Gianpaolo Bellomunno, Director Comercial de Libertador Hoteles Resort & Spa, Perú

Hoteles Libertador es una cadena peruana que llegará este año a los ocho establecimientos en la nación andina, tanto de ciudad como situados en imponentes escenarios naturales, como es el caso del Tambo del Inca, de próxima apertura y único en tener una estación de tren hacia Machu Picchu. La compañía está desarrollando una oferta de lujo asociada a Starwood, aprovechando el positivo desempeño económico del país y fortalezas como su reputada gastronomía.

El mundo turístico está tratando de dejar atrás el retroceso sufrido en los últimos meses, ¿qué está haciendo su compañía en ese sentido?

-Visto que la compañía Libertador Hoteles Resort & Spa está en Perú, tuvimos una gran ventaja a diferencia de otros países: el Perú, al contrario de otras naciones del área, ha crecido económicamente en 2009, junto a Brasil, que también tuvo una situación favorable. Claro, la gran mayoría de los turistas que recibimos vienen de Estados Unidos, que es nuestro primer mercado; Europa, que es el segundo, y el resto nos llegan de Latinoamérica, el tercero, y lógicamente, al estar esos mercados afectados por la depresión en sus economías también nosotros hemos sido afectados en términos de turismo.

Para 2010 hemos decidido mantener las tarifas que contratamos para 2009, es decir, estamos siendo solidarios con la situación en general. Estamos invirtiendo, generando empleo; la compañía ha invertido 200 millones de dólares entre los años 2008 y 2009 para la apertura de tres hoteles en Perú: uno es un establecimiento nuevo, el Paracas The Luxury Collection Spa, un resort de playa de poco más de 120 habitaciones que abrió el pasado mes de noviembre a unos 200 kilómetros al sur de Lima; es un hotel categoría especial, bajo la bandera de Starwood.

En marzo impulsaremos otra inversión importante en Valle Sagrado, muy próximo a Cuzco y trampolín natural para visitar Machu Picchu. Es otro The Luxury Collection, y se llamará Tambo del Inca. También tiene categoría especial, con uno de los Spa más grandes de Latinoamérica que tiene Starwood. Vamos a tener una gran ventaja, pues es el único hotel que contará con una terminal de trenes, para que se pueda ir hacia Machu Picchu desde la comunidad: sales de tu habitación, desayunas, caminas unos metros y te montas en el tren hacia Machu Picchu y regresas a tiempo para disfrutar del Spa. Es decir, se acabaron los madrugones, las levantadas a las 4 AM para ir a la ciudadela inca. Esas son dos propiedades que estamos manejando como Libertador, bajo la marca The Luxury Collection.

La tercera propiedad que inauguraremos este año es el Westin de Lima, de 300 habitaciones, con el único Centro de Convenciones de Perú, que tendrá capacidad para más de 2.000 personas y salones múltiples. Es un atractivo que faltaba a Lima: un hotel de primera categoría, con facilidades para grandes convenciones, en el centro financiero de la capital. La apertura está prevista para finales de 2010.

Es decir, no sólo nos hemos focalizado en recuperar el mercado turístico, sino que hemos tratado de contrarrestar la situación económica mundial haciendo inversiones.

¿Son ofertas de lujo?

-Efectivamente, Libertador Hoteles Resorts & Spa es una cadena ciento por ciento peruana que decidió asociarse bajo las franquicias de Starwood con dos marcas, Westin para Lima, y The Luxury Collection para los otros dos nuevos resorts. Es un mercado de lujo al que nos estamos dirigiendo al abrir estas propiedades. Eso sí, la empresa no busca focalizarse ciento por ciento al mercado de lujo. Por eso seguimos manteniendo en nuestro portafolio Hoteles Libertador y tenemos cinco propiedades estratégicamente ubicadas en Cuzco, Arequipa, Puno, Lima y Trujillo, una hotelería de calidad pero no específicamente de lujo.

Hablando de mercado de lujo, se sabe que no está sólo vinculado a la calidad de las instalaciones, sino también al servicio, a la excelencia. ¿Tienen proyectos vinculados con la superación del personal?

-Te cuento un ejemplo. En el Tambo del Inca, de próxima apertura, la compañía, en lugar de tener las clásicas tiendas para vender regalos a los turistas, ha decido construir diferentes espacios para que los artesanos -sin pagar por el espacio- los utilicen en ventas. Buscamos brindar sensaciones y experiencias que realmente sean únicas, que no sean replicables en otros sitios. El visitante regresa de Machu Picchu y puede pasear por un corredor donde puede comprarle directamente al artesano el fruto de su ingenio y su esfuerzo. En esto no tenemos ningún retorno en términos de dinero, sino sólo la satisfacción del cliente y de la comunidad local.

¿Con qué perspectivas mira la compañía este 2010 con las ampliaciones previstas?

-Realmente es un reto. A propósito, como otra de nuestras líneas, quería recordar que Perú se distingue por su gastronomía única, y uno de los miembros del equipo de Libertador, Rafael Piqueras, es uno de los chefs más renombrados del Perú. Decidió dejar de trabajar con su propio restaurante para trabajar con Libertador, hacer un esfuerzo en la capacitación y ser portador y bandera de nuestro arte culinario en el mundo. La idea es realizar intercambios culinarios con otros hoteles de la cadena Starwood, aprovechando el trampolín de Westin y de The Luxury Collection, siempre focalizados en nuestra gastronomía.

¿Planes a largo plazo?

-Libertador, ciento por ciento peruana, llega este año a 8 establecimientos en Perú, pero estamos abiertos a colaboraciones a corto y mediano plazos en otros países, que podrían ser Colombia, Brasil y Argentina, y viceversa: también estamos abiertos dentro de Perú a colaboraciones por parte de accionistas o inversionistas extranjeros para aprovechar este momento en que el país está creciendo económicamente.