquetas a nivel internacional.

Eso es un esfuerzo, y repito, un esfuerzo hecho, liderado desde la ciudad de Cataluña y, de alguna manera, el ruso ha encontrado que esa diversidad, esa identidad y esa calidad encajaban perfectamente bien en el perfil de turismo que él quería. Es por eso que estamos incrementando tanto el nivel de repetición.

Estamos en un 68%, al principio estábamos en un 2% en el año 91. Hemos ido creciendo de forma exponencial y yo entiendo que en un año, además con una crisis parece ser que casi ya extendida a todo el territorio europeo, el ruso lo que quiere es precisamente seguir disfrutando de esa identidad, de esa calidad y diversidad.

¿Qué turoperadores son los que trabajan más fuertemente con ustedes y, al mismo tiempo, qué producto concreto es el que más venden de todo lo que me ha expuesto?

-Con nosotros trabajan todos los turoperadores más importantes en Rusia. Tenga usted en cuenta que, por ejemplo, en el año 92, aquí había 5 mil agencias de viajes; en el año 91 había una. Yo creo que eso ha pasado un período de travesía en el desierto, ya se ha estructurado, y ahora ya existe hasta el turoperador especializado. 16 años han servido para que la empresa rusa se haya puesto las pilas, y de alguna manera lo que sí está claro es que desde el punto de vista del turoperador hoy por hoy están, por orden de importancia, hacia Cataluña, repito, Natalie Tours, que es NTIncoming, el segundo es VKO Travel con todo el grupo VKO, el tercero es Bremia, el cuarto es Neva, el quinto es Interunion y Capital Tours. En este orden, y de forma compartida, son los que están empujando realmente esos casi más de 300 mil turistas que hemos recibido en Cataluña en el ejercicio 2008.

Cuando ustedes se propusieron entrar en este mercado, utilizaron una política de comunicación segmentada por clases sociales o por niveles. ¿Cómo lo hicieron?

-No pudimos. Tuvimos que hacer un marketing doméstico, un marketing casero que consistió en, sin apenas presupuesto, intentar llegar a todos y cada uno de los principales interlocutores de turismo de la ex URSS, ya no digo de la Federación de Rusia. La verdad es que no teníamos presupuesto, seguimos estando en un presupuesto cero para publicidad en este momento en Cataluña.

¿Por qué llegamos al turoperador? Porque le hemos dado lo de antes, le hemos intentado implicar en lo que es el cariño que tenemos por nuestra marca turística, por nuestro país y, de alguna manera, eso es lo que ha sido el elemento del éxito. No cabe duda de que tanto el turoperador ha vendido lo que el turista le ha pedido, y que desde Cataluña lo que sí hemos hecho es poner esos instrumentos.

¿Cómo se ha hecho? Pues repito que sin presupuesto, en base a relaciones estrictamente personales, de tú a tú, yendo a buscarlos a todos y cada uno, trayéndolos a nuestros humildes despachos, pero no exentos de mucha información, mucho trabajo de un buen equipo y de mucho cariño.

¿Cómo consiguieron los charter?

-Exactamente de la misma forma. Yendo a buscar a todos los transportistas y operadores aéreos.

Tuvieron que dar un mensaje. Entendemos que Cataluña en este caso es un ejemplo para todo el estado español, de trabajo y de expansión de la imagen hacia fuera. ¿Qué es lo que podría sugerir, bajo su experiencia en este mercado concreto, que no han hecho los demás y sí ustedes?

-Yo no me he puesto nunca a analizar qué es lo que no hacen los demás. Nunca. Lo que sí me pongo a analizar de forma muy crítica en este pequeño equipo que forma parte de Cataluña, es ser muy críticos con qué queremos, cómo lo queremos y cuándo lo queremos. El qué, cómo, cuándo aplicable directamente al turismo.

¿Qué no hacen los otros? No sé qué es lo que no hacen y sí sé lo que hacen porque, como es lógico, estamos todos en Rusia, donde todo se sabe. Solamente destacar una cosa: nosotros estamos haciendo promoción sin un presupuesto para publicidad. El resto de comunidades autónomas tienen la gran suerte de contar con un grandísimo presupuesto para publicidad, nosotros no lo tenemos, y por lo tanto, debemos buscar algo diferencial que sirva de sustituto de un presupuesto enorme dedicado a la promoción turística.

La Casa de Cataluña en Rusia conlleva también otro tipo de actividades culturales, promoción de la lengua. ¿Cómo se hace esto?

-La verdad es que llevando casi 20 países, y nos queda muy poquito tiempo para meternos directamente en temas culturales, pero le citaré por ejemplo una tremenda colaboración que tenemos con el Instituto Cervantes, pues el catalán es un vehículo modular importante dentro de esa institución. Es una lengua que ellos están promocionando y difundiendo. Estamos colaborando con las instituciones incluso españolas porque entendemos que tenemos que ir todos de la mano. No estamos promocionando Tailandia, estamos promocionando un país de un tremendo privilegio en temas culturales.

¿Son la primera comunidad española que tuvo una oficina en Rusia?

-Efectivamente. No tan solo española, sino que los trámites los hicimos del año 91 al 92 cuando no había manera de poder abrir oficina. Nosotros éramos de un país, pero no éramos el estado; en fin era complicado. La verdad es que abrimos oficina en el año 1993, en marzo exactamente, abrimos una oficina en Moscú, otra oficina en Kiev y otra en Letonia.

Fuimos lo líderes en aquel momento porque entendimos que debíamos emprender una aventura, pero posicionados desde aquí, conviviendo con ellos, compartiendo alegrías y penas, un poco como en el matrimonio, y eso es lo que parece ser que nos ha dado en este momento la razón.

¿Cuál es su nuevo objetivo en Rusia para el siguiente quinquenio o para el siguiente año por lo menos?

-Duplicar o triplicar dos cosas: una sería las entradas en la repercusión del producto interno bruto y los ingresos en Cataluña, que nos hacen falta porque el turismo ahora es una de las principales fuentes de ingreso. No solo duplicar o triplicar el ingreso directamente en el producto interior bruto, que después el Director General seguramente insistirá en esto, sino buscar además una minimización de requisitos que imponemos a los ciudadanos rusos para que viajen a Cataluña.

Yo creo que si hay que hacer un plan un poco de marketing de aquí a cinco años, yo a cinco años quizás no, pero a cuatro sí lo podría hacer y sería, si conseguimos minimizar los trámites administrativos y burocráticos, duplicar o triplicar el número de turistas que van a Cataluña.

¿Cuál es el gasto medio de un turista ruso en Cataluña?

-Hay que explicar que el promedio de estancia que tenemos de un turista ruso en Cataluña es el más alto con respecto a otros mercados. Si hablamos del número de pernoctaciones, estamos en un promedio. Vamos a diferenciar ex Unión Soviética del resto de países: Polonia, República Checa, Rumania y Hungría, que evidentemente tienen menos pernoctaciones. Rusia tiene de 12 a 14 días de pernoctaciones. Es un período muy elevado, es el más alto que tenemos. Por lo tanto, es un turista importante.

Yo creo que el objetivo es que esas pernoctaciones se amplíen en base a que si conseguimos entre los esfuerzos que se ha hecho desde la Oficina de Turismo en Cataluña y nuestra oficina en Moscú más todo el sector de empresarios, administración, agencias de viaje, etc; yo creo que es evidente que ese 68% que ya nos han notificado los turoperadores está creciendo mucho.

Por lo tanto, si además de todo eso minimizamos el trámite administrativo, es evidente que de alguna manera Cataluña será el destino de más repetición, porque realmente encuentran lo que ellos quieren buscar.

¿Sabes en consumo económico cuál es la cifra que mueven?

-Están aproximadamente en unos 145 ó 150 euros por día. Eso se amplía a una base muy importante que es la de compra.

Nos notificaba el organismo de turismo de Barcelona que este año el ruso era el que más había gastado en tarjetas de crédito en el contexto de Barcelona, y yo me quedé muy sorprendido porque precisamente el ruso es el que menos tarjetas de crédito tiene. Aquí, en Rusia, no existe la tarjeta de crédito. Existe la de débito, eso sí. Me quedé sorprendido, pero es la información oficial que publicó Turismo de Barcelona.

En Cataluña, el gasto por persona adulta y día de estos turistas estaba entre 145 y 160 euros, eso prolongado por 14 días nos está dando cifras muy interesantes.

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